Capítulo 11

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El sol de la mañana siguiente era hermoso, los rayos de sol iluminaban la habitación de Harry de la forma más cálida posible. El ojiverde se levantó de la cama con una pequeña sonrisa, cubrió su cuerpo desnudo con algo de ropa y abandonó su habitación en dirección a la de Louis, la sorpresa lo golpeó de buena manera cuando encontró la puerta abierta y al castaño sentado aún bajo las frazadas.

—Buen día, príncipe. —Lo saludó, sentándose a la orilla de la cama.

—Buen día, Harry —Louis le devolvió el saludo en un susurro, con esa vos de recién levantado que derritió el corazón de Harry.

—¿Cómo dormiste?

—Bien, ¿y tú?

—Bien, también.

Louis le sonrió para luego cubrirse aún más contra las frazadas de la cama, dejando escapar un bostezo.

—Eres un dormilón. —Le sonrió cariñosamente.

—Me lo merezco, me levanto todos los días temprano.

—Yo también lo hago y mira aquí estoy.

Louis rodó los ojos.

—Que molesto eres —Soltó con los labios fruncidos. —Cambio de tema ¿Qué me vas a hacer de desayuno?

Harry enarcó una ceja.

—¿Tengo que prepararte el desayuno?

—Por supuesto. —Louis contestó con una sonrisa juguetona.

Soltando una pequeña risita, Harry se acomodó un poco mejor en su lado antes de hablar nuevamente.

—¿Qué tal si desayunamos afuera mejor?

—¿Afuera?. —Louis miró hacia la ventana.

—Sí, el día está muy lindo, quiero disfrutarlo.

—Vale, vamos entonces.

Entusiasmado, levantó su cuerpo de aquella cama.

—Me iré a bañar y nos vamos.

—Está bien.

Minutos más tarde, Harry se encontró vestido con una camisa negra y unos pantalones azules ajustados, acomodó su pelo dentro de una gorra y salió de su habitación con sus pertenencias en las manos.

—Estoy listo.

Escuchó la voz de Louis mientras bajaba la escalera, sus ojos lo encontraron y al segundo siguiente un calor ardiente navegó por todo su cuerpo, Louis estaba precioso, al igual que despampanante, llevaba una camiseta a rayas color celeste y unos pantalones azules que se ajustaban hermosamente a sus gruesos muslos. Su trasero resaltaba maravillosamente. Harry sintió la baba acumularse en sus labios.

—¿Ya terminaste? —Louis se cruzó de brazos, dejó caer todo su peso en una pierna y lo miró con una de sus cejas alzadas.

—¿Q-ué? —Tartamudeó embobado.

—¡Deja mirarme como algo raro!.

Harry expandió sus ojos verdes chispeantes.

—Raro no, sino como algo muy bueno. —Descaradamente se mordió el labio inferior.

Los pómulos bien definidos de Louis se ruborizaron por más que intentó ocultarlo bajando la barbilla.

—¿Y bien? ¿nos vamos? —Le preguntó intentando cambiar el rumbo de la conversación.

—Vamos, príncipe. —Se acercó a la puerta abriéndola para permitir que saliera primero. —Las damas primero.

Louis soltó un bufido.

UNA TRAICIÓN POR AMOR  [L.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora