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 Viernes 11 de Octubre

Tres días tardó el director en darme la copia del vídeo de las cámaras de seguridad. Estaba ansiosa por destapar a Todoroki, y hacer que se arrepintiera por comportarse como un maleducado y engreído.

— Buenos días Don Nezu. Monoma me ha avisado de que ya ha localizado el vídeo que necesito.

— Lo tengo aquí mismo señorita Yaoyorozu — sacó un cd del cajón. —

— Gracias, le echaré un vistazo — lo tomé rápidamente antes de que se arrepintiera y cambiara de opinión. —

— ¿Qué medidas va a tomar usted? — preguntó en un tono un tanto recalcitrante cuando me disponía a salir. —

— Aún no lo sé, dependerá de quién haya sido el causante de los desperfectos.— aunque ya tenía una ligera idea de quién podía ser, no quise darle detalles sobre lo que iba a suceder, me negaba a que interfiriera en mis asuntos. —

Desde el principio Don Nezu no me cayó demasiado bien, era desagradable con el personal del centro en general y rara vez se mostraba agradable. La mayoría de mis compañeros lo achacaban a que el puesto de director se le había subido a la cabeza, pero yo estaba segura de que había algo más detrás de aquella máscara.

— Bueno, en cualquier caso debe ser consciente de que esto es un centro educativo, y nosotros estamos aquí para enseñar a los alumnos comportamientos cívicos entre otras cosas. Por lo tanto, mi consejo es que denuncie al culpable para que este incidente no se vuelva a repetir.

— Lo tendré en cuenta. — no me apetecía oír consejos de nadie, y mucho menos de él. —

Cerré la puerta despidiéndome con un pequeño movimiento de cabeza, y me dirigí con paso firme al departamento. No quería perder ni un minuto más, por eso me alegró comprobar que no había nadie en la sala. Me senté delante del ordenador e inserté el cd con el contenido. Mientras se cargaba el vídeo, mi pierna nerviosa temblaba descontrolada. La sensación que me transmitía Todoroki era un tanto desorientada; por un lado tenía la necesidad de escarmentarle, pero en el fondo, deseaba que fuese otra persona la que cometió el acto vandálico y así no verme en la tesitura de tener que denunciarle a él.

Al fin comenzaron a verse las primeras imágenes de la puerta del instituto. Mi auto estaba aparcado justo enfrente, bajo un árbol que lo tapaba parcialmente. Pasaron unos minutos sin que se viera nada extraño en las imágenes, hasta que a las trece y cincuenta minutos apareció una figura femenina caminando junto a la puerta del centro. No pude ver su rostro, pero se apreciaba cómo la chica miraba de un lado a otro intentando averiguar si merodeaba alguien por la zona. En ese momento sacó unas llaves del bolsillo y rápidamente las pasó rallando el lateral de mi coche. Noté cómo los músculos de mi cuerpo se tensaban al ver la escena, pero no tardarían en paralizarse por completo al ver lo que ocurriría a continuación. Antes de marcharse, la chica cometió el error de mirar hacia la entrada, y pude apreciar claramente de quién se trataba. Aquella muchacha a la que había pretendido ayudar unos días atrás, aquella joven a la que consideraba inteligente y despierta, por la que habría sacrificado mi tiempo con tal de sacarla adelante y aumentar sus posibilidades de futuro laboral. Mi mente no reaccionaba al comprobar que Katsumi había sido la culpable del incidente, pero, ¿Por qué lo habría hecho?, ¿Acaso quería vengarse de mí por algo?

Entonces recordé la pequeña discusión que habíamos mantenido unas semanas antes, cuando ella me gritó por pedirle que trabajara en grupo con sus compañeros. Además, había mandado una amonestación a su casa para informar sobre los hechos acaecidos y que tanto me habían disgustado. Mientras recapacitaba incrédula sobre las medidas que debía adoptar para con ella, alguien abrió la puerta del departamento. Se trataba de Izuku que venía de dar una de sus clases.

Escondidos Entre Aulas; TodomomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora