Soldado fantasmal

Capitulo 2

Soldado fantasmal

Por Sam W Ryder, también conocido como samwryder

Fecha de Terminación:

Nota del autor:

¡Amigos, sois increíbles! ASOMBROSO. Nunca pensé que obtendría tal respuesta. Realmente es un placer alimentar la imaginación de tantos. Las respuestas individuales estarán en la nota de los autores al final, ¡solo quería agradecerles!

Entonces, sé que ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualicé, me disculpo profundamente. La vida tiende a interponerse en el camino, dijo Nuff, creo.

¡También gracias a Bloody Hero por ser una gran caja de resonancia! Es muy apreciado.

Capítulo 2: Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para los magos.

Las semanas habían pasado rápido y las batallas se apagaban aún más rápido. Las vallas primitivas ya se estaban mejorando día a día, aunque eso hizo poco por el olor. Cada pocas horas, los vientos cambiaban y soplaban el fétido olor de los cadáveres en descomposición por el campamento dejándolos a todos con arcadas. Sesenta mil hombres, varios cientos de orcos, decenas de caballos y cientos de wyverns, todos muertos. La fiesta de los buitres. Nadie con quien Shirou habló pudo entender por qué exactamente tantos fueron enviados a la muerte.

Aunque había logrado encontrar varios supervivientes. Sin embargo, hacerlo significaba informar a un oficial superior, aunque solo fuera de nombre y siguiendo algunas órdenes, aunque eran escasas. Aun así, eso fue lo que lo llevó a donde estaba, en la tienda del comandante comiendo lo que aparentemente pasó por desayuno.

Shirou suspiró sobre su bandeja, no estaba mal, las verduras estaban bien cocidas al vapor y el pollo bien sazonado, pero no estaba ni cerca de lo que normalmente disfrutaba. Aun así, la comida no era lo que le molestaba. Ese honor le pertenecía al hombre sentado frente a él y la sonrisa de suficiencia plasmada en su rostro. Yanagida era demasiado ambicioso para el gusto de Shirou, pero había demostrado estar más que dispuesto a ayudar cuando Shirou se apresuró a salir al campo para salvar a tantos caídos como pudo después del ataque. Desde entonces, los dos habían forjado una tenue amistad.

"Mira Emiya-San, sabías que esto vendría. No es como si pudieras pasar todo tu tiempo arreglando la electrónica defectuosa. Ahora tienes un perfil, y los superiores te tienen en el cerebro". El hombre se inclinó hacia adelante tirando de un mechón de cabello que colgaba justo por encima de sus gafas. "Es una tarea de muy bajo perfil, lleva a uno de los otros usuarios de la magia y un pequeño equipo a lo que nuestra gente ha descubierto que es la capital mágica de este país. Honestamente, pensé que lo estarías esperando".

Shirou negó con la cabeza, no era como si pudiera perseguir a Yanagida, no había explicado cómo funcionaba su Magecraft, salvo por los más mínimos detalles. No entendía que las otras magias probablemente estarían más allá de él. Aún así, dicha magia prevalecía mucho más y dejaba el aire más dulce, como una fruta madura en su nariz. Quién sabía lo que podría aprender. Finalmente, asintió. "Sólo dime adónde ir".

"Sabía que lo verías a mi manera". Yanagida se puso de pie y cuadró los hombros, "Emiya Shirou, has sido puesto al mando del quinto escuadrón de reconocimiento profundo, tu misión es entrar en Rondel y aprender todo lo que puedas. Tu escuadrón te estará esperando en las puertas del frente a las doce. cien horas ".

Shirou tarareó de acuerdo antes de llevarse otro bocado de comida a la boca. "Está bien, pero sabes que algo va a salir mal, ¿verdad? Mi suerte es horrible".

Yanagida se encogió de hombros, "No te preocupes, te tengo cubierto. Oh, y como los chicos de la cocina seguían teniendo que echarte, agregué algunos extras a tu bolso. Está junto a la puerta". Su sonrisa de suficiencia regresó y un escalofrío recorrió la espalda de Shirou. Casi se sentía como si hubiera hecho esto antes. Una imagen de Archer pasó por su mente. O tal vez no fue del todo él. No importaba, Archer no era él y no terminará de la misma manera que el héroe hastiado. No lo hará.