Capítulo 18

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Al haber cenado, fue muy silencioso, Jimin se sentía demasiado nervioso al estar con su Daddy por primera vez, luego de lo que sucedió hace un rato.

Luego de cenar, Jimin solo agradeció, se levantó y corrió a su habitación, ya se sentía demasiado incómodo. Yoongi solo suspiro, tomo los trastes y los fue a dejar en el fregadero; lavo sus manos y fue a la habitación, abrió la puerta y vio que Jimin estaba envuelto en las mantas, sonrió tiernamente y se acercó a su pequeño.

-Hey, Baby, ¿Qué pasa?- se sentó al lado del pequeño montoncito de mantas.

Jimin no contesto y se encogió aún más.

-Minnie no tendrá fresitas si no contestas la pregunta- dijo suave.

-No sucede nada- susurro –solo que me sentía nervioso hace un rato, por la acción que había hecho- salió de su pequeño escondite y lo miro.

-Oh, lo siento- dijo rascando un poco su nuca –solo...fue un pequeño ¿impulso?- dijo encogiéndose un poco de brazos.

Jimin bajo la mirada -¿un impulso?- dijo aun con la cabeza cabizbaja.

Yoongi arrepentido de lo hecho, solo le dio un abrazo, en el cual Jimin correspondió, cosa que le preocupaba de poder hacerle daño por hacer cosas que su lado lujurioso exigiera.

-Lo siento de verdad- susurro después de aquel largo silencio.

-No se preocupe, Daddy, entiendo que tenga su...- lo pensó un poco para decirlo, no sabría si lo regañaría o algo; cuando lo fue a decir, Yoongi lo interrumpió.

-Necesidad- dijo para finalizar aquella frase –tienes razón, pero esa necesidad la debo de cubrir el día que ya te sientas preparado, de entregarte a mí- suspiro algo pesado.

Jimin solo asintió estando escondido en el cuello del mayor; realmente debía prepararse o defraudaría a su Daddy, ya que es su... Juguete, tal vez, tarde o temprano lo pueda llegar a cambiar y abandonar aquel juguete roto que no fue capaz de entregarse.

Paso una semana después de aquel momento, Jimin aún estaba en vacaciones y en estos momentos estaba escondido dentro de uno de los cajones de la cocina; estaba jugando escondidas con su Daddy y a pesar de su tamaño, lo favorecía a ganar todas las partidas de escondidas.

-Jimin, Baby, por favor, ya sal, me rindo- dijo Yoongi mientras lo buscaba por la sala de estar.

Jimin había tratado de contener la risa, quería seguir escondido en aquel lugar.

Yoongi ya rendido se dirigió a la cocina por un vaso de agua, Jimin abrió la puerta del gabinete del cual estaba escondido sigilosamente, saco su pequeña mano y agarro con toda su fuerza el pie de su Daddy, el cual grito un poco, las risas del menor se hicieron presentes; Yoongi se agacho y vio a su pequeño en ese estrecho lugar.

-Pequeño travieso- dijo entre una pequeña risilla.

Jimin solo salió de su escondite gateando y corrió nuevamente, Yoongi lo siguió y lo abrazo por la cintura.

-No más escondidas por hoy- dijo Yoongi algo agitado.

-Está bien, Daddy- dijo con una tierna sonrisa.

Yoongi lo cargo y se dirigieron nuevamente a la cocina.

-Muy bien, ya es la hora de cenar- dijo el mayor mientras sentaba al menor es su asiento.

-Está bien, Daddy- se acomodó en la silla -¿Qué cenaremos?- dijo mientras jugaba con sus manitas.

-No lo sé, no he pensado en nada aun- dijo mientras abría cada gabinete y luego abrió el refrigerador.

-Daddy, ¿podemos comer pizza?- sonrió.

Yoongi lo pensó por un momento, dio media vuelta y asintió.

-Me parece buena idea, Baby, ve por mi celular, está en el despacho- sonrió y cerro el refrigerador.

-Sí, Daddy- sonrió, se levantó y fue corriendo hacia el despacho.

Al llegar empezó a examinar el despacho con la mirada, no quería desacomodar el lugar buscando el celular; cuando lo visualizó, se acercó y lo tomo, le daba un poco de curiosidad lo que tendría el celular, así que lo encendió y vio que la pantalla de inicio tenía una foto de su Daddy con él, acto seguido de que le provocara una pequeña sonrisita, lo apago, pero este enseguida vibro, lo encendió nuevamente y se veía que le había llegado un mensaje.

-Secretaria- susurro, miro hacia la sala de estar y su Daddy estaba en la cocina sacando los platos; volvió la mirada el celular, arrastro un poco y tenía contraseña. Jimin no se daría por vencido, así que trato de pensar un poco.

¿Cuál podría ser la contraseña?, tal vez ¡Minnie!, la digito rápidamente y esta no era, hizo un puchero inconsciente y pensó otro poco, tal vez ¿Mochi?, intento con esa y tampoco funciono, suspiro frustrado, apago el celular y fue donde su Daddy.

-Aquí está, gatito- le pasó el celular, se veía a un pequeño Jimin desanimado.

-Gracias Baby- tomo el celular -¿Por qué estas así decaído?- lo miro preocupado, encendió su celular y vio que tenía un mensaje de su secretaria.

Desbloqueo el celular y contesto el mensaje, solo eran "cosas del trabajo".

Juguete sexual (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora