Covert Spy |Cameron Dallas|

Capítulo 3. "-Ruby Wilson, mucho gusto.-"

Capítulo 3.

- Dime que no es verdad. - Me sobresalte. Belle salió de quien sabe dónde. 

- ¿Qué cosa? - Dije con una risa luego de ver su cara de pánico.

- Que no has corregido al profesor Murphy, que no te ha intentado violar con un bolígrafo y que no eres un alíen de Júpiter. - Aunque había dicho todo rápido había entendido cada una de sus palabras. Solté unas cuantas carcajadas y la miré. 

- ¿Dónde has oído esas cosas? - Ella me miró como si estuviera loca.

- Estamos en Lighton High, aquí todo corre como el agua. Ahora suelta la sopa.

- Si, corregí al profesor Murphy. No, no me intentó violar con un bolígrafo, y no, no soy un alíen de ningún planeta. - Una sonrisa se apareció en su rostro.

- ¿A que no es jodidamente sexy? ¿Viste su mandíbula? Podría morderla lentamente sin ningún problema. - Reí por lo jodida que estaba esta chica. - ¡Oh vamos!, admítelo.

- Si, tal vez es un poco 'jodidamente sexy'. - Ella rio haciendo que algunas personas nos miraran. 

- Los chicos morirán al saber que no soy la única que lo piensa. Hablando de eso, Nash dijo que te conoció hoy. - 'Nash'... ¿Nash? No recuerdo a ningún Nash. Belle me observó.

- Nash Grier, vamos, no te hagas, picarona. - Dijo elevando sus cejas mientras tomaba un sorbo de su botella de agua. 

- ¿Quién? - Belle escupió y tosió un poco.

- ¿¡NO SABES QUIEN ES NASH? Oh vamos, estas bromeando. - Hizo un ademán con sus manos como si estuviera bromeando. 

- ¿Debería saberlo? - Hice una mueca con mi boca como si me sintiera culpable. Belle me observó unos minutos. Intentaba buscar una señal de que estaba mintiendo.

- No los conoce... - Lo dijo más para sí misma que para mí.

- ¿Qué? - La observé como si realmente no entendiera nada. Belle sonrió, y pude apostar que sus ojos brillaban. 

- Nada, solo... Nada. ¿Vamos a comer algo? - Me tomo de la mano y me encamino a lo que sería la 'cafetería'. 
 
Estaba muy acostumbrada a ganarme la confianza de la gente, habían sido años de práctica en actuación. Pero siempre voy a confesar que duele encariñarse con alguien y luego tener que irse sin más. 

Recuerdo una misión a Atlanta, Canadá. Tenía que proteger a una cantante no muy popular ni conocida mundialmente, pero que tenía a un padre con demasiados problemas financieros y muchos enemigos. Ella me termino contando que su padre la violaba y que todo el mundo lo extorsionaba con contarle eso a la prensa. Diablos, sí que había dolido cuando tuve que dejarla. Se había convertido en lo más cercano a una mejor amiga que tuve en mi vida. 

Es por eso que el Sr. Leone me dice que jamás debo darle toda mi confianza a alguien. Ni si quiera a mi víctima. 

- ¿Ruby? - Belle movía sus manos arriba y abajo queriendo llamar mi atención.

- Lo siento, ¿qué? - Me observó unos minutos.

- ¿Eres algún tipo de zombie, o, eres de las que se quedan tildadas como por cuatro días? - Solté una risa haciendo que ella sonriera. En serio, esta chica estaba jodida.

- No, solo pensaba, no soy zombie. Aunque... - Le hice una seña con mi dedo para que se acercara más. - Si lo fuera, podría comer tu cerebro. - Ella me miro fingiendo horror y ambas soltamos una risa. - ¿Sabes? - Belle me observó mientras le daba un mordisco a su hamburguesa con doble queso que pidió hace unos minutos. - Creo que debería ir a acomodar mis cosas, tú entiendes, conocer a mi compañera de cuarto y demás.