Covert Spy |Cameron Dallas|

Capítulo 8. "- No mataste a nadie, lo sabes, ¿no?"

MARATÓN 2/3

Capítulo 8.

Había pasado una semana en Lighton High y era mucho más de lo que jamás había creído en mi vida.

Realicé miles de misiones, pero ninguna es como esta. Jamás había podido estar con adolescentes de mi edad, oh bueno, al menos con exactamente unos adolescentes. Cameron Dallas era del tipo de chico que jamás se metía en problemas, ya estaba empezando a creer que tal vez el Sr. Leone se había confundido y me había asignado al chico más tranquilo, pacífico y guapo del mundo.

Así que, ¿guapo, eh?
Tranquilo, pacífico y genio, uhm.. Sí, eso, genio.
Solo admite que el chico es sexy y deja de actuar como zombie.
No estoy actuando como zombie.
¡Mira, Cameron!
¡CEREBROS! DIGO, ¿DONDE? DIGO, AGH, DIABLOS.

- ¿Ruby? - Aaron estaba observándome con una mirada graciosa, mientras apuntaba el asiento a mi lado. Asentí a él cuando entendí que solo quería sentarte junto a mí. - ¿Estas bien? Luces como un zombie. - Soltó una risita cuando fruncí el ceño.

¡JA!
Cállate.

- No soy un zombie. - Me encogí de hombros mientras miraba la puerta por la que el Profesor White acaba de entrar. Más allá de que tenga una pinta de hombre mayor, -muy mayor, para ser realista- con esas camisas a cuadros adornadas por unas tiradores que sujetaban sus pantalones caqui y unos lentes que le hacían los ojos demasiado grandes, hablaba como si fuera un adolescente más. Y eso era lo que amaba de este profesor. Hacía que amara estudiar nuevamente Inglés Avanzado.

- ¿Y cómo te ha ido con la primer semana en la gran escuela? - Aaron sacó su cuaderno negro mientras esperaba por una respuesta.

¿Cómo me había ido? ¡MAS QUE GENIAL! No había tenido que luchar contra nadie, ni si quiera me preocupé más por Betsy, esta escuela era súper tranquila y la gente aquí era genial. O bueno, solo el grupo de personas con las que me hablo. Además de que al fin podía sentirme como una adolescente normal. Claro que no podía decirle eso, así que solo me encogí de hombros y susurré:

- No me quejo. - Y luego Aaron soltó una risita mientras negaba la cabeza. Lucía muy tierno cuando hacía eso.

- Entonces, supongo que irás esta noche. - Afirmó mientras asentía con la cabeza, a su vez empezaba a copiar la pizarra -que por cierto, en solo dos minutos el profesor había llenado por completo-.

Belle me comentó que haríamos una 'noche de picnic' y aunque se molestó cuando me reí diciéndole que los picnics son de día, acepte. Estaba acostumbrándome a las diferentes reuniones que ellos hacían y que estaban acostumbrados a realizar. Aunque seguía siendo raro ver con qué rapidez me habían aceptado a ellos, siendo que los conocía hace tan poco.

Es porque 'no los conoces' ¿recuerdas?
Si, bueno, pero aun así.

- Apuesto a que sí. - Aaron me sonrió y le respondí mientras soltaba una risita. Realmente se veía tierno haciendo la cara que hiciera. Frunció el ceño y luego se tocó las mejillas.

- ¿De qué te ríes? ¿Tengo algo en la cara? - Lo miré divertida y luego borre mi sonrisa. Lo miré a sus luces marrones que brillaban en mi dirección y asentí.

- Si... - Me acerqué más a él, como si le fuera a contar el peor de los secretos. - Tienes algo en tu nariz. - Señale mi redonda nariz y la arrugué, como si me diera asco algo en su cara. Podría jurar que lo vi palidecer y luego se dio vuelta. Comencé a reír a carcajadas. Él se volteó con el ceño fruncido nuevamente, y yo reí aún más.