La oscuridad entre los deseos.

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Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama

Pairing: ErenxMikasa

Rating: E, lemon.

La noche anterior a partir de regreso a Shiganshina, Eren es encerrado en su habitación con la pelinegra a quien profesó su odio horas antes.

Desclaimer: Si son personas sensibles al tema de la violación recomiendo no leerlo. Sin embargo, si quieren saber que profundidad quise abordar recomiendo leer primero la nota del final.

¡Gracias por leer!

El frio viento de la noche azotaba fuera de las ventanas del edificio y los pasillos oscuros y silenciosos reinaban en el lugar. El olor a muerte se percibía en el ambiente. Sin embargo, en el comedor principal, algunos jóvenes y veteranos que fueron los más esenciales para el plan, según Floch, esperaban una sorpresa de este último.

Eren fue llamado al salón principal ya que se encontraba en una habitación personal. A Floch le costó trabajo lograr que saliera, pero finalmente accedió.

De pie al lado de la puerta de la habitación consiguiente, la abrió y entraron algunas mujeres. Eren giró los ojos y se marchó. Ya pensaría después en él.

-Mis apreciados libertadores de Eldia, estas chicas están muy agradecidas con todos ustedes. Luego de esta noche muchos no volverán, pero es nuestra última guerra. Disfruten la noche. – Floch indicó donde podrían encontrar bebidas alcohólicas para emborracharse hasta el amanecer. Todo era válido esa noche.

Se entretuvo con una que otra chica y bebió algunos tragos. Pensó en llevarle a Eren para que se relajara, pero uno de los miembros lo llamó a su mesa antes de marcharse a las habitaciones.

-Oye Floch, ¿Puedes buscar a una mujer de mi gusto?

-¿Qué tipo de mujer quieres? Algunas chicas vendrán más tarde.

-Es un gusto un tanto exótico pero existe. – Él hombre titubeó y Floch elevó la ceja curioso. – Escuche que la mujer asiática está encarcelada y tiene que acatar órdenes ¿Podrías?

Silencio.

-Un heredero Hizuru... - Una idea se iluminó en Floch.

-¿Eso es un sí? ¿Puedo pasar una noche con esa mujer?

- Ella tiene la noche ocupada. – Agudizó su mirada y miró de mala manera al hombre. – Además, somos los salvadores de Eldia, no tiranos.

Floch dejó algunas botellas de alcohol con Eren, quien ya se encontraba bebiendo en solitario y bajó las escaleras hacia las carceletas.

...

Eren se encontraba recostado en la mesa de la habitación, ligeramente ebrio. Tras él, se encontraba la cama pero no se le apetecía para nada intentar dormir. No podía. Escuchó un llamado desde afuera. Era Floch. Le ordenó entrar y el pelirrojo lo hizo mostrando la llave de la habitación en la que se encontraba. Después de todo era el encargado de todo ese tipo de logística.

-¿Qué quieres? Ya es muy noche y no quiero saber nada de tu propuesta de prostitutas. Eso no me gusta.

-Por eso he traído a una opción de la que no te puedes negar. – Eren observó como Floch empujaba a una mujer dentro de su habitación y cerraba la puerta con llave. – Procura disfrutar esta noche Eren y piensa en la vergüenza que pasaran los orientales al saber que su último descendiente es tuyo. – Los pasos de Floch se alejaron.

No prestó atención en la mujer hasta ese momento, pensó que era una de las mujeres que llegaron, pero al mirar hacia arriba se sorprendió al ver a la chica que había profesado su odio horas antes. La pelinegra se encontraba con las manos amarradas hacia atrás y un pañuelo alrededor de sus labios, amordazándola. Le llamó la atención que sus labios se encontraban pintados de rojo. Decidió ignorar su mirada y siguió observándola: Usaba un vestido de escote cuadrado que llegaba bajo sus rodillas, medias blancas que se perdían en el vestido y un corsé café que ajustaba su cuerpo, ya esbelto, haciendo que su postura se enderezara y sus pechos destacaran en el escote. No traía nada bajo el vestido y se notaba.

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