El Gil de mi Ex | Kookmin

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[Maratón 2/2]

Una notificación me sacó de mis pensamientos depresivos, se había acabado el tiempo del "no molestar".

Agarré el celular para ver que había llegado. Tenía miles de mensajes de Seokjin, Yoongi y Hoseok, por separado y en los grupos de Instagram y WhatsApp, además de un montón de llamadas perdidas por cualquier aplicación por la que se pudieran hacer. Incluso tenía links a reuniones de Zoom.

Bloqueé el celular con frustración y volví a dejarlo en el velador. No había hablado con ninguno de los weones desde que me vine a mi casa, así que tampoco había tenido ánimos como para reclamarles por nada, pero sabía que a penas los viera me iba a dar la wea.

Alcancé a guardar la foto en el cajón del velador cuando tocaron la puerta de nuevo.

—Aún no termino el ensayo mami.

—No soy la tía —Me enderecé en la cama al escuchar su voz.

Tenía el descaro de venir después de todo, el mismísimo.

—¿Puedo pasar? —Preguntó después de un rato en silencio.

—No —Me acomodé otra vez, tapándome hasta las orejas con una frazada que tenía a los pies de la cama.

—Por favor —Insistió. Podía imaginar que estaba haciendo un puchero al otro lado de la puerta.

—Ándate.

—Ya po, Jimin.

—No, weon, ándate —Levanté la voz, tratando igual de que mi mamá no me escuchara o me iba a lavar la boca con jabón por ordinario y a retar por tratar así a su niño.

El weon entró igual a mi pieza, por suerte gracias a la frazada no podía ver la cara de muerto que tenía.

—¿Me vai a dejar explicarte lo qué pasó? —Preguntó a modo de suplica, sentándose a los pies de la cama.

—Ya te dije que te fuerai —Aproveché para patearlo para que entendiera que no lo quería sentado en mi cama, pero no se movió.

—Jimin, perdóname —De verdad se escuchaba arrepentido, pero mi enojo me ganaba por mucho, y el orgullo también.

—No, weon, ya —Me saqué la frazada de encima y me senté en la cama para mirarlo a los ojos, pero él estaba mirando al suelo— Estái aquí pidiéndome perdón porque me di cuenta, porque si yo no hubiera visto al Jungkook en toda la vida, nunca me hubierai dicho que volvió, ¿o no? —Se quedó callado— El Jungkook volvió hace quizá cuanto y tú no fuiste capaz de decirme, ni siquiera un "Oye, Jimin, mi hermano volvió, por si lo ves en algún momento", nada.

—Las cosas no fueron así —Se excusó.

—¿Entonces cómo fueron?, ¿Yo vi mal?, ¿Jungkook no volvió de verdad y sólo fue alucinación mía?, en una de esas me comí uno de los quequitos mágicos del Yoongi y no me di cuenta, ¿o la verdad si estaba ahí pero vino de pasadita? —Volví a preguntar antes de responderme yo solo— Se devolvió porque tenía antojo de un completo del vecinito, pero ya se va, y por eso no me quisiste contar, porque pa' qué.

—Sabía que sí te decía que volvió te ibai a poner mal —Trató de ponerme la mano en la pierna por sobre la frazada, pero yo la moví.