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Día uno: 01/11/2020.

Miré en dirección a la profesora Sprout, la cual ayudaba a Seamus a realizar la lección de hoy: investigar una Tentácula Venenosa. La planta parecía haberse enojado con él y lo atacaba cada vez que este se distraía.

Aproveché la falta de atención que la profesora nos dirigía al resto -y que Hermione peleaba con Ron sobre cómo se pronunciaba el hechizo Diffindo-, para escabullirme entre mis demás compañeros y las odiosas plantas. Logré salir del invernadero y apenas estuve fuera, la ví.

Sentada en una banca, rodeada por algunos libros y otros estudiantes de su año, Ginny Weasley jugaba distraídamente con su varita mientras ojeaba unos pergaminos que llevaba en una de sus manos. 

Me acerqué y me senté a su lado.

—¡Hey! —la saludé.

Ella me ignoró categóricamente, como últimamente solía hacer. 

—¿Esperas la llegada de la profesora McGonagall? —pregunté, queriendo iniciar una conversación.

Y volvió a ignorarme, al parecer quería hacérmela difícil.

—¡Ginny!

La pelirroja junto a mí soltó un suspiro apesumbrado y, sin apartar la vista de sus pergaminos, suelta: —Creí haberte pedido que no me molestaras más.

—Y yo creo haberte pedido cien días para lograr que me creas —le recuerdo.

Ella suelta un bufido y se hace un moño en el cabello, sujetándolo con su varita. Luego ladea su cabeza y fija sus grandes y marrones ojos en mí, incitándome a hablar -seguramente para que me vaya rápido-.

—Tu cabello —suelto, sin titubeos.

—¿Ah? —pregunta, confundida.

—Tu cabello, amo tu cabello —confesé, acomodando un mechón de su pelirrojo cabello detrás de su oreja—. Me gusta su color rojo, como el de una llameante flama de fuego. Me gusta cuando lo llevas suelto, en una trenza o mal atado. Me gusta su olor floral. Y por todo eso es que, tu cabello, es la razón número uno para amarte.

Observé su rostro, aparentemente imperturbable. Pero Ginny era transparente para mí y podía notar, en sus ojos levemente más abiertos de lo normal, en sus labios que temblaban de manera discreta, en su apenas visible sonrojo y en su pausada respiración, que lo que le había dicho realmente había causado impacto en ella.

—¡Harry James Potter! —gritó alguien, justo al momento en que la pelirroja frente a mí abría la boca para decir algo.

Que oportuno.

Ambos volteamos rápidamente, encontrándonos con la profesora Pomona Sprout de pie frente a nosotros con los brazos en jarra y el ceño levemente fruncido. Detrás de ella se podía ver como todos los estudiantes que había allí cerca -incluidos mis compañeros y mejores amigos, que asomaban sus cabezas por las puertas del invernadero- se detenían a mirar la escena. 

Me puse de pie con rapidez y sonreí con inocencia.

—¡Profesora Sprout! —exclamé, con el mismo tono inocente que usaban mi padre y mi hermana cuando mamá los atrapaba robando galletas de la cocina a altas horas de la noche.

—A clase, ahora —ordenó ella, severa.

—Claro, profesora —acepté con rapidez.

Ella volteó para comenzar a caminar hacia el invernadero, conmigo detrás. Pero, antes de adentrarme allí para continuar con la lección de las Tentáculas Venenosas, volteé a ver a Ginny con una amplia sonrisa grabada en el rostro.

—¡Ahora solo faltan noventa y nueve razones! —le grité.

Ella reprimió una sonrisa y se ocultó entre los pergaminos, mientras que todos a su alrededor nos miraban con curiosidad. Yo entré al invernadero sin explicar nada, las personas no necesitaban saberlo todo.

Chismosos.

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¡Hola! ¡Aquí deposito el capítulo 1!

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Algua duda al respecto?

Si buscan 01/11/2020 en el calendario, verán que fue domingo. Pero me valió y aquí cambio eso para que el primer capítulo sea en un día de semana; es decir que se usarán las fechas del presente, pero los días no coincidirán con ellas. En fin, solo para aquellos que querían decirme que los domingos no hay clases en Hogwarts: lo sé.

Instagram: @ginweasley.

¡Gracias por leer! ¡Los amoo! ¡Nos leemos pronto!

Bye: -GinWeasley1.❤



100 días, 100 razones para amarte. | Harry x Ginny.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora