bueno y malo

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La sangre escurría por sus heridas abiertas. Tony colgaba de esas cadenas oxidadas, en aquel oscuro lugar que olía a putrefacción. Su rostro descompuesto por el llanto y el dolor era digno de un cuadro de horror. Le dolía cada hueso, cada músculo, lo había maltratado a tal grado que Tony supo que no saldría con vida de allí.

¿por qué se tomaba tanto tiempo?

Lo había violado y sometido tantas veces que su entrada ardía, con una punzada constante.

El rubio ingreso afilando su navaja por la pared de piedra. Tony gimió y cada célula de su cuerpo de paralizo de terror.

Otra vez no

-Mátame-Sollozo cuando el rubio se le puso enfrente- hazlo por favor-imploro. Las lágrimas arrastraban la suciedad de su rostro, cayendo al suelo para mezclarse con la sangre y orines.

-No mi amor-Dijo el rubio con sus ojos dementes -No puedo deshacerme de ti tan rápido-Paso la hoja del cuchillo sobre la mejilla de Tony, este sintió el gélido metal, rogando que esta vez se hundiera en su corazón. -Eres exquisito, bebé

-¿Pensé que me amabas ?-hablo con la garganta reseca, casi afónico de tanto gritar por auxilio

-Lo hago bebé, tanto que me intranquiliza, me distraer de mi deber, cariño-tomo el mentón de su víctima presionado levemente -No sabes cuánto te amo, Tony-Se aproxima casi en cámara lenta para besar esos labios maltratados que eran su puerta al infierno.

Capitán Hydra tenía una larga lista de víctimas desafortunadas, desde joven supo a que vino al mundo.
Limpiarlo, siendo juez y verdugo.

Pero Tony era una situación excepcional, Todo en el moreno despertaba sentimientos en su oscuro corazón. Desde siempre, desde niños





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El pequeño Tony se escondió debajo de su cama con su oso de peluche, rezando a diosito que Jarvis no lo hállase, y menos su padre.

Esa tarde los Rogers los visitarían, la pareja solía ser agradable y destilaban una felicidad envidiable.La típica familia perfecta que hacía resaltar lo imperfecta que era la suya.

Junto con ellos vendrían sus dos hijos gemelos. Steve y Chris. Dos gotas de agua, cuando estaban frente a frente, Tony jurarían que era un espejo, pero no.
Ni su padres tenían ese don que Tony si, él poder diferenciarlos.
Chris era su amigo sin esfuerzos, amable y compañero, pero Steve resultaba ser lo contrario, egoísta y manipulador. Detestaba el hecho que su hermano fraternizara con alguien más. A su corto diez años se había metido en varias peleas escolares. Y era toda una decepción para su padre.

-señorito Anthony, ya vi sus zapatos debajo de la cama, el señor Stark quiere que se vista casual y baje a recibir al matrimonio Rogers con sus hijos.

No tuvo más remedio que acceder antes de que su padre enfurezca. Tony, bajo los escalones apretando su peluche .

La pulcridad de los Rogers lo abrumó, sobre todo después de sentir esa mirada azul filoso sobre él. Se sintió diminuto, casi minúsculo.

-Oh Tony -le dijo su madre al final de las escaleras-Sal a jugar con Steve y Chris, enséñales los conejitos que papá te regalo.

-¡Hola Tonyyyy!-Corrió Chris a sujetarle la mano para arrastrarlo hacia la puerta trasera - quiero ver ese conejito, en casa no podemos tener animales porque mamá es alérgica.

Desaparecieron tras la puerta ante la mirada inquisitiva del gemelo restante, quien veía reflejado en los ojos de Tony el desprecio que le tenía, así como el amor que sentía por su hermano.

Ámame , TonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora