Apocalipsis Zombie (Karmaland) [[CANCELADA]]

Capítulo 7

Luzu estaba cayendo lentamente, sentía como el aire le golpea al caer. Diez segundos después, con el miedo y el dolor a flor de piel sintió como el suelo le golpea con fuerza, haciendo que la oscuridad le envolviera.

-¡Luzu!- gritó Lana mientras que salía corriendo hacia el sitio donde había caído.

Todos los supervivientes excepto Auron cogieron las ramas y siguieron a la chica para ir a socorrer a su amigo. Auron se encontraba en el suelo, devastado, mientras que pensaba:

-He matado a alguien... Y por mi culpa... Luzu ha muerto...

El chico sentía como si su corazón se oprimiera cada vez que por su mente se repetía la escena que acaba de vivir.

-¿Por qué apreté el gatillo? - susurró Auron mientras amargas lágrimas empezaban a caer por su rostro- He matado a Luzu; es mi culpa...

Mientras tanto los demás del grupo estaban corriendo hacia el lugar donde el castaño había aterrizado. En cuanto llegaron a su lado, Isis se agachó para comprobar si seguía vivo. Todos contenieron la respiración, mientras sentía como la tristeza los inundaba cada vez más mientras esperaban a que Isis les comunicara si estaba bien.

-Esta débil pero está vivo. - anunció la peli negra dejando por fin respirar con tranquilidad al resto del grupo.

Lana se agachó junto su marido y lo abrazó con fuerza mientras que lloraba desconsoladamente. El resto del grupo excepto Isis se quedó ahí observando la escena por si tenían que proteger a la pareja Luzana.

Isis entró en el edificio y se dirigió a donde Auron se encontraba aún en shock sin querer creerse que había quitado una vida humana. La chica se agachó junto a él mientras que lo abrazaba levemente tratando de tranquilizarlo.

-He matado a Luzu... Es mi culpa...

-Él está vivo. Se recuperará. Se que te sientes mal conozco el sentimiento.

-No lo haces... He matado a alguien... Soy un monstruo.

-No lo eres... Fue en defensa propia y para tu información si que conozco lo que sientes y jamás se irá... Solo aprendes a vivir con ello- le dijo Isis con los ojos llorosos.

-¿Tú...?

-Si... He matado a alguien... No es algo de lo que este orgullosa y tarde mucho tiempo en dejar de pensar en ello todo el tiempo pero bueno aquí estoy.

-¿Qué paso? Si es qué puedo saberlo, claro está.

Isis cerró los ojos tomando una gran bocanada de aire antes de abrir la boca y empezar a hablar:

-Yo tenía 23 años cuando sucedió... Yo vivía sola, me había ido de la casa de mis padres 3 meses atrás, y no podía permitirme más que un pequeño estudio en una zona peligrosa de la ciudad. Eran las dos de la mañana y me dirigía a casa después de una fiesta de la universidad.

Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas mientras que empezaba a temblar levemente ante el recuerdo:

-Recuerdo esa noche con todo tipo de detalles... Hacía frío, no había ni una sola persona en la calle... Bueno, excepto un chico... Era alto de ojos azules y el pelo rubio... Él se acercó a mi y me apuntó con su pistola. Yo le dije que le daría todo mi dinero y todo lo que tenía de valor y que no le diría su identidad a la policía si no me hacía daño pero él negó con la cabeza mientras que se reía de mi proposición. Él quería matarme sin darme la oportunidad de vivir, me iba a torturar hasta la muerte... Así que en un momento de distracción por su parte empecé a huir. El chico me persiguió y empezó a dispararme mientras que yo como pude evitaba las balas. En ese momento lo vi: Una barra de metal al alcance de mi mano, a dos metros de mí. Cogí la barra y me escondí detrás de un coche esperando con miedo a que el chico se acercara. El momento aunque fue muy rápido lo recuerdo como si hubiera pasado en cámara lenta... El chico asomó la cabeza divertido sin saber que yo tenía un arma y en cuanto lo vi le di con fuerza en el cuello... Recuerdo lo caliente que estaba la sangre del chico cuando llego a mi cara, mis manos... Y que él se trató de levantar antes de levantar la barra por encima de mis hombros y volver a bajarlo con fuerza hacia su cabeza haciendo que muriera... No hay día que no despierte con la imagen mental de el chico muerto en el suelo con los ojos abiertos con sorpresa y una brecha en la cabeza por donde salía un pequeño trozo de su cerebro y la sensación horrible de que había matado a alguien... Aunque fuera en defensa propia... Matar a alguien es la peor experiencia de mi vida y probablemente lo será de la tuya pero por lo menos nos tenemos a nosotros para apoyarnos... Los demás dirán cosas para tratar de animarte y tratarán de entenderte pero no lo harán... Solo nosotros los que comparten tu dolor llegarán a comprenderte. Y eso es lo que queremos... Que ellos jamas nos comprendan, que nunca tengan que vivir lo que nosotros, que jamás pierdan su inocencia...

Auron la miró con tristeza antes de que los dos se abrazaran mientras que lloraban tratando de no colapsarse.

(...)

Había pasado una semana desde el incidente y Luzu aún se encontraba recuperándose. El castaño había despertado un par de veces durante la semana pero a causa de su estado de debilidad acababa rindiéndose a la oscuridad tras unos pocos minutos.

La moral del grupo estaba muy baja no solo por lo de Luzu si no por que habían salido a buscar a Sisi, Aroia, Violeta, Cristinini y Sara y no habían encontrado rastro alguno de las chicas. Además Auron horrorizado por lo que había hecho se negaba a comer o beber agua argumentado que así la gente que merecía vivir tendrían recursos por más tiempo y la única persona que podía convencerle era Isis, la cual trataba de tranquilizarlo mientras que cuidaba de las heridas de Luzu.

-Venga, Auron... Tienes que comer. No por ti, ni por mi, sino por Sara. No querrás que se deprima cuando te mueras de hambre, ¿verdad?

El castaño negó con la cabeza.

-Pues entonces, come - insistió la pelinegra mientras le extendía una taza con atún enlatado.

-Ya voy, ya voy... - dijo Raúl empezando a comer el atún que había en su taza de color blanco.

-Si me entero de que no has comido te las verás conmigo- amenazó Isis.

La pelinegra de mechas azules se fue del lugar dirigiéndose a la habitación donde se encontraba el inconsciente Luzu. Le tomó la temperatura viendo que esta había bajado considerablemente, dándose cuenta en ese momento que los ojos del pelicastaño se estaban empezando a abrir. Se acercó a la puerta rápidamente dispuesta a llamar a los demás.

-¡Chicos! ¡Luzu despertó!

Antes esas palabras todos vinieron corriendo, dejando a Lana pasar primero, la cual se tiró sobre su amado y empezó a abrazarlo con lágrimas de felicidad en lo ojos.

-Borja! I am so glad that you are ok... I was so worried about you.

Luzu se removió en su abrazo, alejando a Lanita de su lado y diciendo alterado:

-¡¿Quién eres?! ¡¿Dónde estoy?! ¡¿Qué me habéis hecho?!

-Luzu? Are you ok?

El castaño los vio asustado haciéndose bolita en la cama, alejándose lo más posible de los supervivientes y en ese momento Isis entendió lo que pasaba:

-Chicos... Creo que ha perdido la memoria.