Apocalipsis Zombie (Karmaland) [[CANCELADA]]

Capítulo 9

-¿Sara? ¿Violeta?- preguntó Perxitaa observando a las dos chicas sorprendido.

-¿Perxas?- preguntó Violeta a la par que corría hacia su novio y lo abrazaba con fuerzas- No me puedo creer que estes bien, que estés aquí conmigo, parece un sueño hecho realidad.

Mientras que la pareja se reencontraba Sara fue a abrazar a los demás chicos contenta mientras que observaba a su alrededor buscando a alguien más.

-No está aquí- dijo de la nada Reborn.

-¿Qué?

-Auron, no está.

-¿Él-Él murió?

-No, solo que no sabemos dónde está- dijo el otaku del grupo.

-Él estaba en él Media Fest... ¡Tenemos que ir a buscarlo!

-Ya lo buscamos- dijo Axozer- Pero, no estaba allí, ni su cadáver ni él como zombie, solo nada.

-Nuestra teoría es que el wey escapó- añadió Pato.

Los ojos de Biyin se llenaron de lágrimas, a la par que empezaba a temblar al imaginarse lo que le podría haber pasado a su novio. El de cresta se acercó a ella, rodeándola con sus brazos en un tierno abrazo y diciéndole:

-Sé que estás preocupada, todos lo estamos, pero estoy seguro que está bien. Créeme, lo está. Lo volverás a ver dentro de poco, tranquila.

Todos se quedaron en un silencio, lleno de tristeza, durante unos minutos hasta que Reborn dijo:

-Nos tenemos que ir... No es seguro que nos quedemos, la última vez había demasiados zombies. Chicas, ¿venís con nosotros?

Violeta y Sara se miraron brevemente antes de mirar a los chicos y asentir. Salieron en silencio de la tienda, para no alertar a los zombies de sus alrededores, entrando a la furgoneta negra que "pertenecía" a los chicos. Pato se sentó en el asiento del conductor, cerrando las puertas con seguro al ver que ya todos habían entrado.

Se empezaron a mover, lentamente para no alertar a las bestias, dirigiéndose hacia la base de los chicos.

-¿A dónde vamos?- preguntó Sara curiosa.

-A casa- contestó el de traje viendo triste (por lo de Nia) el paisaje por la ventana.

Tras veinte minutos Pato paró el vehículo, quedando enfrente de una montaña que tenía una pequeña trampilla en su cúspide.

Bajaron de la furgoneta, caminando hacia la trampilla, la cuál fue abierta con una extraña llave por Momon.

-Pasen señoritas - habló el amante de los animes, a lo que las jóvenes rieron levemente y entraron a la base.

Bajaron por unas escaleras de mano durante un breve minuto, al llegar al piso, ambas chicas se giraron, observando maravilladas la "casa" de sus nuevos compañeros.

Era un búnker de paredes de hormigón, tan grande como dos campos de fútbol, estando varias habitaciones separadas por los que parecían biombos de estilo chino. El suelo, también de hormigón, estaba recubierto por una alfombra roja con toques dorados, dándole calidez al lugar. El lugar estaba iluminado por unas bombillas normales, demás de luces de navidad que recorrían todas la paredes, iluminando no solo la sala si no los corazones de sus habitantes.

-Wow, esto es... Hermoso - habló la chica de ojos grises (Sara), empezando a moverse por aquel búnker, observando los detalles de este.

-¿Cómo encontraron este lugar? - preguntó curiosa la de pelo marrón, dirigiéndose al grupo de chicos que se encontraban atrás suya.