1 - My Vampire System

Capítulo 16 - Una nueva apariencia

Las clases del día finalmente habían terminado, ya que era el primer día, la mayoría de las clases eran solo presentaciones y sobre lo que aprenderían durante su tiempo en la escuela.

Peter y Quinn hicieron todo lo posible para evitar a la mayoría de los otros estudiantes durante el día y parecía que después de todo lo que habían pasado, no se iban a meter en más problemas.

Una vez terminadas las clases llegó el momento de ir a cenar. Quinn todavía tenía hambre en el estómago, por lo que estaba deseando cenar más de lo habitual. Esta vez, Quinn y Peter se sentaron solos en una mesa en el área de bajo nivel. Entonces Peter comenzó a mirar alrededor de la habitación como si estuviera tratando de localizar a alguien.

"No veo a Vorden por ningún lado, ¿crees que está bien?" Preguntó Peter.

Quinn luego exploró la habitación y él tampoco pudo ver a Vorden en la cantina.

"No me preocuparía demasiado por eso, créeme cuando digo esto, pero él está mucho más seguro que nosotros en esta escuela".

Los dos continuaron comiendo y una vez que terminaron de cenar decidieron regresar a su dormitorio. Para su sorpresa, Vorden ya estaba en el dormitorio solo, acostado en su cama.

Cuando los dos cerraron la puerta detrás de ellos, Vorden levantó la cabeza e inmediatamente sonrió a Peter y Quinn.

"Hey, he estado esperando por ustedes dos por un tiempo", dijo Vorden mientras se levantaba de la cama. "Quería pedir perdón por lo de antes, no estaba enojado con ustedes, sino con toda esta situación".

Cuando Vorden se levantó de la cama, Quinn notó una leve marca en un lado del rostro de Vorden. Estaba un poco rojo y un poco hinchado.

"¿Que le pasó a tu cara?" Preguntó Peter.

"¿Oh esto?" Vorden dijo mientras tocaba la marca. "Me metí en una pequeña pelea, pero no te preocupes, no perdí. No tienes que preocuparte por mí, soy fuerte".

Entonces, de repente, se escuchó un fuerte gruñido en la habitación. Peter y Vorden inmediatamente miraron a Quinn, cuyo rostro se había puesto rojo brillante.

"Lo siento, supongo que todavía tengo hambre después de la cena", dijo Quinn riendo nerviosamente.

"¿Por qué no agarras algo de la tienda de conveniencia, no está muy lejos?" Dijo Vorden.

Quinn miró su reloj y se dio cuenta de que incluso si iba a la tienda a comprar algo, no podría comprar nada en primer lugar ya que no tenía créditos, pero antes de que pudiera decir nada, Vorden había venido. y golpeó su reloj contra el de Quinn.

"Transferencia de diez créditos exitosa" Sonó la notificación.

"Ni siquiera digas nada y ve por algo", dijo Vorden con una sonrisa.

"Gracias."

Con eso, Quinn dejó a Peter y Vorden solos, mientras Quinn se apresuraba a ir a la tienda. La tienda de conveniencia no estaba muy lejos de la escuela militar. Si saliera, le tomaría alrededor de 20 minutos.

En el frente de la escuela había una puerta enorme que tenía dos guardias en la entrada en todo momento, solo los estudiantes, maestros y cierto personal militar podían ingresar a los terrenos de la escuela. Entonces, cuando salía, los estudiantes debían mostrar su reloj de pulsera al guardia y lo mismo al ingresar nuevamente.

Una vez que pasaron las puertas, Quinn decidió probar cuánto eran realmente diez puntos de resistencia. Comenzó a trotar a un ritmo relativamente rápido hacia la tienda de conveniencia. Después de correr durante unos 5 minutos se dio cuenta de que no estaba sin aliento ni nada de lo que normalmente estaría.

Decidió correr aún más rápido y finalmente llegó a la tienda en 7 minutos.

"Creo que estaba haciendo alrededor de un kilómetro en menos de cinco minutos, y ni siquiera estoy sin aliento". Pensó Quinn.

Las estadísticas que le dieron eran las del cuerpo de un atleta, no era el mismo cuerpo débil que tenía antes, pero al mismo tiempo, no era un cuerpo sobrenatural que sobrepasaba los límites humanos.

Otra cosa que notó mientras corría de noche, podía ver todo súper claro. Incluso cuando no había farolas, era como si la luna lo hubiera iluminado todo. Una especie de visión nocturna.

<Tu hambre crece ligeramente>

"Lo sé, no necesito que el sistema me diga cuando tengo hambre".

Cuando Quinn entró en la tienda de conveniencia, fue y tomó algunos de sus bocadillos favoritos. Un poco de helado y papas fritas a altas horas de la noche Fue entonces cuando de repente vio a Rylee y sus amigos en la misma tienda al otro lado del pasillo.

Quinn se agachó en silencio y esperó a que terminaran de comprar antes de hacer cualquier otra cosa.

"Qué suerte, pensé que tendría que localizarlo, pero parece que ha venido directamente a mí".

Mientras Quinn se escondía, notó que estaba en medio de la sección de máscaras. Había una máscara en particular que le llamó la atención. Era una máscara completamente negra que cubría la mitad superior de la cara para que se pudiera ver la boca. A través de la máscara había salpicaduras de sangre.

"Un poco espeluznante".

Una vez que Rylee y los demás salieron de la tienda, Quinn decidió tomar la máscara y los bocadillos y colocarlos en el mostrador.

Layla, que también estaba en la tienda, notó la máscara que había comprado Quinn.

"¿Qué diablos? Todavía no es Halloween, ¿qué está haciendo comprando una máscara como esa?" pensó.

Layla decidió continuar siguiendo a Quinn mientras Quinn estaba ocupada siguiendo a Rylee y sus amigos.

"Oye, vamos a tirar al aro en el parque, ¿quieres unirte?" Preguntó uno de los chicos.

"No, sabes que mi habilidad es inútil para jugar juegos como ese." Rylee respondió: "Creo que simplemente regresaré y esperaré en la puerta de la escuela, a ver si hay más tontos de los que pueda sacar algunos créditos".

Los otros dos chicos se miraron, sabían que lo que estaban haciendo estaba mal pero solo lo hacían porque ellos mismos no querían ser golpeados por un nivel de poder superior. Donde parecía que Rylee estaba empezando a obtener un poco de placer intimidando a los más débiles que él.

Rylee comenzó a regresar a la escuela y finalmente llegó a un pequeño parque en el camino de regreso. Un área que estaba completamente vacía de gente y tenía muy pocas luces. También había muchos árboles para que Quinn se escondiera.

"Es la hora del espectáculo", dijo Quinn mientras se ponía la máscara en la cara.