1 - My Vampire System

140 - Familia Sanguinis

140 - Familia Sanguinis

Caminando por la calle con su mochila en la mano, Fex sonreía ampliamente. Su abuelo lo había cuidado casi toda su vida y solo hacía unos años había decidido entrar en un sueño eterno y ceder el control de la familia al padre de Fex.

Pero Fex nunca olvidó las historias que solía contarle su abuelo, las innumerables cosas que la tierra tenía para ofrecerles como vampiros. Por supuesto, habían pasado muchos años desde que su abuelo había visitado la tierra, pero de lo único de lo que nunca dejaría de hablar era de esta bebida llamada vino.

Por eso Fex lo puso en la parte superior de su lista de tareas pendientes cuando finalmente visitaría la Tierra.

"Te están siguiendo, ¿sabes?", Dijo Ham.

"Sí, puedo decirlo", respondió Fex.

"¿La familia ya nos encontró?" Preguntó Ham.

Fex comenzó a olfatear el aire cuando notó que había al menos cuatro personas siguiéndolos desde la distancia.

"No, no huelen a vampiros, lo más probable es que sean humanos. ¿Pero por qué nos siguen?" Fex dijo.

Aunque Fex no prestó mucha atención durante sus lecciones, hubo una ley que se le clavó en la cabeza. Nunca, bajo ninguna circunstancia, te reveles a los humanos. Si descubren lo que eres, solo tienes dos opciones. Tráelos de vuelta para convertirlos en pura sangre, o mátalos.

Ahora mismo estaba seguro de que no había hecho nada que lo hiciera parecer sospechoso. Aunque había una ley que prohibía revelar que eres un vampiro, no existía tal ley que dijera nada sobre pelear con humanos. Fex decidió doblar una esquina hacia un callejón oscuro, para enfrentarse a los humanos que lo seguían.

"Sé que me estás siguiendo." Fex dijo. "¿Es porque compré esto?" Levantó la bolsa de plástico que contenía la botella de vino.

"Mira, sé que los tiempos son difíciles, pero escuché que las ciudades eran bastante ricas, si quieres puedo comprarte otra botella". Ofreció Fex.

Los dos hombres se acercaron a Fex. "Relájate, no estamos buscando problemas". Uno de ellos dijo. "¿Solo queremos confirmar su edad y si tiene alguna identificación?" El otro dijo.

"Se trata de mi edad de nuevo, ¿qué pasa con este lugar? Ya dije que tengo 16 años y sobre la identificación debí haberla perdido en alguna parte". Fex exclamó.

Luego, los dos hombres se miraron. Cuando la gente trataba de evitar el servicio militar, era bastante común que se deshicieran de sus identificaciones. Intentarían vivir su vida por otros medios sin mostrar nunca su tarjeta de identificación.

Pero Fex parecía joven y también les había confirmado su edad. No se necesitaban más cuestionamientos, las acciones que tenían que tomar estaban claras.

"Dispara cuando estés listo". Dijo el primer hombre.

Parece que tendré que luchar para salir de este. Pensó Fex. Pero sabía que tenía que tener cuidado de no usar ninguna de sus habilidades de vampiro. Pero eso no significaba que tuviera que abstenerse de usar sus habilidades habituales.

Dio un paso adelante y sintió un pequeño dolor agudo en el costado de su cuello.

"¿Qué diablos ...? ”Mientras miraba hacia un lado notó que algo que parecía un dardo había sido disparado en su cuello, dentro del dardo se podía ver un líquido verde.

"¿Por qué de repente ... me siento ... tan ... débil..." Sus ojos comenzaron a cerrarse y se derrumbó en el suelo.

Los dos hombres se acercaron al niño dormido. "Afortunadamente, él no tenía la habilidad de endurecerse, estaba listo para meterme en un lío". Dijo uno de los hombres.

****

De vuelta en el castillo, cierto hombre estaba sentado en una gran silla con forma de trono. En su mano izquierda, un solo vaso contenía un líquido rojo en su interior. Mientras su otra mano estaba ocupada dando golpecitos inquietos en el brazo de su silla.

El hombre parecía la versión madura de Fex, eran casi idénticos a excepción de la perilla que cubría levemente su barbilla. Mientras estaba sentado en la silla, tenía el ceño fruncido. Este hombre era el padre de Fex, Lee, Lee Sanguinis.

"¿Hay alguna actualización?" Él dijo.

Arrodillándose frente a él estaban cinco de sus subordinados.

"Sí Sir Lee, descubrimos que Fex ha llegado a la ciudad de Toklon. Desafortunadamente, parece que los humanos han logrado llegar a él antes que nosotros, señor". Dijo uno de los subordinados.

En ese momento, Lee se golpeó la frente con la mano mientras continuaba negando con la cabeza.

"Ese chico será la ruina de esta familia". Dijo Lee. "El chico tonto nunca prestó atención a sus clases, sin embargo, siempre escuchó las locas historias de mi padre. ¿Sabemos a dónde lo han llevado?"

"Nuestros recursos dicen que lo llevaron a una de las bases militares, para ser admitido en la escuela militar. Cuando lo encontraron pensaron que era un evasor del servicio militar". El mismo subordinado respondió.

Lee estaba ocupado pensando en qué hacer. Si las otras familias se enteraban de lo sucedido, su familia se convertiría en el hazmerreír de la comunidad de vampiros. Aún más preocupante era que si se descubría su secreto, su familia también sería castigada.

Por suerte, parecía que la noticia aún no se había difundido. Las otras familias de vampiros estaban demasiado ocupadas discutiendo la nueva familia que había aparecido.

Lee luego miró a los cinco subordinados frente a él y estaba decidiendo a quién sería mejor enviar.

"Silver." Dijo Lee.

"Sí señor." Una subordinada respondió mientras se ponía de pie. Al igual que su nombre sugería, tenía el pelo largo y plateado brillante atado en una cola de caballo que casi le llegaba a las rodillas.

"Como eres la fiel Caballero de Sangre de la familia Sanguinis, te doy la tarea de recuperar y devolvernos Fex. Asegúrate de que nadie se entere. Eres libre de usar cualquier recurso de la familia como mejor te parezca".

Sliver luego se inclinó una vez más.

"Completaré mi tarea sin falta". Dijo ella, con confianza en su voz.

La reunión había terminado y cada uno de ellos había abandonado la habitación, dejando a Lee con sus propios pensamientos.

"El mundo humano eh, ha pasado mucho tiempo desde que me aventuré allí. Quizás esta sea una buena experiencia de aprendizaje para él". Al recordar su propio tiempo en la tierra, una rabia dentro de su cuerpo comenzó a consumirlo y el vaso que sostenía en su mano se hizo añicos. "¡Le enseñará cuán crueles son esos malditos humanos con los otros mundos!"