❝ 𝐊𝐲𝐨𝐣𝐮𝐫𝐨 𝐑𝐞𝐧𝐠𝐨𝐤𝐮 | 𝐎𝐧𝐞𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬 & 𝐏𝐫𝐞𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐞𝐬 ❞

㒪𝐓𝐡𝐞 𝐜𝐡𝐢𝐥𝐝 𝐰𝐡𝐨 𝐭𝐚𝐮𝐠𝐡𝐭 𝐭𝐡𝐞 𝐬𝐥𝐚𝐲𝐞𝐫 𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐯𝐞.

•Categoría: Oneshot.

•Advertencias: Fluff.

•Personaje: Kyojuro Rengoku.

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Era una bendición haber vuelto con vida al pueblo que algúna vez llamó "hogar", la tierra rojiza bajo sus pies se adhirió a los extremos colgantes del haori de fuego que llevaba sobre su espalda; con 20 años de edad y una gran suma de muertes de demonios guardadas en el filo de la nichirinto, nunca pareció ser suficiente para su padre.

La brisa en los árboles le permitió respirar profundamente antes de poder tocar un par de veces la puerta de la antigua casa, esbozó una gran y brillante sonrisa al saber que quién probablemente le daría la bienvenida sería Senjuro, su pequeño y maravilloso hermano a quién trató de cuidar en cada oportunidad que tuvo en su infancia.
-¡Ya voy, Kyojuro!- El mismo entusiasmo se reflejaba en su lejana voz. Las misiones en ese momento parecieron haber durado una eternidad, porque jamás extraño tanto a alguién como en esa ocasión. Una vez la puerta se abrió, Senjuro se lanzó a sus brazos con abundante amor y tristeza -¡Hermano, te extrañé! Creí que no volverías- Las lágrimas del niño humedecieron el impecable uniforme del rubio y una vez que sostuvo su cuerpo, cerró sus ojos y dejó su corazón descansar, apreciando el momento de estár en casa de nuevo.
-¡Te heché mucho de menos, Senjuro!- Sonrió a pesar de que sus lágrimas se deslizaron incontrolablemente -Pero estoy en casa ahora- Apretó a su hermano en un abrazo cálido y fraternal, que deseó no se rompiera nunca.
-¿No te irás de nuevo, oniisan?-
-¡No por ahora!- Rió -¡Fue un largo viaje!-
-Papá dijo que no volverías- Se apartó, mirándo a Kyojuro con los enormes ojos brillantes que le recordaban a su madre -¡Sabía que estaba equivocado, no podrías dejar a _____!- Dicho esto, el espadachín se arrodilló de inmediato y cubrió la boca de su hermano.
-Shhh, Senjuro- Le hizo gracia la situación momentáneamente -No hables de ella en voz alta o papá te escuchará- Las mejillas del joven estaban tan sonrojadas, su llegada pareció traer vida a ese lugar. Las risas llenas de alegría y anécdotas se desvanecieron cuándo la madera del suelo de la casa tradicional crujió, la firme y estricta voz del hombre provocó que ambos hermanos se pusieran de pié.
-Escuché lo suficiente para saber que has vuelto por las razones equivocadas-
-¡Otou san!- Hizo una reverencia en forma de respeto, su vista se mantuvo fija contra el suelo esperándo por una aceptación proveniente de su antecesor.
-Levantate, Kyojuro- Fueron las únicas palabras que mencionó para su hijo cuándo abrió paso hacía el pueblo.
-¡¿Dónde está ella?!- Elevó aún mas su voz para que él lograra escucharlo pero su pregunta fue ignorada, nada había cambiado ahí después de todo.
-Está con la señora Oyuki san- Senjuro colocó una de sus pequeñas manos sobre el brazo de su hermano.
-¡¿La anciana de la florería?!- El semblante de confusión en Kyojuro dió a entender la nula información que sabía.
-Papá alejó a _____ de aquí, dos meses después de que te marcharas. La gente en el pueblo comenzó a sospechar de lo que en realidad era ella-
-¿Cómo?- Jamás hubo tanta inquietud en los ojos del joven, los peores pensamientos cruzaron por su cabeza. ¿Habías hecho algo terrible? Después de todo, estaba en tu naturaleza.
-Bueno, con tu ausencia y la muerte de mamá, la gente frecuentó un poco más a papá día con día. Cuando papá y yo caminábamos por las calles, siempre nos saludaban con una hermosa sonrisa, hasta que se percataron de que _____ solo paseaba conmigo por las noches, fue que comenzarón a hacerle tantas preguntas a nuestro Otou san. Preguntas como ¿por qué una família de cazadores de demonios podrían estár protegiendo a un demonio bajo el techo de su propia casa?-
-¿Le hicieron daño algúno a _____?-
-No, ella está a salvo gracias a papá. Una noche decidió llevarla con Oyuki san, sabía que la anciana era ciega y amable y cuidaría bien de _____ chan-
-¡Debo ir a visitarla entonces!- Sonrió de inmediato y un brillo en sus ojos reavivó.
-¿Puedo ir contigo? _____ ya cambió mucho-
-¡Por supuesto, Senjuro kun!- Cargó a su hermano y lo situó sobre sus hombros -Desde allá arriba podrás guíarme ¿no es así?-
-Mi cabeza golpeará las ramas de los arboles- Ambos tan risueños siguieron el camino colina arriba.
-¿Senjuro?-
-¿Si?- Acomodó su barbilla con ternura sobre la cabeza del joven
-¿A qué te referías con que ______ cambió?-
-Bueno, es un poco mas alta y los kimonos ya no le quedan enormes, ahora parece que no son de su talla- Su forma de decirlo era de duda -Y siempre usa naranjas en su pecho debajo de sus prendas, no sé porque lo hace, quiere verse como las mujeres adultas-
-¿Naranjas? ¿A qué te refieres con naran....Oh- Todo le hizo sentido al final, su rostro se sonrojó por completo por la inocencia de su hermano.
-Creo que te seguirá gustando, oniisan. Es muy bonita, como mamá.-