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buenas! ya esta, desde aqui estan todos los capitulos que anteriormente habia subido, asi que el proximo capitulo es nuevo y ya por fin sabran algunas cosas, lo siento no puedo evitar lastimar un poco a ruben.

gracias a todos los que apoyan y sobre todo a los que leen y les gusta, muchos abrazos para todos

sin mas que decir, disfruten del capitulo!

Se despertó desorientado nuevamente sin ver nada, solo en negro, recordando los acontecimientos del día anterior, con una mueca marcara en sus labios, se levantó del sofá donde se había quedado a descansar, sintiendo que la manta que había tenía con él se caía al piso, la recogió y dejo en el sofá, comenzando a caminar con cautela, tropezando un poco con algún mueble, pudo subir a la escaleras y buscar sus cosas, con ayuda de su hada encontró ropa apropiada para el momento y camino hasta el baño que no le era difícil el camino, mientras se bañaba sintió el agua recorrer su cuerpo, acaricio sus cabellos con el shampoo, con cuidado de no tocar en exceso sus flores ni le entrada agua a sus orejas, demoraba más de lo que esperaba o eso esperaba él, como también ya le daba muy poca importancia.

Ahora el tiempo a Rubén le era irrelevante. Disfrutaría sus días como se fueran los últimos con una sonrisa en la cara, no quería preocupar a nadie y eso sería su meta, ahora más que nunca que sabía que en algún momento ya no se despertaría, dejaría buenos recuerdos para todos.

Se había distraído con su baño, pero al terminar se secó y vistió, suspiro cansado, tenía la mala sensación en su estómago, no sabía que esperar ahora, ya que sus amigos no son los mejores cuidando a la gente, sabía que ellos estaban preocupados y querían hacer algo para él pero ante tanta preocupación y atención hacia su persona le ponía nervioso, no sabía cómo actuar con ello.

Bajo con cuidado las escaleras contando los escalones, escucho con claridad los pasitos de Coringa y el suave ronquido que hacia su cerdito en el primer piso, iba tocando las paredes un poco para comenzar a orientarse, aún si sabía dónde estaba todo, perder de forma repentina su vista le ponía nervioso.

-Tranquilo. - murmuró hacia su oso que escuchaba gimotear por no ver, la angustia en su pecho le ponía tenso y nervioso.

Como podía, el hibrido se preparado su desayuno, teniendo un buen olfato le ayudaba a saber que estaba preparando, comenzando a mejorar en sus movimiento , teniendo una vista en su mente sobre su lugar.

Se preparó un té de manzanilla y un sándwich de atún, sencillo y no se lastimaría tanto, solo al tocar la tetera y el sentir el agua caliente cerca.

-Debo planear las cosas ahora. - se decía a sí mismo, pensó en las cosas que ahora debía hacer.-Primero que nada, volver a retomar mi andar y seguridad, debo estar siempre en alerta.

Cuando termino su desayuno, alimento a sus mascotas, tenía suerte que tenía la costumbre de llevar su espada a todas partes, así que sin dudarlo salió de su casa a pasos lentos, recordando de forma mentar cada cosa que sentía a su lado y así retomar de forma mental el cómo lucia su hogar. Yendo hacia la parte trasera de su hogar, decidió ir a algún lugar en especial, arriesgándose un poco con el asunto, sin embargo, no queriendo más problemas con sus compañeros, de su mochila que había dejado por suerte en el primer piso y fue una de las cosas con que choco con anterioridad, busco un papel, al sentir su textura, busco un lápiz, cosa que no le fue tan difícil, con cuidado comenzó a escribir un simple 'Di una vuelta'. No quería arruinar el papel con una frase más larga sabiendo que ni sabía si lo había escrito de forma correcta, pero la intención es lo que cuenta.

Al pegarlo en su puerta trasera, comenzó a caminar, guiándose por su instinto, cada paso fue cuidadoso, olía y movía sus orejas tratando de captar las cosas a su alrededor, oía con claridad sus propios pasos, el ruido del canto de los pájaros, algunos sonidos de animales como vacas y ovejas, camino, sintiendo que aun sin ver, su cuerpo sabia donde llevarlo, hasta que algo lo hizo sentir que había llegado a su destino, se sentó con cuidado a las orillas del acantilado, recordando cómo era el lugar, se sentó a pensar, a dejarse hundir en sus pensamientos por un rato, no negaba que se relajaba por completo ante el silencio y la extraña tranquilidad del lugar.

Sin Arrepentimiento (Rubegetta)T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora