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-Hey....tenemos que hablar.-dijo después de estar en silencio los dos.

Mangel le miro curioso pero asintió dejándolo pasar, Lolito lo miro y le sonrió suavemente, los dos chicos observaban al joven híbrido y sus flores que habían acumulado un poco más. Cuando ya estuvieron sentados en la sala, la pareja estaba tomada de la mano, Rubén les miraba contento, antes de suspirar.

-Sé que no debería pedir esto.-comenzó ansioso.-Como ven, mi vista se está perdiendo.-desvío la única mirada.

-¿Que pasa Rubius?.-pregunto Lolito viendo su reacción ansiosa.

-Yo....quería pedirle si pudieran adelantar el casamiento.-comento de forma directa, sorprendiendo a los chicos, sonrojándose volvió a hablar.-Como he dicho en un tiempo perderé la vista y no sabemos si volveré a ver, y yo quiero ver por mis propios ojos como se casa en su día más importante a mi mejor amigo, quiero ser el cura de la boda.-hablaba tímidamente.-Pero si no quieren esta...-fue rápidamente interrumpido por su amigo castaño que le había abrazo.

-¡No me importaría Rubén! Me haría muy feliz que seas el cura.-apretó el abrazo.

-Bueno, adelantar la boda es algo inesperado pero entiendo el punto-rio el peli naranjo.-Además si ya pronto pueda decir que mi niña es mío, que es mi bello esposo, no me quejó ehh.

Los tres rieron, el rubio lloro un poco y por primera vez ellos vieron como sus lágrimas se volvían sangrientas, este rápidamente saco su pañuelo y limpio el rastro de sangre.

-¿Estas bien?.-pregunto el de lentes preocupado.

-Sí, es un efecto secundario, por ahora solo es un lado pero quizás con el tiempo solo llorare sangre, trato de no llorar, ya que todas mis sudaderas son blancas y la sangre no se quita.-hizo un movimiento quitándole importancia, la pareja le miro preocupados pero no tocaron el tema.

Al contrario hablaron de la boda, debían hablar con los demás héroes, Rubén se quedó a cenar, recibió mensajes de sus hermanos sobre las caídas de la trampa, soltando una risita traviesa. Luego de aquello se despidió de los prometidos, caminando con cuidado hacia su casa, notando la sutileza del anochecer, llegaría justo a tiempo, pero igualmente saco su espada hasta estar seguro en su hogar. Ese día fue medianamente productivo, estaba contento con el hecho de que podría ver una de sus personas más importantes pasar en el altar con la persona que le hacía feliz, aun recordaba como tenia sentimientos románticos hacia Mangel, no se mentía a sí mismo, quizás si no hubiera sido un cobarde y se hubiera confesado estarían quizás juntos, porque tanto como él y el contrario tenían cierta atracción, los dos se gustaban, pero jamás dieron el paso necesario para avanzar en sus vidas. Pero tampoco se lamentaba por aquello, porque ante todo, su querido Mangel es su amigo de toda la vida y siempre lo seria, cada uno de esos integrantes a héroes eran sus personas preciosas, lamentaba que todo terminara de esta manera, toco sus flores, sacando una con cuidado viendo su color.

-Bueno llegue a arrepentirme de muchas cosas y el amor que siento por ti no es una de ellas.-sonrió con cierto cariño.-Vegetta...

Se acomodó en su cama junto a sus mascotas para caer rápidamente en los brazos de Morfeo. A la mañana siguiente fue a la reunión prevista con todos sobre el tema de la boda, los tres explicaron la situación, los comprometidos les fascinaba el hecho de tener una excusa de adelantar su boda, todos miraban preocupados al cura que les sonreía con tranquilidad, así que empezaron a repartirse los deberes, cada uno haría algo, con todo listo la reunión había acabado, pero cierto castaño se acercó al teñido.

-Rubius...-susurro.

-Está bien Luzu, de verdad no te preocupes.-le consoló mirándole su único ojo visible brillaba de felicidad.-Estoy bien.....

Sin Arrepentimiento (Rubegetta)T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora