La cita

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No sabía como sentirse después de la última misión; ni siquiera sabía si había avanzado un poco o retrocedido, tal vez había caído en un abismo sin salida.

Cualquiera fuera su respuesta, si de verdad le importaba encontrar alguna, tenía un objetivo claro: quería hacer algo que lo distinguiera.

Algo que marcara a Luce, que la hiciera mirar hacia él, que la dejara en shock. Quería que ella pusiera toda su atención en él, solo en él y no de forma amistosa.

Así que se había decidido, había visto a Gray y Erza hacer cosas como esas, y creía que él podía intentarlo; una Cita no tenía porqué ser algo tan difícil

Se sentó en el Bar y esperó a que Lucy apareciera.

- Ne Natsu- le llamo Mira con una leve sonrisa- ¿vas a tomar una misión?

- No, espero a Lucy.

La sonrisa de Natsu fue tan grande que Mira casi dudó en decirle lo que debería contarle.

- Ella pasó temprano en la mañana junto a Renji- le contó- fueron a buscar departamentos.

La mirada del chico se ensombreció y antes de que Mira pudiera decir algo, Cana apareció.

- ¿Lucy fue en una cita?

La mirada de Cana y Mira se fue directo a Natsu, sorprendidas ante el cambio de humor y su evidente decaimiento.

Y Mira, que había esperado años por ver algún tipo de señal en esa relación, sintió que esta no era la versión de Natsu que quería ver.

Ella quería que estuvieran juntos, pero se había rendido en juntarlos un tiempo atrás luego de ver la nula respuesta de ambos. Jamás pensó que la llegada de Renji pudiera gatillar aquello.

- Natsu tu...

- Sí- respondió- y ya no sé que más hacer.

La mirada de las chicas se suavizó, conscientes de que Natsu no tenía idea de lo que su amiga sentía por él y de que ellas no podían decirle nada al respecto.

Solo podían animarlo.

- Natsu- habló Cana- Solo debes ser tú; recuerda de Lucy está a tu lado por como eres.

Y como si eso fuera el combustible necesario, Natsu saltó de su asiento con renovadas energías. Cana tenía razón y él seguía dando pasos en falso por intentar ser quien no era.

Con Lucy solo necesitaba ser él, y decir las cosas a su manera.

No más juegos.

***

Ninguno de los dos pensó que buscar departamento sería una tarea tan agotadora; sus pies ardían, pero su amigo ya estaba instalado y contento.

Ingresó rápidamente a la ducha, dispuesta a relajarse y luego irse directo a su cama, lo necesitaba, realmente estaba muerta.

Agarró uno de sus libros, uno que Levi le había recomendado y se recostó en su cama; aún era temprano para irse a dormir, así que se puso ropa cómoda.

Natsu, como muchas veces, ingresó por la ventana; sin preocuparse si su rival estaba ahí. Y Lucy, ya acostumbrada, simplemente lo saludó y continuó su lectura.

Una divertida sonrisa se asomó en los labios del chico e inesperadamente le quitó el libro de las manos, tomó sus zapatillas y se echó a la chica al hombro, cual saco de papas.

No todo es lo que pareceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora