Has soñado con poder volar, Claire Moore no solo lo soñó, ella lo logró, a pesar de todo y de todos, siempre a sido capaz de cumplir casi todas sus metas. Su único gran problema es que lucha contra una sociedad en la que una chica XL no es bien vist...
Después de casi 7 hora de vuelo hacemos un aterrizaje perfecto en Moscú son las 4 pm, la tripulación y yo nos dirigimos al hotel donde descansaremos.
El vuelo fue tranquilo y conversé bastante con Evan, descubrí que vivió toda su vida en casas de acogidas hasta que ya casi con 10 años dos ancianos decidieron adoptarlo. Evan habló muy bien de ellos pero estos murieron su madre a sus 18 y padre cayó enfermo cuando el tenía 19 y murió 2 años después, tuvo que dejar sus estudios para cuidar de él, pero me dijo que no se arrepiente porque esos dos seres le dieron amor y comprensión.
Al morir el Sr. Clarck, Evan se enteró que era heredero de un fideicomiso el cual aún no ha querido cobrar, pues no ha encontrado en que invertirlo.
Descubrí que tiene 29 años, que ama la Navidad, y volar igual que yo.
Me platicó de su anterior trabajo y de que por eso estaba en Puerto Rico, me pidió perdón el por irse esa noche y que le encantaría repetirla.
-me preguntaba si quieres acompañarme a una fiesta esta noche- esta vez la invitación la hice yo.
- Si, porque no, sobre todo si bailas conmigo toda la noche, recuerdo que lo haces muy bien-
- te prometo que junto a mí la diversión estará garantizada- pero a que vino mi respuesta, estoy nerviosa, antes de irse besa mi mejilla.
Voy a mi habitación del hotel y me doy un baño en la tina hasta que el agua se enfría y decido que es hora de comenzarme a arreglar para la cita de la noche. Afuera nieva, pero decido ponerme un vestido que he traído, es perfecto para hoy tiene mangas largas de encaje negro, el cual tengo también en pequeñas franjas sobre mi pecho, dejando transparentes algunas partes, va ahorcado al cuello, dejando un escote hasta mi espalda baja, se ajusta a mi cintura y la falda cae suelta hasta casi mis rodillas, además de unos tacones de aguja con tiras que se van cruzando hasta media pierna, y me pongo la ropa interior también de encaje negro que me regaló Harper para Navidad, alegando que en algún momento la necesitaría.
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Tocan a la puerta y allí parado tan sexy está Evan. Este chico me hace sentir un cosquilleo en mi interior.
- waooo, Claire estás.... estás hermosa- Evan me recorrió con la mirada eso iso que me subieran los colores. - vas a ser el centro de atención de la fiesta y voy atener que romper una cuantas caras cuando los hombres te comiencen a adular.
- Nadie va a notar que estoy allí y ti también estás muy guapo. – recuerdo que los hombres no tienden a fijarse en mujeres como yo, a que viene esta falta de autoestima, yo no soy así.
Evan era realmente muy apuesto, todo un dios griego. Me sorprendo cuando me toma de la cintura y caminamos juntos, su tacto hace que mi cuerpo tiemble.
