capítulo 22

614 72 5
                                    

-Necesito de tu ayuda, con carácter de urgencia -mencionó Alec después de haber arrebatado el libro de las manos de Jace.

Está bien, no se esperaba eso, parpadeó un par de veces al escuchar eso, Alec no es de los que les gusta pedir ayuda así como si nada.

-¿Ayuda con qué? -preguntó Jace, ciertamente le gustaba ayudar a sus amigos, y Alec es su mejor amigo de toda la vida.

-Bueno -respiró profundamente-, Mags, él ya casi va a cumplir su cuarto mes de embarazo y no sé, hemos pasado por algunos momentos y me gustaría invitarlo a comer y darle un regalo.

Jace levanto las cejas al escuchar aquello, ¿Alec dando un regalo? ¡Había dejado de darle regalos a él hace 2 años!

-Bien, ¿quién eres y que hiciste con mi mejor amigo? -Alec rodó los ojos-, no hagas eso, es que.. es sorprendente que quieras regalar algo a tu omega, es muy inusual.

-No es tan inusual como dices.

-¿Cuándo fue la ultima vez que le regalaste algo a tu madre en su cumpleaños? -bien, si era inusual, pero su madre le había dicho que no quería recibir más cosas.

-Mi madre no tiene nada que ver en esto, así que solo hazme el favor de ayudarme a conseguir un regalo para él.

-¿Costoso?

-No lo sé...


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Magnus caminaba tranquilo por el pasillo, había sido un día largo y lleno de demasiadas cosas, miró su ya notorio vientre, bien, al menos su cachorro estaba sano y salvo dentro de él. La doctora le había mencionado que todo estaba en orden, pero había sido muy especifica en que fuera más feliz, para no afectar al cachorro.

Aunque siempre se mostraba algo serio en las consultas, trataba de sonreír para que la doctora no pensara que estaba deprimido, también últimamente tenía que evitar cualquier película que pudiera hacerlo llorar, hasta las más mínima escena triste podía sacar una lágrima que desencadenaría de inmediato muchas más... Además del cansancio de sus pies.

Nadie dijo que estar en cinta sería fácil.

-¡Mags! -sonrió en grande al ver a Alec corriendo hacia él, como siempre hacía, para llevarlo a casa-. ¿Qué tal tu día?

-Agotador -soltó el omega y enseguida dejó de sentir el peso de su bolso, Alec se la había arrebatado-, ¿y el tuyo?

-Un poco estresante, odio llevar dos carreras -Magnus dejó escapar una sueve risa al oírlo-. ¿Y cómo está el cachorro más lindo del mundo? -se sintió sonrojar al ver al alfa mirando su vientre.

-La doctora dijo que está bien, todo va muy bien.

-Eso es bueno, aún me siento mal por no haber podido acompañarte. Soy el peor de todos.

-Alec, para la próxima me acompañas.

Magnus quería atreverse a sostener la mano del alfa, pero no sabía si la reacción de Alec sería buena.

Aveces valía la pena los riesgos ¿no?

Dejando el miedo decidió juntar sus manos, el alfa no hizo más que reforzar aquel agarre, y así salir ambos del edificio.

El alfa debía admitir que estaba saltando internamente de la emoción al sentir como su omega tomaba su mano, fue una sensación tan increíble, una corriente eléctrica recorriendo por su cuerpo, y estaba seguro de que Magnus también la sentía, y eso solo lo hacía mucho más especial. 

Lazo Roto |Malec| OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora