Lazo Roto |Malec| Omegaverse

capítulo 19

-Creo que mejor consigo otras prendas de ropa -mencionó Magnus al ver en el espejo, no sabía si había sido una buena idea haber hecho a Alec acompañarlo, pero necesitaba su opinión.

Alec estaba a punto de preguntar el por qué, pero al ver a Magnus lo comprendió, necesitaba tallas un poco más grandes, y era más para futuro, lo podía entender, así que sin más fue a ver algunas prendas de vestir que fueran más holgadas.

-¿Qué te parece esto? -el omega lo miró, traía algunas playeras holgadas, esas estaban perfectas.

-Son perfectas -mencionó acercándose a Alec para mirarlas mejor.

Magnus escucho unos murmullos y después risas, miró de reojo y allí pudo ver como algunas omegas, estaban viendo a Alec, pero también a él. Parecían estar burlándose, o seguramente se preguntaban lo que hacía el alfa con él.

-Ignóralas -Alec llamó la atención del omega-, solo son unas tontas -sonrió.

Magnus había comenzado a ser un poco molestado en clases, y es que algunos habían descubierto sobre su embarazo, además de que sabía de su lazo roto, no sabía como se había extendido. Siempre le mencionaban lo desafortunado que era al no haber podido estar con su alfa, que seguramente él es un omega que no sabe como satisfacer las necesidades de un alfa y que simplemente los aburre, hasta que lo botan como una basura.

-No sé si podre -respondió cabizbajo.

-Bien, entonces yo me encargo -hizo que Magnus sostuviera las prendas y miró hacia las omegas que seguían murmurando-. ¡Hey, ustedes! -las omegas se sorprendieron al escucharlo-. Si tienen algo que decirnos dejen de murmurar como brujas y díganmelo en la cara.

Magnus no pudo evitar querer reírse por su comentario y la comparación que había hecho Alec, y más al ver la cara de ofensa que habían puestos aquellas omegas, quienes iban a responderle pero Alec les soltó un gruñido de advertencia.

-Más les vale que les vuelva a ver mirándonos o comentando algo con respecto a mi omega, así que será mejor que se larguen.

¿Su omega? Magnus le miró curioso, ¿en verdad había dicho aquello? Algo se removió dentro suyo, podía sentir a su lobo agradecido y feliz.

-Vaya personas que uno se encuentra por aquí -soltó un bufido, Magnus no dejaba de mirarlo-, ¿estás mejor?

-Sí, ¿dijiste que soy tu omega? -Alec sintió un nudo en su garganta, definitivamente había perdido el control.

-L-lo lamento si eso te llego a molestar...

-No me molesto para nada, Alexander -sonrió hacia el alfa-, me gusta como se escucha.

Bien, el alfa había caído de nuevo en esos encantos que seguramente Magnus ni siquiera nota que tiene, demonios, se sentía tan bien esa sensación cálida expandirse por su cuerpo.

-¿Quieres algo de comer? -preguntó el alfa.

-Me encantaría.

-¿Qué es lo que quieres? Creo que por aquí cerca hay restaurantes.

-Me encantaría un helado con algo de queso encima -Alec soltó una carcajada, esperaba que algo como eso sucediera, los antojos son normales, y era divertido escuchar algunos, y otros solo te preguntabas si eran comestibles o si sabrían bien.

-Bien, entonces, vayamos a por ese helado, no quiero que ese bebé salga con cara de helado.

Definitivamente era la primera vez que Magnus estaba dejando de lado sus pensamientos, dejando ver aquella marca que poco a poco iba desapareciendo de su piel, teniendo aquella confianza que antes creyó haber perdido, Alec parecía tener el poder de hacerlo olvidar su pasado y mantenerlo en un presente lleno de sonrisas y calidez, y por más que él no quisiese estar es ese paraíso, le gustaba no pensar más en problemas, le gusta la compañía del alfa.

Le gusta Alec, definitivamente le gusta, y su lobo esta de acuerdo con ello.