¿Qué tan trágica debe ser la vida de alguien para tener que ocultarse del ojo público y fingir ser alguien más?
Luego de la trágica muerte de su madre, [T/N] intenta rehacer su vida y reencontrarse con sus amigos de la infancia, los F4. Para ello, v...
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Jun Pyo no pronunció ni una sola palabra más y salió de la cafetería, dejando un rastro de tensión en el aire. Todos comenzaron a murmurar y susurrar casi inmediatamente; especulando sobre lo que podría haber sucedido, y miraban a los chicos con ojos llenos de desdén. Yo estaba desconcertada mientras Jan Di y Ji Hoo lo estaban aún más.
—¿¡Los van a expulsar!? ¿Jun Pyo puede hacer eso?— pregunté a gritos, sintiendo la indignación y la confusión hervir en mi interior.
Ji Hoo bajó la mirada, visiblemente apenado— Eso parece— susurró con voz baja y triste.
—¿Pero por qué haría algo así?— fruncí el ceño. Los chicos intercambiaron miradas incómodas antes de volver su atención hacia mí, sus ojos reflejaban vergüenza, evitando mencionar el incidente que, sin saberlo, yo ya había presenciado— Digo...— me aclaré la garganta— ¿Qué podemos hacer al respecto?— Volví la mirada hacia Jan Di, quien parecía paralizada de asombro, con los ojos abiertos de par en par.
Ella tragó saliva antes de hablar—Tú no tienes nada que hacer, soy yo quien debe hacerse responsable— dijo finalmente.
—¿Por qué? Yo también puedo ser de ayuda— insistí.
—Sí, pero no es necesario— replicó, dirigiéndome una mirada firme antes de añadir— No te preocupes por nosotros— dijo mientras me tomaba suavemente por los hombros—. Nosotros fuimos los que originamos el problema y nosotros debemos resolverlo.
—¿Es porque no me quieren decir qué pasó?— pregunté, con un tono de ligera indignación— Pero yo...—
—Quizá no te podamos decir con exactitud lo que pasó...— me interrumpió, volviendo a mirar a Ji Hoo, avergonzada— pero no quiero que te metas en más problemas. Después del viaje, teníamos miedo de que te llevarán lejos, y no quiero que por culpa de mis errores algo malo te pase— dijo con un tono de voz suave pero firme.
—No tienes que preocuparte por mí, yo hago las cosas porque quiero, y quiero ayudarlos— respondí con convicción.
—Si no estuvieras en la escuela, por mí no habría problema en irme— dijo Jan Di con una amplia sonrisa— por eso no quiero que te tengas que ir por los problemas que podríamos ocasionar intentando arreglar las cosas con Jun Pyo. ¿Puedes ayudarme de esa forma? Te prometo que lo resolveremos.
—Bien— dije con un largo suspiro de resignación— pero no dudes en acudir a mí si necesitas ayuda, ¿sí? En serio, estoy aquí para lo que necesites.
—Seguro— respondió con una sonrisa— quizás es mejor que intentemos hablar con Jun Pyo para explicarle las cosas de una vez por todas— añadió, dirigiéndose a Ji Hoo.
—Sí, hay que buscarlo cuanto antes— contestó él con firmeza.
—Me cuentan cómo les va— les dije mientras Ji Hoo me dedicaba una pequeña sonrisa y asentía— luego podemos hablar de lo que pasó, Jan Di.
