Lisa pov
Hacía una semana desde que mandé aquel mensaje a Jennie.
Luego de hora de no dormir esperando la puta respuesta, finalmente el día después de mandarle el mensaje, contestó. En el mensaje contaba que no estaba en su mejor estado y que debido a ello no había leído mi mensaje, ya que no había agarrado el aparato en todo el día.
Durante esa semana estuvimos hablando mucho por teléfono para así poder conocernos mejor, conversaciones hasta la madrugada contándonos las cosas más random que se puedan imaginar. Desde la teoría de los ovnis, hasta top diez cosas que llevaríamos a una isla en el medio de la nada, si así de random.
Entre charla y charla, le propuse ir a la feria el fin de semana, ella gustos me respondió que sí, de hecho, me mandó un audio contándome que haríamos y que otras cosas no porque simplemente ella les tiene miedo y yo, como buena persona que soy, acepté con gusto cada uno de sus planes.
Juro que sigo sin entender como es que este ser sea quien vaya a robar la corona de la reina, lo juro.
¿Me olvide mencionar que hoy es sábado? Bueno, lo es, por lo tanto, eso significa que en menos de diez minutos me tendría que estar encontrando con Jennie y yo aquí con el pijama puesto y una taza de café en mano.
Luego de casi atragantarme con el café, me vestí a la velocidad de la luz y salí prácticamente disparada hacia la feria.
Llegando vi a Jennie sentada en una banca encogida por culpa del frío. Adorable.
Llegué a su lado y me senté, cuando se percató de que estaba ahí se dió vuelta, dándome la imagen más adorable que podía haber.
Estaba como el primer día que nos vimos, exceptuando que ahora tenía un saco beige. Su bufanda solo dejaba ver unos ojitos achinados y su nariz roja a causa del frío.
Lisa: Hola Jen —saludé.
Jennie: Hola Lisa ¿cómo va todo? —respondió achinando lo ojos aun más.
Lisa: Todo bien por suerte, ¿y tú cómo estas, ya estas mejor?
Jennie: Sip, ya estoy mucho mejor, gracias por preguntar —Si supiera lo que me preocupa.
Lisa: Bueno ¿a dónde quieres ir primero?
Jennie: pues estaba pensando en ir a jugar esos juegos donde te ganas ositos de peluche y esas cosas —Más adorable imposible.
Lisa: Me parece perfecto —Le dije con una sonrisa.
Jen escaneaba el lugar en busca de un juego por el cual empezar, pero realmente no le estaba prestando tanta atención a cuál, más bien estaba hipnotizada por sus tremendas piernas ¡que madre mía! podría...
Jennie: Mira, mira, ¡vamos a ese de las pistolas de agua! —Sin dejarme lugar a contestar, me tomó del brazo y prácticamente me arrastro al juego.
Y así fue como nos pasamos de juego en juego, Jennie tratando sin éxito de conseguí un osito de peluche y yo riéndome de lo adorable que se veía haciendo pucheros cada vez que perdía.
Jennie: No puede ser, nunca puedo ganar en estos juegos —hizo uno de sus tantos pucheros.
Lisa: A ver, déjame intentar a mí, ¿Cuál de todos quieres? —sabía que le hacía ilusión, así que lo iba a conseguir por ella.
Jennie: Mmm ¡el osito panda!
Lisa: Está bien, hoy el panda se va a con nosotras jen.
Agarre las pelotas y visualice las latas, solo tenía 4 tiros para hacer 1000 puntos y poder ganar el oso panda, el premio mayor.
Lancé el primer tiro y derribé toda las latas, el segundo y derribé todas las latas, tercero y derribé todas las latas, hasta que llegó el momento del último tiro.
Era el momento definitivo, tenía que ganar ese osito de peluche sí o sí. Veía como Jennie se mordía las uñas y al mismo tiempo me daba ánimos. Vamos, tú puedes Manoban, me dije a mi misma.
Tomé una profunda bocanada de aire y Lancé.
Las latas iban cayendo en cámara lenta de una en una, ya casi todas habían caído, excepto por una, que estaba tambaleando de un lado a otro dudando si caer o no, hasta que PUM por fin cayó.
Oí un grito y alguien corriendo hacía mí, sin tener tiempo a reaccionar, ya tenía a Jennie colgada de mi cuello abrazándome muy fuerte. Cuando caí en cuenta de lo que estaba pasando, la sujeté de las piernas para que no se cayera.
Jennie: ¡Siiiii Lili eres lo máximo! ¡gracias, gracias, graciaaaas! — ¡¿Que como de ha llamado?!
Lisa: ¿Lili?
Jennie: S-si me parece un muy li-lindo apodo, pero si a ti no te gusta no pa-pasa nada —de verdad, que ser tan adorable.
Lisa: Me encanta el apodo, Nini —dije dándole un toque en la nariz, acto que la hizo reír.
Nos quedamos mirando por un rato, íbamos acercándonos poco a poco, hasta llegar al punto en el que podía sentir su aliento en mis labios.
No sé qué me pasaba, pero quería besarlos, acariciarlos, sentirlos.
A solo centímetros una voz nos interrumpió y pincho la burbuja en la que nos habíamos metido, era el chico del puesto llamándonos para agarrar el peluche. Dándome cuenta de lo que iba a hacer me separé rápido de Jennie y la bajé al suelo.
Mierda, esto no puede volver a pasar, ella es el enemigo, yo solo estoy aquí para sacarle información.
Sin decir una palabra fui a buscar el peluche y se lo di a Jennie que estaba roja como un tomate.
Jennie: Gra-gracias Li-Lili
Lisa: De nada Jen. Creo que ya es hora de irnos, te acompaño a casa, vamos. —necesitaba estar sola YA.
Jennie: No hace falta q-que me acompañes
Lisa: Que si Jennie, es ya casi de noche y no quiero que vayas sola por ahí —Me muero si algo le pasa.
Jennie: E-estaré bien, de verdad. —Que terca esta mujer, de verdad.
Lisa: Esta bien pero apenas pises tu casa me mandas un mensaje, no acepto un no por respuesta.
Jennie: Esta bien, Gra-gracias por esta tarde Li-Lisa, la pasé mu-muy bien
Lisa: No hay de que, yo también la pasé muy bien Jen.
Jennie: Hasta luego, Lili.
Lisa: hasta luego, Nini.
Sin más, me di la vuelta y me fui sin mirar atrás, necesitaba pensar y analizar lo sucedido el día de hoy.
No se olviden de comentar y votar :)
-MK
ESTÁS LEYENDO
From Enemies To Lovers
FanfictionLalisa Manoban es una de las mejores espías del mundo a sus 20 años,conocida por su carácter fuerte y mirada profunda. No le fué nada facil llegar a donde está pero lo consiguió y esta vez fué contratada por el FBI para liderar lo que vendría siendo...