Capítulo 1

709 36 8
                                    

Sábado 6:00am.

Departamento Lisa.

Lisa Pov

Sonó el despertador de mi teléfono. Como pude estiré mi mano y lo apagué, me levanté y cambié para hacer mi ejercicio matutino. Una vez cambiada e higienizada, me dirigí a la cocina y me preparé mi desayuno proteico, un bowl, que consistía de: Frutos rojos, frutos secos, avena y yogurt. Una vez preparado lo comí y salí a correr.

Hacía un hermoso día en la ciudad de Nueva York, ni mucho frío ni mucho calor, sorprendente para estar adentrándonos en invierno. Mientas corría, el viento pegaba directo contra mi rostro. Era una sensación que amaba, me hacía sentir libre y feliz, además, la música que sonaba por los auriculares lo hacía cien veces mejor.

Una vez terminada mi sesión de entrenamiento tome rumbo a mi departamento, pensando en las distintas cosas que debía de hacer para mañana: archivos, papeleo y bla, bla, bla, básicamente la parte aburrida de ser un espía, porque sí, había una parte aburrida, no todo era acción y pistolitas lamentablemente.

Ya llegando sonó mi teléfono con baby de Justin Biber como ring ton. Tengo que recordar cambiarlo, vino por defecto con el aparato al comprarlo. Una vez con el teléfono en mano contesté cortando por la mitad la odiosa canción.

Lisa: Manoban al habla -conteste con mi habitual tono serio.

?: Buenos días señorita Manoban -una suave y cálida voz me contestó.

Lisa: Buenos días, ¿a qué se debe esta llamada?

?: Mi nombre es Roseanne Park, agente del FBI. La llamo para avisarle que tiene que presentarse el lunes a primera hora en nuestras oficinas para poder hablar con usted sobre un tema muy importante -me contestó con calma, como si fuera una cosa de todos los días.

Lisa: ¿Se puede saber de qué estamos hablando, señorita Park? -Contesté con calma, aunque por dentro estaba que me cagaba en los pantalones de los nervios.

Rosé: En estos momentos no es factible señorita Manoban.

Lisa: Está bien, entiendo, Estaré allí el lunes sin falta.

Rosé: Excelente, nos vemos allí. Hasta el lunes señorita Manoban.

Lisa: Hasta el lunes -y colgué.

Me quedé parada en la mitad de la vereda sin reaccionar. El FBI me quería hablar a mi... EL FBI ME QUERÍA HABLAR A MI. Entiendo que sea buena, pero el FBI es simplemente muchísimo. Solo los mejores iban, y claramente yo no lo era, aunque todos consideraban que sí. Shockeada por la noticia retomé el camino hacia mi departamento nuevamente.

Mismo día 1:00pm.

Oficinas del FBI.

Rosé pov

Me dirigía a el despacho del director, mi padre. Un hombre muy dulce y tierno conmigo y mi madre, pero frío, serio e imponente a la hora de trabajar. Estaba de camino a informarle sobre mi charla con Manoban, persona que admiro demasiado, y también, considerada por la mayoría, una de las mejores espías del mundo, por no decir la mejor. Aunque para mí sí que era la mejor. Según dicen no tuvo un camino fácil para llegar a dónde está, y eso hace que mi admiración por ella aumente aún más. Para que entiendan porque, les voy a hacer un resumen de todos sus logros: Ganó cinco premios como la mejor espía tailandesa, tres por mejor manejo de armas, tres por mejor habilidad táctica y física y dos como la mejor espía a nivel mundial. Y no es por presumir, pero yo estuve en las ultimas tres premiaciones. Incluso me tomé el atrevimiento de llevar un cartel que decía "LALISA MANOBAN HAZME CINCO HIJOS" lastimosamente no llegó a la premiación porque "misteriosamente" desapareció. Hasta el día de hoy sigo pensando que alguna del club de fans lo rompió. Incluso le había puesto brillitos y luces led para que resalte. Malditas celosas psicópatas.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me percaté que ya había llegado al despacho de mi padre. Toqué dos veces y entré.

Señor Park: Cuantas veces les he dicho que no entren a mi despacho sin que yo les de permi... ¡Hola hijita hermosa! -saludo con una sonrisa.

Rosé: jajaja - reí por su cambio repentino de tono-¡Hola papi!, venía a decirte que el lunes a primera hora Manoban vendrá para hablar sobre ya sabes qué -hablé en clave para que nadie, además de nosotros, entendiera. Nunca se sabe si estas siendo escuchado.

Señor Park: Excelente hija, ¿algo más?

Rosé: No, nada más. Me voy que ya terminó mi horario de trabajo, ¡nos vemos mañana en el almuerzo!, ¡te quiero!, ¡bye!

Señor Park: ¡adiós hija!, ¡yo también te quiero!

Una vez fuera del despacho agarré mis cosas y me fui rumbo a mi departamento. No veo la hora de que sea lunes para así por fin poder conocerla.

From Enemies To LoversDonde viven las historias. Descúbrelo ahora