Abjuración II Randall Carpio Fanfic

Capitulo II

Ayer habías salido con Randall por una cerveza, había sido super divertido porque tenían mucho en común. No podías dejar de pensar en él durante tus clases pero tenias que concentrarte. Estabas en tu cuarto periodo y te tocaba anatomía, una de las razones por las que te metiste a pre medicina y la razón por la que te querías especializar en terapia física. Era una de tus mejores materias en la preparatoria tanto que tú asesora te recomendó irte directamente a anatomía avanzada. Buscaste un asiento en las filas de arriba, te sentaste y sácate tus cosas para la clase. Justo cuando ibas a abrir tu cuaderno alguien en la entrada grito tu nombre llamando la atención del resto del grupo.

-¡________! -escuchaste el grito e inmediatamente volteaste a ver a Randall a la entrada del salón. Este estaba saludándote desde abajo así que lo saludaste de regreso.

-¿Randall?- preguntaste viendo cómo subía hasta donde estabas tú para sentarse a tu lado

-No sabía que tomabas anatomía avanzada. -te dijo sorprendido.

-Y yo no sabía que tomabas medicina, ni me lo imaginaba -le dijiste igual o más sorprendida que él.

-¿Que pensabas que tomaba?- pregunto él sacando sus cosas.

-No se, tal vez comunicación o negocios internacionales...

-¿Querrás decir algo más sencillo?- pregunto actuando ofendido. Arrugaste tu nariz y asentiste.

-Si, la verdad. -dijiste sintiéndote algo mal pero al mismo tiempo sorprendida.

-Me subestimaste. -siguió actuando dolido.

-No volverá a pasar -le aseguraste.

-Más te vale, te sorprendería de lo que soy capaz -te dijo él en un tono de voz que le desconocía.

-¿Me estás amenazando, Carpio?- le preguntaste sin reconocer su tono de voz.

-Yo nunca haría eso... al menos no a ti. -dijo retomando su actitud usual.

-Más te vale, porque tú tampoco sabes de lo que yo soy capaz. -se la regresaste. Randall te miro divertido mientras el profesor llegaba a dar la clase.

(...)

Al acabar tu clase te despediste de Randall y regresaste a tu cuarto para tu hora libre. Al llegar Lily no estaba por lo que te quedaste un rato a dormir. Sonó tu alarma una media hora después y todo estaba normal... a excepción de una rosa azul que estaba en tu escritorio.

Te alarmaste y esperaste que no fuera lo que creías pero no podías ignorar la realidad. Ni siquiera tuviste que la carta para darte cuenta de que era exactamente lo que pensabas.

"Atardecer, El sendero Arrodillado"

Te reíste sin humor y rompiste la carta. Agarraste la rosa y la aplastaste con enojo. No había manera de que te fueras a involucrar con ese grupo de manera voluntaria.