Alterando el Destino

Carta y Gringotts.

El dia avanzaba y algunas aves sobrevolaban tranquilamente un castillo cuando un niño de 9 años que montaba una escoba surco los aires haciendo que las aves graznaran como si estas prometieran una venganza.- ¡Eso es, hijo!- dijo una pelirroja la cual estaba mirandolo comodamente desde una perezosa de madera.- Charles, atrapa la quaffle.- dijo un pelinegro quien iba detras de el tirandole la pelota; ajeno a ellos un pelinegro de 11 años estaba en la biblioteca. El niño estaba con los ojos cerrados y "sentado" en una posicion de medio loto cuando un chasquido lo saco de su posicion haciendo que caiga con los pies al suelo y los libros que se encontraban flotando a su alrededor volvieran a su sitio.- Amy, ¿ya es hora?- pregunto el niño mientras caminaba hacia una de las sillas sobre la cual habia una botella de agua y una toalla.- Amo Hadrian, le ha llegado una carta.- dijo la elfina mientras le alcanzaba la carta, diversos chasquidos se oyeron en la biblioteca mientras algunos elfos aparecian en esta.

-Amo Hadrian.- dijeron a coro los elfos domesticos quienes traian plumas y papiros en sus manos.- Ya lo hemos hablado, chicos.- dijo el pelinegro mientras las orejas de los elfos caian.- Ya, chicos, porque no van arreglando esto para que ellos no lo noten.- dijo el pelinegro mientras dejaba de secarse el sudor y dejando que uno de los elfos domesticos se la llevara y desapareciera en un [pop].- Voy a ir a mi cuarto y me aseare.- dijo el pelinegro mientras salia de la biblioteca y dos elfos desaparecieran en un [pop] con destino al cuarto del pelinegro para alistar el baño, los elfos iban de aqui por alla arreglando el desperdigado desorden de los muebles en la biblioteca antes de que los señores de la casa Potter entraran o visitaran la biblioteca; el pelinegro ya aseado y bien vestido se levantaba y caminaba hacia su escritorio.- Amy, ¿me puedes dar la carta?- pregunto al aire solo para que en un chasquido apareciera la elfina con el sobre, Hadrian rompio el lacre rojo y abrio el sobre donde venia una carta dirigida a el.

Estimado Sr. Potter:

Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y los libros necesarios. Las clases comienzan el 1 de septiembre. Esperamos su lechuza antes del 31 de julio.

Muy cordialmente,
Minerva McGonagall
Subdirectora.

Despues de leer la carta de aceptacion y la lista de utiles que necesitaria para su primer año cogio uno de los papiros y una pluma y comenzo a escribir en esta, se recosto en la silla mientras la elfina se llevaba el sobre con la carta de aceptacion, antes de que se levantara de la silla, una adorable señora entrada en años entro a su cuarto.- Abuelita.- dijo el niño abrazando a la anciana quien solo se dejo abrazar.- Mi niño, supongo que ya nos vamos a por esa lista.- dijo ella mientras el pelinegro asentia.- Entonces me alistare, esperame unos minutos.- dijo la señora mientras salia de la habitacion, el pelinegro se vistio casual, con unos jeans negros y una camisa a cuadros y un saco plomo haciendo juego con su camisa.- Ya estoy listo.- dijo el pelinegro mientras miraba por la ventana como su hermano y padre jugaban contra sus dos padrinos, Sirius Black y Remus Lupin, el pelinegro solo los miraba desde su cuarto, no sabia como sentirse con ellos, era inentendible para un niño pero el ver como sus padres y sus disque tios jugaban con su hermano y a el ni lo notaban o lo despachaban rapido enfocandose en su hermano.

-Ya estoy lista, Hadrian.- dijo Dorea Potter mirando al niño quien miraba por su ventana, su corazon se estrujaba al ver como su hijo y sus amigos ignoraban al pequeño pelinegro.- /Charlus, si solo los miraras./- penso ella mientras apretaba los bordes de su vestido.- Mi niño, vamonos ya.- dijo ella haciendo que el niño, el cual no notaba como una lagrima solitaria caia por su mejilla, asintiera y se acercara a ella, se agacho y abrazo a su niño el cual devolvio el abrazo.- Vamos, tenemos que ir con Gradding.- dijo ella mientras el niño sonreia ya que era la oportunidad para salir de esa casa.- ¡A que estamos esperando!- el niño arrastro a su abuela la cual se dejo llevar por el niño.- Callejon Diagon.- dijo Dorea echando los polvos flu a la chimenea haciendo que el fuego se vuelva de color verde, los dos se adentraron en la chimenea y desaparecieron del castillo.