CAPÍTULO 6

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ALBA

-Bueno ahora a tu izquierda- digo, estresada.
- Dije izquierda, no derecha-
- ¡Pero ACELERA!-
-Nos van a poner una multa si sigues manejando tan rapido-
Guiar a Catalina es más difícil que enseñarle a tu perro a hablar, parece que tiene 2 pies izquierdos y no me quiere escuchar
- ¿Y ahora debo girar a la derecha verdad?- me dice ella
- Si si- le digo tranquilizandome - pero cuidado el pino- y lo digo muy relajada.
-¿qué?, ¿quién?-
- dije, cuida...¡CUIDADO EL PINOO!-
Frenó justo, el auto sólo tiene un pequeño rayón.
-¡¿eres sorda o qué?!- le digo enojada.
- Bueno ya deja de gritar, escuche mal-
y me doy cuenta de que estoy muy exaltada. Tratando de tranquilizarme le digo
- Dije cuidado el pino, ¿qué has escuchado?-
- Escuché, mira el chico lindo-
Nos quedamos mirándonos y mi cabeza sólo decía (no lo puedo creer), sin pensarlo nos echamos a reír sin parar y de repente la situación era muy cómoda, Catalina no me cae bien, pero su torpeza me hace reír demasiado.

-Okey color favorito- me pregunta.
- Emm ¿marrón?-
El juego consiste en que ella dice una categoría y yo adivino su respuesta, por ejemplo mi categoría es comida favorita y ella tiene que adivinar mi comida favorita, (nótese que nunca fui buena explicando)
- ¿marrón Alba?, ¿enserio piensas que es mi color favorito?-
- hey que mala, ese es mi color favorito-
-mejor otra categoria- Dice evitando los colores -mm mi comida favorita-
- emm, lasagn.. ¡no ya se!- Tengo fe en que esta comida es su favorita.
-al fin dirás algo bueno, ¿a ver?- Dice eso mirando al frente con una sonrisa de oreja a oreja
- ¡sopa!- e inmediatamente su sonrisa se borra y parece enojada
- ¿enserio?- me mira decepcionada -¿sopa?-
- ¿Eres alérgica?- No entiendo porque la mala cara
- A ver Alba, describeme- me ordena.
Ya no estoy entendiendo nada la verdad
- No lo se, tienes cabello colorado y ojos café- No la conozco, no se que decir
- ¡Alba!, porfavor, ¿enserio?-
- mmm, no te gusta el marrón y claramente odias la sopa-
-¿sabes que?- odio esas preguntas porque claramente no se que me va a preguntar ¿cómo quiere que sepa algo que no se?
- ¿que?- y claro, que mas quiere que le diga
- me caes bien- ok, me deja sin palabras
- ¿antes no te caía bien?-
- Si, sólo que siempre me has observado con esa mirada que me molesta mucho- y llí me pierdo completamente.
- ¿qué mirada?- le pregunto confundida
- Ella es tonta e ingenua sólo por no ser como quieres- comenta sin mirarme.
- No te veo asi- ¿estoy diciendo la verdad? admito que si la veía de esa forma.
- No importa, ahora se que no eres como pensaba- quiero preguntarle que pensaba de mi, pero no creo poder darle una respuesta luego, asi que sólo dejo la situación allí.
- Siento mucho haberte hecho sentir mal- me disculpo, mirando hacia el frente.
-Vamos, es pasado-
Siempre he pensado que era muy buena observando, viendo y analizando los sentimientos de otros, y nunca he tenido dudas sobre Catalina, ella siempre ha sido la que no se esforzaba por cumplir lo que quería y no había mucho más que decir. Juzgar te trae consecuencias como el arrepentimiento, pero no olvidas que imaginabas lo peor de esa persona, de sólo pensarlo me odio en este momento.

y luego de 4 horas largas de un viaje con muchas emociones. LLEGAMOS

BIENVENIDOS CAMPISTAS
Están todos, hay demasiada gente, muchos profesores, freno mis pies mirando todo e intentando de hacerle entender a mi cabeza que me quedaré aquí 2 semanas, y no me siento tan sola ya, por lo menos Catalina esta conmi...
Adivinen quien se fue...

- ¡auch!- digo sorprendida. Un chico de cabello totalmente ruludo y oscuro, un color de ojos negros, no tan intensos y dientes más blancos que el fondo de este texto.
Me pinchó con algo filoso que se escapaba de su mochila, pero no logra verme bien por la capucha negra que llevo puesta.
- uy lo siento mucho, no sabía que estaba eso ahí- me dice preocupado -¿estas bien?-
- Si si, no te hagas problema-
- uf que bueno, mucho gusto soy Lucas- Si se quien eres, te he observado más de lo que crees.
-oh hola Lucas, mucho gusto- miro su cara y esta muy sorprendido, tiene los ojos totalmente abiertos, como si le hubiese dicho que soy madonna.
- creo que el que no está bien aquí eres tu- le digo sin entender la situación.
- ¿Alba?- me dice sin despegar la vista de mi.
y antes que diga algo me dice
- Yo sabía que tenía razón, ahora me debe $1000 el desgraciado- y se marcha.

EL DÍA QUE TE CONOCÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora