EL DÍA QUE TE CONOCÍ

CAPÍTULO 8

Creo que estas ansioso por saber que pasa pero quiero aprovechar estos primeros renglones para agradecerte y confiar en mi historia, me motiva mucho a seguir escribiendo, asi que GRACIAS!!!

    ALBA

Recuerdo que desde niña siempre le he temido a la oscuridad, a las alturas y sobre todo a estar sola.

A mis 7 años de edad tuve un mejor amigo, mi acompañante en todo, el era como un hermano para mi, recuerdo que era demasiado inteligente, tenia mucha fuerza, no había nadie que lo odiara ni molestara. Era tan alto que para mis orales del colegio, me sostenía mi afiche, lo cual me daba seguridad, pero un día el...

-¿Donde estamos?- es una voz conocida, pero mis nervios no me dejan distinguir quien habla, estoy sudando y no tengo a Catalina cerca mio

-¿Oliver?- ¡Lo que me faltaba!, el chico que no soporto (Gonzalo) por un motivo que todavía no descubro, esta aquí.

-Oigan, no se quienes son pero busquemos una luz- Es Gonzalo claramente, ni aunque me estuviera muriendo podría ignorar su maldita voz

-¿Gonzalo?- Digo dudando

-!NO! ¿la chica de la caminata?- Dice sorprendido

-Cállate y escúchame- nunca le he hablado así a alguien que no conozco pero, es muy molesto. Antes de que el pronuncie una palabra, le digo

-Prende las luces de tus zapatillas- y solo escucho susurros.

-¿Gonzalo?- reconozco la voz de Cata y comienzo a calmarme

-¿Catalina?- responde Gonzalo.

-¿Dios?- es la voz de Lucas.

-jajajajaja- Una voz demasiado grave suena a mi izquierda y supongo que es el amigo de Lucas, no conozco su voz pero a mi parecer somos 6 o 7, porque quizás haya alguien que aún no ha hablado mucho

y de repente me encuentro en una habitación llena de cajas, mis ojos aun no se acostumbran a la luz pero puedo ver un cabello negro y un par de ojos negros hinchados de tanto llorar provenientes de Paula. Cuando mi vista está volviendo a la normalidad, encuentro a Gonzalo en frente mío, con su cabello rubio llamativo, demasiados tatuajes y un pequeño aro en su oreja con forma de cruz

- ¡Chicos!- Es Lucas, con sus rulos y su piel tan morocha diciéndonos que estábamos fritos básicamente, -la puerta no abre-

Luego de muchos intentos por abrir la maldita puerta, nos rendimos

- ¿y ahora que?- digo preocupada y noto que Oliver quiere hablar pero se limita a no decir nada, (no ha dicho ni una sola palabra aún)

-vamos a tener que matar a alguien para poder sobrevivir- dice Lucas dramatizando la situación, haciendo que Catalina suelte una pequeña risa y luego el se sonroje.

- primero a la gente de otro país ¿verdad?- Dice Gonzalo mirando de reojo hacia Paula.

Me tiene harta ya, hago un paso para pegarle gritarle pero alguien se me adelanta.

-¿Quien te crees que eres eh?- me asusto por su voz tan grave, (creo que cada vez que hable ese chico voy a asustarme) -¿te crees mejor que todos aquí?, mira que acá no están tus amiguitos- dice Oliver mientras sus orejas se tornan de un rojo suave pero potente.

Gonzalo se queda sin palabras, nunca le contestan así - Oliver, ¿cierto?-

El no responde, solo lo mira con desprecio y luego Gonzalo se limita a hablar, quedándonos en silencio completamente

Paula rompe el silencio, -Yo creo que deberíamos pedir ayuda de alguna forma- inmediatamente giro mi mirada hacia Oliver que está observando con odio a Gonzalo advirtiendo con sus ojos que se calle y no se burle.

- si es cierto- Dice catalina ansiosa y comienza a gritar - ¡AYUDAAA!-

Y así es como todos comenzamos a gritar desesperada mente, golpear cajas, y paredes, pero de un momento a otro por alguna extraña razón empiezan las carcajadas y risas. Pero claro, llega el momento que mas odio, el SILENCIO INCÓMODO<3.

.

.

.

Que loco estar tan cómodo viviendo tus aburridos días, pensando que así estas de alguna manera bien y llega un momento en el que unas personas llegan para cambiarte la vida totalmente y necesariamente. Hace muchos años un trágico día, cambio mi vida para siempre y desde ese momento he tenido miedo de abrirme y confiar en alguien.

Yo no era nadie hasta el día en el que te conocí y desde ese momento mi vida cambió.