Capítulo 9 Patrick

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Me voy del parque ya bien entrada la noche, me duele el corazón y el alma de solo imaginar a Leah esperándome, claramente me dijo que si llegaba tarde perdería mi oportunidad con ella, lo que más me preocupa y me mantiene inquieto es que no sé si se refería a la oportunidad de hablar con ella hoy, o la oportunidad con ella en sí.

Este es un tema que me debilita, más de lo que alguna vez llegué a imaginar que algo podría hacerlo, pues me enamore de Leah, tan hermosa, ese cuerpo que tiene de diosa griega, me tae cacheteando las bancas por donde camino. Lo más hermoso que tiene es su personalidad, su sola presencia transforma el lugar donde ella llega tiene un aura preciosa, estando cerca de ella se es verdaderamente feliz, envidio al hombre que logre domar a esa fiera, ojalá sea yo claro está.

Llego a casa, la hallo totalmente vacía y solitaria, Alma se marchó en la mañana, se enojó según ella porque no comparto lo suficiente con ella, demás está decir que conoce con puntos y coma nuestro acuerdo, o más bien el acuerdo de nuestros padres. Cuando se pone en plan novia busca pleitos es mejor que estemos lejos, y más hoy, que traigo los ánimos por los suelos.

Conducir del parque aquí fue un gran reto, los ojos me pican producto de lágrimas que se avecinan, ¡ja! Que los hombres no lloran, ¿Quién demonios fue que dijo eso? Tal vez esa expresión salió de un robot o alguien muerto en espíritu y alma, que no conoce de sentimientos, solo de filosofías baratas fundadas en su propia ignorancia, mejor no sigo por ahí que no sé a quién despotricando.

Me recuesto en el sofá frente a una ventana que da a una calle poco transitada, tomo el móvil y le marco a Leah, no obtengo respuesta alguna, me pongo a pensar en alguna solución posible a nuestra situación. Miro a la calle iluminada por las luces eléctrica, nada que ver realmente importante, sólo busco relajarme un poco, cosa que no consigo.

- ¿Patrick? ¿Pasa algo?

-Sí Alma, soy yo. El silencio fue eterno según yo -Alma, tenemos que hablar de nuestro futuro. ¿Qué has pensado hacer, o qué haremos? Esto ya lo hemos hablado y el que tu tuvieras novio cuando nuestros padres nos jodieron con esta alianza, me hace pensar muchas cosas.

-Tú más que nadie sabes, que no nos queremos, más que como amigos. Dice alma cortando mi monólogo.

-Soy plenamente consciente de eso, por lo mismo te pregunto, ¿Qué paso con ese chico, tu novio? Pregunto sin tapujos.

- ¡Patrick! Que vergüenza hablar de eso contigo. Imagino su cara toda roja como quien es descubierta en una gran travesura. -Un día este tema se iba a dar entre nosotros, la verdad es que no veo a Antonio con regularidad, me da vergüenza que me vean saliendo con el después de que nuestros padres se encargaron de hacer público nuestro errado compromiso, pero lo amo, Patrick.

No entiendo a las mujeres, se enoja porque no comparto con ella lo suficiente, es su criterio no el mío. Pero ama a ese joven.

-Algo se nos ocurrirá alma para salir de ésta. Disculpa por molestarte tan tarde, hablamos luego que tengas una feliz noche. Con una idea loca en mi cabeza cuelgo la llamada.

Le marco a Leah nuevamente y obtengo la misma respuesta, nada. No puedo retener más el dolor y lo exteriorizo a través de las lágrimas silenciosas que prometen limpiar mis ojos y mi alma.

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Nos vemos pronto

¡Que los hombres no lloran!

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Besooooooooosssssss.

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