Epílogo

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Tres años después

Diciembre 24

8:05 p.m

Deckard Collins.

—¿Es en serio esto necesario?—pregunto viendo a Julie quien sostiene una venda entre sus manos.

—Totalmente ¡Deja de ser aburrido! Vamos, déjame vendarte. Es para darte tu regalo de navidad.

—La venda está de más y aún es temprano para dar regalos—aseguro pero acabo por rendirme.

La navidad había llegado finalmente pero regresar a Cold Town me traía malos recuerdos, pero como la gran mayoría de veces Julie insistió en volver y yo como siempre terminé cediendo a sus deseos.

Las suaves manos de mi novia se encargaron de atar muy bien la venda. Podía escuchar los gritos de molestia de Jeremy y Daniel, probablemente estaban peleando por sobre quién de los dos pondría la siguiente canción. Las cenas de navidad se habían vuelto divertidas con el pasar de los años y mi amigo y hermano comenzaban a llevarse bastante bien, pero la gran mayoría del tiempo arreglaban sus diferencias gritando.

Siento las manos de Julie darme una palmada en el trasero haciéndome dar un saltito de sorpresa.

—Está hecho, camina.

—La palmada era  innecesaria—murmuro.

—Al igual que la venda—comenta haciéndome reír.

Me dejo guiar por Julie hasta sentir el frío viento golpear mi cara, haciéndome saber que ella me ha sacado de la casa para llevarme al bosque lo que me deja desconcertado pues hoy en particular es una noche muy fría y Julie no era amante del frío precisamente.

Siento que se tratan de varios minutos los que recorremos. Una vez parece que hemos llegado a nuestro destino, Julie suelta mi mano y luego quita la venda de mis ojos. Observo el lugar y precisamente estamos en medio del bosque.

—¿Que hacemos aquí?—pregunto desconcertado.

—Aquí me acorralaste una vez ¿Recuerdas? Yo venía con Nemo y tú emergiste de la oscuridad.

Rio.
—Claro que lo recuerdo.

—Luego tiempo después comenzamos a hablar.

—Y comenzaste a gustarme.

La sonrisa de Julie es cambiada por una mueca seria.

—Y luego me abandonaste.

—¿Qué?

—¿Por qué me abandonaste, Deckard? Yo te amaba...

La ropa blanca de Julie comienza a teñirse de un color carmesí.

Trato de acercarme a ella pero no consigo moverme. La observo alarmado.

—Julie, estás sangrando...

Lucho por acercarme a ella, cuando lo consigo choco con su cuerpo. Un líquido tibio comienza a correr por mis manos, llevó mi vista hacia abajo y observo como le he introducido una daga a Julie en el estómago, intento sacarla pero acabo enterrandola aún más.

Cuando por fin logro sacarla, Julie se ha desvanecido. Caigo de rodillas en busca de Julie pero solo encuentro su sangre.

—¡Julie!—grito con desesperación.

—Deckard, despierta—escucho una voz lejana.

(...)

Diciembre 24

Aléjate de los CollinsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora