Capítulo 4: "Isabel"

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Lo que Diana dijo me sorprendió bastante, así que la dejé proseguir con su historia:

- El último capítulo del libro, en los 3 ejemplares, se llama "El hada de la cueva" y hace referencia a la criatura más joven dentro del libro, Isabel, ella nació en el 20XX por lo que tiene 16, al igual que ustedes. Isabel creció rodeada de todo tipo de seres mágicos, almorzaba con los duendes y cuidaba a los unicornios, era muy querida por todos allí dentro. Fue creciendo, y perfeccionando todas sus técnicas mágicas, mejoro sus hechizos y descubrió la forma de salir del libro con tan solo 10 años de edad, para ella era una nueva aventura sin saber que le iba a costar muy caro, yo era su mejor amiga, por lo que decidió contarme lo que planeaba hacer, yo estaba asustada, pero la vi tan feliz, que no me animé a decirle nada, ella empezó a salir al mundo real, y su primera aparición fue en la casa de "la escritora" ella logró divisarla, más Isabel logró escapar en su forma de hada, y no se fue sola, se llevó uno de los ejemplares del libro, con esto en su poder ella podría ir y venir de un lado a otro. Mejoró su técnica de transformación, por lo adquirió una forma humana, por lo que pudo estudiar como cualquier chica de su edad, y ahí es donde conoció a Mari, ella llegaba feliz, porque por primera vez tenía una amiga humana, pero más aún un amiga de verdad - sonreí - Isabel decía que era muy feliz a su lado y que María la ayudaba en todo, por lo que ella le retribuía el favor, ese año la pasó increíble, bueno, casi todo ese año, dos meses antes, en noviembre de 20XX, Isabel descubrió que "la escritora" la estaba buscando y no parecía muy contenta, ella se asustó y decidió darte el libro, el 18 de noviembre de ese mismo año, ella sabía que si "la escritora" la encontraba, se lo quitaría y se la llevaría muy, muy lejos porque ella sabía un hechizo que "la escritora" no podía conocer, porque sino el mundo dentro del libro y fuera de el sería un caos, ella se despidió de ti, porque prefería que pienses que se fue a que desapareció. "La escritora" se la llevó y nunca más la volví a ver...

Diana se puso a llorar, sobre mi hombro y yo la abracé para poder consolarla, ella estaba muy triste, yo lo sentía, Daniel se quedó callado, también abrazando a Diana junto con Carlos, luego me susurró al oído: "Será mejor que la lleves a casa", asentí con la cabeza y decidimos ir a casa. No quise molestarla, por lo que le sugerí que vayamos a pie, pero se rehusó llevándome atrás y zarpando al vuelo. Llegamos rápido, la abracé y ambas dormimos en mi cama, mientras yo la abrazaba, se notaba que ella quería mucho a mi amiga, por lo que me propuse recuperarla, por mí, y por Diana.

Cuando estaba a punto de conciliar el sueño, recordé que Carlos estaba con Daniel, eso me preocupó, porque no sabía lo que pasaría. Decidí pensar en otra cosa, traté de procesar lo que había sucedido, aun seguía sin poder entender mucho de lo que pasaba, la intriga no me dejaba dormir, por lo que decidí ver si Diana seguía despierta, cuando giré, sus ojos celestes me miraron con detenimiento. Me asusté:

- ¡Diana! ¡Me has asustado! -exclamé susurrando
- Perdón Mari, no puedo dormir - susurró Diana
- No te preocupes, no eres la única
- Sabes, sigo triste, y también preocupada
- ¡No te preocupes! ¡La vamos a encontrar!

Creo que lo último que dije no lo susurré, porque mamá entró a mi habitación a ver que estaba pasando, ella dijo: "María, ¿Por qué gritas?", me quedé helada, no sabía como responderle, hasta que Diana susurró que finja hablar dormida, por lo que seguí fingiendo:

- ¡Vamos a llegar al reino pastel! - dije "sonámbula"
- ¡Ay! ¡Es otro de tus sueños!, Descansa pequeña... - respondió mamá cerrando la puerta
- Y se ha ido - comentó Diana
- ¡Pues sigamos hablando! - susurré
- ¡Es una idea genial!
- ¿Qué tema te gustaría tratar?
- La verdad, no lo sé, ¿Qué te parece si conversamos de tu escuela?
- ¿Enserio? Eso es de lo que menos me gusta hablar - mencione con un gesto incómodo
- ¡No todo debe ser malo! ¡Vamos, cuéntame!
- Ay Diana, veamos, soy una chica muy tímida, no me gusta hablar con nadie, paso todos los recreos sola o con mis libros, Miranda se encarga de hacerme la vida IMPOSIBLE junto con sus "bullys", tengo el peor asiento de la clase, no tengo amigos, y además, soy patética.
- ¿En serio piensas todo eso?
- ¡Es la verdad! - le susurré apenada
- Pues no, primero, no eres tímida, no te costó hablar conmigo, tampoco con Daniel ni con Carlos, lo que pasa es que analizas bien con quien vas a hablar, no quieres entablar una conversación con alguien que no te haga sentir segura porque temes ser rechazada, segundo, quizá pasabas los recreos sola, pero ya no más, me tienes a mí ¿recuerdas?, además, algo me dice que Daniel también va querer hablarte durante el recreo, - dijo Diana mientras me miraba con una sonrisa pícara, yo sonreí - tercero, esa tal Miranda es una boba, ¿no tiene nada más que hacer? Además, eres muy importante para ella, sino no se percataría tanto de que haces y que no, piénsalo nena, - no pude evitar reír con sus gestos - cuarto, el sitio de atrás no es el peor lugar, al contrario, el profesor no se la pasa detrás tuyo, puedes tardar un poco más en escribir, y sobre todo, si hablas en clase, el profesor no se dará cuenta, quinto, no eres patética, eres una de las mejores personas que conozco, ahora entiendo lo especial que eras para Isabel, porque también eres especial para mí.

No pude evitar llorar con las palabras de Diana, ella me abrazó, y yo a ella, solo pude decir un silencioso: "Gracias, te quiero" a lo que ella respondió: "Yo también te quiero", luego de eso, ambas nos quedamos dormidas, esperando a que llegara el día de mañana...

Si lo que leo existe...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora