Capítulo 3: "El chico nuevo"

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Diana sujetó a Carlos con su cola, tapándole la boca para que no haga ruido.

- ¿Da-Daniel? - dije titubeando - ¿Qué oíste? Em... es que, como no tengo amigos, eh, este, a veces, ¡Hablo sola! ¡Sí, hablo sola! Y...
- Mari, - contestó Daniel - ¿puedo llamarte así, no?
- Sí claro - respondí un poco confundida
- Mari, me gusta mucho el gesto que haces por Carlos y Diana, - comentó con mucha seguridad - pero no tienes que ocultármelo...
- ¿Ocultar? - pregunté tratando de engañarlo - ¿Diana? ¿Carlos? ¡No oculto nada! ¡Y no conozco a ningún Carlos ni a ninguna Diana!
- Pensé que nunca encontraría a otra dueña de un libro - contestó él
- ¿Du-dueña de u-un li-lib-libro? Si, en mi casa tengo muchos, de todos los géneros, si quieres te presto uno
- No me refiero a eso, en fin, me alegra mucho que hayas traído a Carlos, lo extrañé mucho
- E-espera, ¿Conoces a Carlos? ¿Tienes un libro? ¿Qué más debo saber?
- Bueno, sí, conozco a Carlos desde hace tiempo porque tengo un libro, y si quieres saber más, podemos hablar saliendo del colegio ¿Te animas?

Mire a Diana y a Carlos, Diana asentó lentamente con su cabeza mientras Carlos asentaba rápidamente la suya, los ojos le brillaban, en ese instante supe que Daniel era la persona a la que Carlos estaba buscando, además, tenía curiosidad y quería saber que estaba pasando.

- Muy bien, ¡acepto! - respondí sonriendo por fuera, pero con miedo de lo que me dijera por dentro.
- ¡Excelente!, ¿Te parece si vamos juntos al café Lucia's saliendo de clase? - preguntó Daniel
- Me parece bien

En ese momento, Carlos logró zafarse de la cola de Diana, y corrió a los brazos de Daniel:

- Te extrañé mucho, amigo - dijo Daniel mientras lo sujetaba con dulzura
- No más que yo - mencionó Carlos a la vez que subía a treparse en su cuello
- Ya va a terminar el recreo, pero hay algo que no tengo en claro, Diana, ¿Cómo puedes estar aquí si no tienes un deseo? - pregunté
- Es que, si lo tengo, quiero recuperar a Isabel, mi deseo es más difícil de completar, por lo que permaneceré más tiempo contigo. - respondió Diana un poco apenada
- Ya veo, me alegra tenerte por más rato - le dije mientras sonreía
- ¡Yo también quiero! ¡Yo también quiero! - exclamó Carlos
- ¿Qué cosa tú también quieres? - le pregunté
- ¡Quiero estar más tiempo aquí! - dijo Carlos aferrándose al cuello de Daniel
- Entonces, - añadí - ¿Tú deseo sería pasar tiempo con Daniel mientras Diana y yo buscamos a Isabel?
- ¡Sí, eso quiero! - comentó Carlos
- Está bien, pero... ¿Quién es Isabel? - preguntó Daniel un poco confundido

Al instante, sonó la campana por lo que le dije a Daniel que le contaría más tarde, el asintió con la cabeza y se sentó a mi lado, las clases continuaron, parecieron una eternidad, no me concentré en lo absoluto, había cosas que no comprendía, por fin acabo el día escolar, estaba lista para marcharme, cuando Daniel me pasó la voz:

- ¿A dónde vas?, ¿Olvidaste nuestra cita?
- ¿Cita? Pensé que solo íbamos a hablar - le respondí con tono burlesco
- Básicamente significa lo mismo, Diana se ofreció a llevarnos, nos espera con Carlos, vamos a un lugar en donde no nos vean montar a un dragón - comentó Daniel
- Estoy segura que sé donde está, ¡Sígueme!

Daniel me siguió y yo lo guíe hacia donde se encontraba Diana, quien nos esperaba exactamente en el mismo lugar donde aterrizamos a la venida. El viaje fue corto, llegamos y bajamos en la parte trasera del café, Daniel y yo nos sentamos en una mesa, Carlos se puso a su lado y Diana al mío.

- La verdad es que estoy muy confundida,  hasta el día de ayer mi vida era normal, hoy me despierto y descubro a un dragón rosa sobre mi cama, que mi mejor amiga era un hada que fue secuestrada, hay criaturas mágicas dentro de un libro y yo puedo liberarlas, existen 3 libros con el mismo poder, tu también tienes uno, ¿Algo que me estoy olvidando?
- De hecho sí, - respondió Daniel - te falto mencionar que el chico nuevo conoce un duende a quien tu invocaste y está parado frente a ti.

No pude evitar reírme, todo esto era bastante extraño, pero o podía negar que me divertía mucho, luego de está descarga decidí preguntarle a Daniel su historia con el libro:

- Yo tengo el libro desde hace tres años, cuando me encontraba en segundo grado (octavo grado), mi colegio nos llevó de campamento, fue muy divertido de hecho, recuerdo las aventuras que vivimos, en un momento, decidimos ir de excursión, pero... me separé del resto y me perdí, vagué un par de horas solo por el bosque, hasta que choqué con un árbol gigante, no soy tonto, no me choqué a propósito, ¡el árbol apareció de la nada! y cuando lo sentí, estaba hueco, trate de ingresar a él, o ver que sucedía dentro, y al entrar, descubrí algo inusual, parecía un pupitre hecho de ramas, y sobre él estaba el libro, se veía muy llamativo, por lo que lo tomé y salí de ahí, afuera empecé a leerlo, pero soy de las personas que primero ven la portada, el prólogo, la parte de atrás, la contraportada y todo eso, entonces, al ver la última hoja, encontré unas frases extrañas que leí en voz alta. En seguida, apareció Carlos, y nos conocemos desde entonces.
- ¡Wow! - exclamo - Enserio es una historia hermosa, la mía es más aburrida....

*Flashback del prólogo y del episodio 1*

- ¿Enserio? ¡Igual es linda! - mencionó Daniel - Pero me gustaría saber más de esta tal Isabel y de su secuestro, quizá así pueda ayudar
- Estupenda idea, - dije - entonces, te contaré, Isabel e....
- Mari, - me interrumpió Diana - creo que esta vez me toca a mí contar la historia. Además, hay algunas cosas que no te he dicho...

Si lo que leo existe...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora