La alarma sonó y Diana y yo despertamos, me cambié, me peiné y subí en Diana para ir al colegio, llegamos a tiempo, entré al salón y me senté en mi lugar, donde nos esperaban Daniel y Carlos, conversamos un poco sobre lo sucedido ayer con respecto al libro hasta que empezaron las clases.
Entró el señor Quispe y nos dio la clase de Ciencia, luego, la profesora Ríos, a darnos la de letras. Minutos después, sonó la campana del recreo, todos salieron menos Daniel y yo, que teníamos planeado liberar a la siguiente criatura del libro, yo recordaba su capítulo, se llamaba: "Un Gigante Corazón" lo que se me hacía muy graciosa, ya que hablaba de un gigante que era muy bueno con los demás, me daba ganas de conocerlo.
- ¿Lista? - me preguntó Diana
- Eso creo - dije antes de leer el hechizoEsperamos 3 minutos cuando de repente, apareció el gigante en frente nuestro:
- ¡Wow!, ¡Es realmente grande! ¡Mide 3 metros! - exclamó Daniel
- ¿No lo habías visto antes? - pregunté - ¡Tu también tienes un libro!
- Sí, pero Carlos nunca me explicó eso de convocar nuevas criaturas cada día
- Siempre tan despistado - comentó Diana y todos empezamos a reír
- ¡Hola!, soy María, - mencioné - un gusto conocerte, em...
- ¡Hola María!, - dijo el gigante - Yo soy Andriu, un gusto conocerte
- ¡El gusto es mío Andriu!, Ellos son mis amigos, él es Daniel y ellos Diana y Carlos, a quienes ya debes conocer.
- ¡Un gusto Daniel! ¡Hola de nuevo Diana y Carlos!
- ¡Hola Andriu! - dijeron los tres a coro
- Andriu, creo que ya debes saber "las reglas del libro! ¿no? - le pregunté
- Pues sí, las conozco - respondió Andriu
- Entonces, ¿Qué te gustaría pedir?
- La verdad es que lo he pensado mucho, y decidí que quiero que ayudemos a un orfanato - me respondió con una sonrisa en el rostroNo sé porque lo que dijo me extraño, después de todo es un gigante demasiado bondadoso, miré a mis amigos, quienes asintieron con la cabeza, luego miré a Andriu y le dije que iríamos cuando las clases terminen. El esperó pacientemente y cuando terminaron las clases decidimos ir, pero a pie, porque con Andriu, Diana no podría llevarnos volando. Ni bien llegamos, nos inscribimos como voluntarios y nos dieron unos polos.
Nos los pusimos y empezamos a ayudar, jugamos con los niños y Andriu se mostró a ellos para también ser parte, los niños le sonrieron y se divirtieron mucho, preparamos su cena y comimos afuera en el patio, no espere divertirme tanto, pero así sucedió, los niños se veían tan felices que Daniel y yo (junto con Diana y Carlos) nos ofrecimos a venir como voluntarios una vez al mes.
- ¿Están seguros? - preguntó la encargada
- Sí, creo que se van a cansar de vernos por aquí - río Daniel
- No, nunca nos cansaríamos de verlos, después de todo, hacen felices a los niños - nos dijo con una sonrisaNos despedimos con una sonrisa y los niños nos dijeron que nos esperarían, luego decidimos ir al café del día anterior, a a hablar con Andriu y despedirnos de él.
- ¿Te divertiste? - preguntó Diana
- La verdad es que sí - respondió feliz - extrañaba ayudar a los demás
- ¡Me alegra mucho! - sonreí
- Entonces María, ¿Qué quieres que te de a cambio? - comentó Andriu
- Solo quiero que me digas todo lo que sabes del paradero de Isabel, de verdad quiero encontrarla, - miré a Diana y reafirmé - queremos encontrarla, ¿Qué sabes de ella?
- Me alegra que tu corazón quiera ayudar a tu amiga, - respondió Andriu - eres buena María, te voy a decir todo lo que sé sobre donde se encuentra Isabel. Un día antes de que se la llevaran, ella me dio un cristal, no entendía para que ni por qué, solo me dijo que cuando llegará la hora yo sabría que hacer con el.
- ¿Lo tienes contigo? - le pregunté ansiosa
- Claro que sí, pensé que esta sería la oportunidad perfecta, tómalo - dijo Andriu mientras sacaba el cristal de su bolsillo para entregármelo.
- ¡Gracias, muchas gracias! - exclamó Diana mientras lo abrazaba, ella de verdad quería encontrar a Isabel
- No hay de qué, estoy segura de que la encontrarán, ella también era mi amiga - mencionó con una mirada tristeNos dimos un abrazo grupal y lo despedimos, en ese momento, el libro se abrió y Andriu entró de regreso a el, nos quedamos boquiabiertos, pero lo más extraño, es que los que estaban en el café nos miraron raro, salimos de inmediato un poco sonrojados, luego nos despedimos y Diana y yo volvimos a casa volando, como era tarde fuimos a dormir, pero, había algo que aún me intrigaba, así que le dije a Diana:
- Diana, ¿me puedes hacer un favor?
- Si Mari, dime - respondió
- Me puedes decir, ¿Qué sabes de la escritora?...
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Si lo que leo existe...
Fantasia¿Qué pasaría si tus sueños se hicieran realidad? ¿Qué pasaría si lo que crees imposible sucede? ¿Qué pasaría si un libro te abre las puertas a un mundo diferente? María es una joven apasionada por la lectura, no tiene amigos, nadie se junta con ella...