cansada y estresada ,Pepper Potts decide tomar vacaciones de su jefe .
James reemplazara a la fatigada asistente de Anthony Stark . Ese reemplazo ira màs allá del plano laboral .
El joven comienza tomar un lugar en el corazón del empresario , reemp...
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Pov Steve
La culpa me carcomía todos esos días, por alguna razón sospechaba que James me ocultaba algo, todo producto de mis propias culpas y cargo de conciencia. como decía mi abuela "el león piensa que todos son de su condición" -. El infiel en la relación era yo, y desconfiada de James. Deberían darme un premio al sínico del año.
James llego tarde toda esa semana, el trabajo lo mantenía ocupado la mayor parte del tiempo, nuestros horarios solían no coincidir del todo, la galería acaparaba mis horas, pronto seria la inauguración y debía estar todo lista para entonces.
Agradecí internamente el desfase entre nuestros tiempos, ya que si James prestase un poco más de atención a mis ojos encontraría sin dudas mi culpa, mi secreto.
No imaginen que soy un cobarde, en realidad tenía las intenciones de hablar. Me debatía entre decirle la verdad o no. poseía el suficiente valor para asumir mi error, pero no tanto para perderlo.
Lo amo.
Fue un desliz, un descuido, un viejo sentimiento removido, nada más. No podía negar mis sentimientos por Tony, pero eran ambiguos, a James lo amo sin dudas.
Lo escuche bañarse, haciendo ruidos en el baño acompañado de sus pasos hasta nuestra habitación. Su pelo mojado chorreaba sobre su torso denudo color canela. El pantalón de la pijama le ajustaba, y su trasero resaltaba.
Llamaban a ser tomados con devoción.
—Lo siento, cariño—Se tiro a mi lado, metiéndose bajo las sabanas—Fue una locura esta semana.
Yo lo abrase y lo acerque más para besarlo. Sus labios siempre fueron suaves como seda, su lengua busco la mía profundizando el beso. Acaricie su cuerpo, recorriendo cada parte. Mi erección creció hasta que él puso una mano en mi pecho y me detuvo.
—Steve, necesito contarte algo—hablo en la penumbra de nuestra habitación—
—Que sea mañana —volví a besarlo con insistencia. Esta noche lo quería todo para mí, quizás mañana ya no lo tendría. —
—No—me corto, empujándome levemente con su mano en mis pectorales—Necesito decírtelo, por favor. Es algo muy serio.
—¿qué es tan importante que no puede esperar? -Bufe, acomodándome sobre la almohada—
No estaba listo, ni en un millón de años, para lo que James me confesaría esa noche.
—Otro hombre me beso.
Enmudecí.
Me molesté, claro que lo hice, tan sínico como soy. James me confesaba como otro hombre ebrio lo beso, y yo estaba ahí con mi cara de estúpido, celoso y molesto, cuando el más culpable de los dos resultaba ser yo.
