PRIMER SEMESTRE (3)

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27 de septiembre de 2018

Impacto de la vulnerabilidad en el desarrollo humano y la percepción individual

El Resumen del Informe de desarrollo humano 2014 aparte de hablar del tema al que está dedicado, se enfoca expresamente en el punto de la vulnerabilidad como un factor a considerar de suma importancia dentro del desarrollo humano. En sí, no describe explícitamente una postura del tema en cuestión, ya sea que en la actualidad se esté mejor o peor, solamente menciona que, según gráficos, se está mejor, pero pone en juicio la forma en que se elaboran tales datos pues conocemos porcentajes promediados, pero no la distribución real, ni la situación en que se dan.

La vulnerabilidad representa un estado en el que no se está en una posición segura respecto de lo que se posee en el momento o se poseerá en el futuro, sobre todo para grupos marginados de la sociedad como personas con una discapacidad o las mujeres.

También, y como el ejemplo que pretendo tomar para desarrollar en esta redacción, los jóvenes están dentro de los grupos poblacionales antes mencionados. Comenzando con el momento en que se nace, se presentan precariedades en la mayoría de los sectores de la población, con atención médica insuficiente o mal trato por parte de los prestadores del servicio.

Los niños no llevan una dieta adecuada ya sea porque los padres desconocen la forma de alimentarlos sanamente, o porque no cuentan con los recursos para proporcionárselas y esto afecta a su desarrollo físico y mental. Cuando un niño entra a la escuela requiere usar y seguir desarrollando sus capacidades intelectuales, por lo que necesita contar con una buena alimentación y de no ser así su capacidad de rendimiento se verá disminuida y por debajo de la de otros.

Así sucesivamente se van acumulando problemas que surgen desde la herencia, puesto que, si se viene de una familia de bajos o escasos recursos es más fácil seguir con la misma línea de futuro, por ejemplo; si una familia no cuenta con los recursos suficientes para comer, no puede darse el "lujo" de mandar a sus hijos a la escuela y en su lugar "deben" ponerlos a trabajar para ayudar al sustento del hogar. Y los trabajos que poseen tanto padres como hijos son mal remunerados ya que no cuentan con la preparación y/o los conocimientos necesarios para conseguir un puesto de poder, incluso aquellos con la preparación suficiente no logran obtener tales cargos puesto que la demanda es demasiada en relación a la oferta, lo que nos lleva a otro punto.

La población juvenil en México es muy grande, sin embargo, la cantidad de empleos disponibles para todos aquellos que terminan sus estudios y buscan un lugar en el ámbito profesional es muy reducida. Esto conlleva altas tasas de desempleo y, desencadena también en delincuencia, como podemos notar palpablemente.

Tenemos una errónea idea de que estamos mejor porque ahora hay más escuelas, transporte, muchos más medios de comunicación como internet y los teléfonos móviles con acceso a muchísimos datos y funciones diversas. Pero es una ilusión que se nos ha hecho creer, y gustosos lo hemos aceptado.

Hay más escuelas, es cierto, pero la población infantil sigue creciendo, en cada nivel educativo más elevado se va reduciendo el número de estudiantes que acceden a él. Aproximadamente la mitad de los alumnos que terminan la preparatoria no ingresan a nivel licenciatura, y ya en la universidad, también es un aproximado de cincuenta por ciento de los ingresados quienes logran terminar la carrera. Y llegados aquí, volvemos al campo de trabajo donde se reduce aún más el acceso a las oportunidades de superación.

Si bien es posible que en su mayoría, quienes culminan sus estudios consigan empleo, no todos ellos lo harán en el campo para el que se prepararon, y terminarán trabajando en algo completamente distinto en donde su puesto incluso no está asegurado que será para toda la vida.

Repito, hay una ilusión de que las cosas están mejor, y en algunos sectores así es, pero cuando vemos los índices de desempleo y todos los males que acarrea, de niños y jóvenes que asisten a la escuela en comparación con el total de su población, el pensamiento positivo o negativo de las personas respecto a las oportunidades y nivel de vida a los que creen que podrán acceder y en la cantidad de población que se concentran los altos índices de riqueza y prosperidad, podemos ver que, "poniendo los pies en la tierra", seguimos igual, pensando que estamos mejor, y eso hace que sea peor.

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