17 de septiembre de 2018
La arrogancia de Santo Tomás de Aquino
Así como Ernest Fortín, se podría decir que, en su mayoría, las personas tienen la idea de que Santo Tomás de Aquino es un filósofo aristotélico y si bien es cierto que retoma sus planteamientos y los hace la base de los suyos. Sus escritos no expresan la práctica de la doctrina aristotélica, sino que son más bien una crítica en la que incluso lleva a Aristóteles a un "nivel bajo" de pensamiento puesto que era pagano debido a sus marcados esfuerzos de intentar "armonizar la filosofía griega con una religión revelada".1
Los filósofos católicos amparan todos sus pensamientos bajo una ley universal e infinita dada por Dios, como se ve con San Agustín, quien retoma también a Aristóteles pero lo hace de una forma respetuosa y solo lo adapta de acuerdo a sus necesidades religiosas. Sin embargo lo que hace Santo Tomás puede verse como una falta de respeto y una muestra de arrogancia "justificada" por sus creencias y conocimientos de la verdad que le otorgaba la fe.
Aun habiendo tomado los textos de Aristóteles para hacer los propios, rebaja sus pensamientos por no pertenecer a la iglesia católica y en lugar de tomar una postura en acuerdo pero colada de modificaciones propias, lo que hace es una crítica un tanto despectiva que por alguna razón los pensadores posteriores han seguido viendo con buenos ojos. Describen su obra como la correcta y por sobre la de Aristóteles sin ningún detenimiento.
Podría decirse que este autor no debería considerarse como un aristotélico ya que su pensamiento no coincide en absoluto e incluso lo discrimina en varias formas. Además llega a un punto en el que deja a Aristóteles de lado y se inclina más a las fantasías idealistas de Platón, cosa que no se le puede criticar puesto que cada quien es libre de pensar como le plazca, pero que no se puede ignorar cuando se supone que se está hablando de un pensador que no sigue tal corriente filosófica.
Tal vez sería más acertado describirle como un platónico con inclinaciones a y crítico de lo aristotélico. De cualquier forma que sea vea, sin duda se puede especular que, de no haber existido Aristóteles, probablemente Santo Tomás habría terminado como un platónico con hipótesis propias acerca del ser humano en su relación con Dios y la naturaleza sin tomar en cuenta tanto a la razón y la división de ciencias prácticas y teóricas que plantea su predecesor.
Aunque también podría llegar a pensarse bajo la misma hipótesis de la inexistencia de Aristóteles, que Santo Tomás podría haber sido el primero en ver las cosas desde la razón y habría sentado las bases para futuros pensadores en esa línea. Sin embargo no es muy lógico pensar eso debido a que el intelecto de los griegos era elevado y de no estar hablando de Aristóteles, probablemente solo estarían alterados unos números de fecha y planteamientos sin demasiada diferencia por alguien con un nombre distinto, además de que San Agustín de igual forma vino primero. Aunque estas hipótesis se alejan bastante del tema central, deberían ser tomadas en cuenta para procesar y evaluar los propios criterios tanto de Aristóteles como de la crítica que le hace Santo Tomás y ser lo más objetivos sobre bases subjetivas.
Bibliografía
L. Fortín, Ernest, "Santo Tomás de Aquino", en Leo Strauss y Joseph Cropsey (comps.), Historia de la Filosofía Política, Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 243-267.
[1] Leo Strauss y Joseph Cropsey, Historia de la filosofía política, Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p.243.
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Mis ensayos de Antropología y otros pensamientos...
No FicciónPretendo subir en este espacio trabajos que he escrito (y escribiré) cursando la carrera de Antropología con especialización en Arqueología. Apuntes, así como pensamientos que he tenido sobre las correcciones que mis profesores les han hecho y pensa...