PARTE ÚNICA

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Lo primero que ve Lucius al entrar al hospital es a un ansioso Draco Malfoy caminando por todo el pasillo, y si él no estuviera tan nervioso probablemente lo habría reprendido por su falta de control.

Harry también está en la sala, sentado en uno de los sillones junto a la chica Granger y uno de los Weasley, a Lucius le sorprende ver solamente a Ronald, pues esperaba ver a toda la manada Weasley haciendo un alboroto.

Con tranquilidad saluda a su hijo, tratando de transmitirle seguridad y recordándole con la mirada que estaba ahí para apoyarlo en lo que fuera. Draco solo asiente, una pequeña sonrisa se dibuja en sus labios y para Lucius eso es más que suficiente.

Narcissa llega unos minutos después, ignorando a todos para correr directamente hacia su hijo quien inmediatamente se refugia en los brazos de su madre, sintiéndose de pronto más seguro, teniendo a sus progenitores junto a él.

Después de una larga hora, una enfermera sale de una de las habitaciones y llama a Harry y a Draco, Lucius no escucha lo que les dice, pero por la sonrisa de su hijo y los ojos brillosos de Potter, supone que todo ha salido bien. Draco se acerca a todos con esa sonrisa que nunca había visto en su rostro, y mirándolos directamente, a él y a Narcissa les da la noticia de que el pequeño Scorpius ha llegado al mundo.

Granger y Weasley corren a abrazar a Harry y no le sorprende cuando sus piernas le hacen avanzar hacia donde está Draco y sus brazos envuelven a su hijo, sintiendo todas esas emociones a flor de piel, con su corazón desbordándose de orgullo y amor. Narcissa también los abraza y se limpia con delicadez una lágrima, que hace a Lucius vibrar emocionado.

Tanto Harry como Draco se dejan consentir un rato antes de levantarse y encaminarse a la habitación donde el pequeño bebé se encuentra. Todos los dejan ir emocionados y después de 30 minutos sale Draco y les pide a sus padres que lo acompañen.

Lucius camina por el pasillo tratando de verse seguro e intimidante, como siempre, pero sabe que no lo está haciendo bien, porque su esposa le da una sonrisa burlona y le da un apretón a su mano. Cuando Draco abre la puerta Lucius ubica a Harry conversando con la chica que tuvo al bebé y aunque quisiera impedirlo, se siente inmensamente agradecido con ella por hacer posible que su hijo se convirtiera en padre.

Conoce a Scorpius Lian Malfoy-Potter por la tarde, cuando el sol se está poniendo y brillantes tonos dorados bañan la habitación. Draco levanta a un pequeño bulto de la cuna y con una sonrisa ligera, pero con los ojos brillando de emoción le entrega al bebé, Lucius lo toma con todo el cuidado y la delicadeza que sus brazos le permiten y siente el ligero peso desestabilizar su corazón.

Con cuidado quita la mantita que le cubre el rostro al pequeño ser humano y definitivamente nada lo prepara para lo que ve a continuación: es el bebé más bello que ha visto en toda su vida, tiene la piel lechosa y la carita sonrojada, una fina pelusa rubia adorna su cabeza y su naricita de botón hace que Lucius suelte un suspiro, pero en el momento en que el pequeño abre sus ojitos Lucius se ve incapaz de contenerse y pesadas lagrimas caen por sus mejillas. Los ojos de Scorpius son de ese gris metálico que solo pudo haber heredado de él, no tienen las motitas azules de los de Draco, o el tono marrón que tenían los de su padre, no, los ojitos de Scorpius son gris profundo, casi platinados, y Lucius no puede sentirse más dichoso.

Es increíble como alguien tan pequeñito puede causar tantas emociones, piensa Lucius, y de pronto siente que todo lo que ha pasado valió la pena porque aquí está su salvación. Las lagrimas caen con más fuerza cuando se da cuenta de que a pesar de todo, de sus errores y fracasos se le permitió vivir esto. Agradece por todo lo que ha pasado, incluida las cosas malas, pero sobre todo agradece a su familia, a Draco que le perdono y no le guardo rencor, a Harry que creyó en él y por supuesto, a su esposa porque nunca flaqueó y se quedó a su lado.

Todo ha valido la pena porque esos ojitos grises idénticos a los de él lo han redimido.

La habitación se queda en silencio, varios pares de ojos enfocados en Lucius y el pequeño bebé.

Harry decide que ver a Lucius llorar es una experiencia caótica mientras que Draco siente su corazón hincharse de amor ante la escena, pues las únicas veces que vio lagrimas en el rostro de su padre fue al salir de Azkaban y cuando el Lord le quitó su varita. Nunca pensó que Lucius podría llorar de pura felicidad.

El encanto se rompe cuando de la boquita de Scorpius sale un quejido y uno segundos después comienza a sollozar, la expresión de Lucius cambia a una horrorizada, sus ojos rápidamente buscan a Narcissa sin saber que hacer y para gracia de todos, su esposa suelta una carcajada mientras toma al bebé y lo pasa a Eleanor para que lo alimente.

Mientras el pequeño come, Draco se acerca a su padre, no dice ni una palabra, pero con timidez pasa un brazo alrededor de los hombros de su padre, en un mudo gesto de amor. Harry se acerca segundos después con dos vasos de café en las manos, le pasa uno a Draco y el segundo se lo ofrece a Lucius quien antes de tomarlo le da una sonrisa a Harry.

-Nunca te he dicho lo agradecido que estoy contigo, Harry-dice Lucius solemne.

Harry vacila un poco antes de sonreír, en un arriesgado movimiento estira su mano para estrecharla con Lucius, pero el rubio toma la oportunidad y le da un abrazo corto y ligero.

Minutos después la calma se ve interrumpida cuando voces se empiezan a escuchar por el pasillo y segundos después la puerta se abre y varias cabelleras rojizas se asoman. La primera en entrar es Molly Weasley con una maleta llena de cosas tejidas, mira a Harry con tanto orgullo que Lucius se siente conmovido por milésima vez en el día.

-Oh Harry-dice ella mientras envuelve a Harry en un abrazo maternal.

Después se dirige a Draco y su expresión no se endurece ni un poco, le da las felicitaciones y un abrazo marca Weasley que hace a su hijo sonrojarse. Cuando lo suelta, se dirige hacia la cuna y con delicadeza toca la cabecita de su nieto, y para ese momento se da cuenta de que Scorpius no solo los tendrá a él y a Cissy como abuelos, también a los señores Weasley y a una cantidad obscena de tíos pelirrojos.

Eso le borra la sonrisa unos instantes, pero en ese momento el bebé hace un sonido con su boquita que le roba el aliento. Y para Lucius es la confirmación de que no habría nada que no pudiera hacer por ese niño, Scorpius ya lo tiene en la palma de su pequeña mano y Lucius es el más feliz de que sea así.

Fin 

Una notita pequeña: 

Me gustó mucho escribir este pedacito de texto, espero que a ti también te haya gustado mucho. Sé que Lucius no fue el mejor padre o esposo pero ¿quién sabe?, tal vez sea un gran abuelo y después de las bonitas palabras de Jason Isaacs a Tom Felton pensé que Lucius podría tener un final feliz. 

El segundo nombre de Scorp en el canon es "Hyperion", el cual es precioso pero aquí quería ponerle algo relacionado a Lily y se quedo "Lian" ¿te gusta? Y para terminar, la idea es que Harry y Draco usaron un vientre para tener a su bebito y Draco fue el donador jeje, por eso el bebé no tiene nada de Harry. 

Ahora si, ¡nos vemos después! Te quiero y muchísimas gracias por leer. 

Do It For HimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora