Arrepentimiento

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MARINETTE

Mientras estaba aun en los brazos de Alya, solo se me ocurrió abrazarla, tengo un maldito nudo e mi garganta que no me deja hablar...no quiero dejarla...quiero pedirle perdón ...quiero que sepa que...no tiene la culpa...pensé que estaba haciendo bien. 

Logre separarme del abrazo y solo tome a Alya por los hombros

   -Alya...no tienes la culpa- mi voz estaba sonando algo ahogada, con esfuerzo pude decir lo primero- perdóname ... no sabia que afectaría tanto, fui egoísta, fui horrible, fui...detestable ...fui...irresponsable- las lagrimas comenzaron a salir, en cuanto me di cuenta...estaba diciendo todo lo que pensaba sin medirlo- Alya, no quiero que me veas como una idiota, una idiota que no sabe controlarse o controlar su vida, trate y trate pero de esta froma...no quiero estar asi...no quería llorar, no quería herir, no quería que tu estés asi..no quería hacerte llorar, no quería sentirme vacía y se que quizás no fue una gran idea pero de verdad te suplico que me disculpes y que realmente algún día puedas verme como antes...no quiero que nada cambie...Alya...eres mi hermana, la poca...familia que me queda....- sin pensarlo la volví a abrazar aun con la grimas en los ojos, ella me apretó en sus brazos, sabia que era tu forma de decirme que--

   -no importa- justo lo que pensaba

Trataba de bajar la voz, quería gritar...gritar hasta que las lagrimas ya no quisieran salir, pero tenia que controlarme, no estaba en mi casa, no estaba sola...tenia a Alya...estaba esa casa, en esa gran acogedora casa que me tranquiliza siempre...en la casa que comparto una misma familia sin siquiera tener lazos de sangre...era otro tipo de familia...una familia feliz. En esta familia no pensaba que podía encajar, ellos eran felices. Yo no. Ellos no estaban solos. Yo si. Ellos no lloraban. Yo si. Ellos se querían a pesar de todo. Yo quería hacerlo, pero de un momento a otro y sin saberlo, ya estaba perteneciendo a una familia...y yo no me había dado cuenta.

   - No te veo así, Mari...eres increíble ...incapaz de matar o lastimar a propósito ...eres tu y...después e todo aun me tienes


Te perdí, te perdí y no pude hacer nada...se que no debí de irme... Perdón!

Estaba corriendo, al menos tratando de correr hasta el suelo se deshizo frente de mis ojos

   -Ni siquiera se porque te fui a buscar, de no ser por ti no estaría aquí- me veía con desprecio.

Ya no me amaba

   - ¡Ayúdame! - empecé a arrastrarme y a jalar una rama de árbol, era muy dejada, pero logro sacarme- !déjame explicarte! 

Al alcanzarla, la abrace, no quería lastimarla...solo no quería que se fuera

   -¿escuchas eso? 

Aquella voz no era la misma, y al mirar arriba no pude ver sus ojos...pero sabia quien era, y solo lo solté, me aleje mientras el apuntaba a la nada

   - Alla- señalo un camino en blanco- eso era nuestro todo

De repente el solo se fue hacia atrás- ¡Espera!- en cuando trate de agarrarlo, parecía que el suelo había bajado en un gran precipicio,  estaba a punto de caer en el, pero trate de incorporarme otra vez y una mano logro tomar la mía, había sido un alivio pero un cabello negro corto no me era una buena señal, en su cara se formaba una sonrisa victoriosa, pero yo no podía soltarla, mi mano simplemente no se abría, y ni siquiera podía jalarla en mi lugar.

   -Buena suerte- soltó mi mano aun con una sonrisa en sus labios y al caer aun en la parte de la que caí estaba mi madre y Luka. Parecía que el tiempo estaba yendo muy lento, pude pensar miles de cosas mientras caía. Pude escuchar la voz de mi madre y la de Luka.

   -¡Ahhh!- mi propio grito ahogado me había despertado, sentía mi corazón latir a mil, sentía frio, y un gran miedo se alojo en mi pecho, podía ver a Alya acercándose

   - ¡¿QUE PASO?! tranquila...¡Marinette!

Me sentía congelada, el dolor en mi pecho aun no cesaba y trataba de aguantar la respiración para hacerlo menor, per Alya no dejaba de preguntarme que había pasado. Había terminado de acordarme que Alya y yo habíamos caído rendidas y cada una en un sillón, por lo que Alya solo estaba en cuclillas al lado de mi sillón 

   - ¿pesadillas? - pregunto aun preocupada y yo asentí

Tener una pesadilla era mas frecuente cuando era niña, pero con el tiempo ni siquiera sueños tenia, era muy extraño, muy real, no quería volver a soñar con eso.

   -perdona- No podía hablar bien, mi garganta se sentía seca y apenas si también yo podía escucharme, carraspee y volví a hablar un poco mejor- fue una pesadilla, pero ya paso

   - Hace rato decías cosas...pedias perdón y parecías ...estar congelada

Intentaba moverme, el suelo jalándome me vino a la cabeza

   -¿que horas son?- Alya miro su teléfono- 4:57

   -Aun nos queda mas de una hora- dije en una sonrisa- perdona por despertarte

   -No es nada, niña, descansa- dicho eso, dio unos pasos hacia su sillón y volvió a taparse

Por mi parte, solo me di vuela con la cara mirando al respaldo del sillón, el sueño no pudo ser una simple casualidad, siempre pensaba e mi madre, y esta vez la soñé de una forma que no me agradaba en absoluto, Luka realmente no tenia sentido aparecer, menos haber estado o halado...y esa chica...Kagome.

Había solo hablado con ella una sola vez, y con eso llegó a irritarme mas de lo que estaba, técnicamente tiene un récord conmigo.

Un alma sin destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora