The girl who stole the dragon lady

8x4 (Parte 8)

|||Después de mi crisis post orientación real en un mapa de GOT, donde me puse a pensar un poco en aterrizar las distancias pal fic,  me di cuenta que era muy difícil y siendo honestos si la temporada 8 no lo hizo porque iba a matarme yo el coco... lo cierto es que cada mensajito que me llegaba de sus comentarios me motivaba a seguir con esto, asi que aqui vamos de nuevo.|||

Abrí los ojos, en algún momento me había quedado dormida con el arrullo de las olas. A pesar de la humedad en aquella caja me parecía realmente cómodo. Destrabé la tapa y di un empujón leve. Nada.

Lo intente nuevamente esta vez con más fuerza, pero no sucedió nada. Sentí como la desesperación iba creciendo poco a poco mientras intentaba apoyarme de la mejor manera empujé con todas mis fuerzas y algo pesado cayó.

- Maldición- escuche a alguien quejarse a lo lejos. – He!! Tuu!! Algo allá dentro se cayó mas te vale este limpio cuando entre- quien fuera esa persona pateo con fuerza la puerta. No podía saber si había entrado o no, pero no podía quedarme a que colocaran algo de nuevo.

Empuje esta vez con suavidad y la tapa se levantó lentamente, el lugar estaba oscuro, pero podía notar la luz entrar por pequeños tablones mal acomodados. Mi ropa era un caos, pero después de todo ya no me molestaba ese olor. El ruido de una cubeta llena de agua me alertó así que rápidamente me escondí detrás de unos barriles. El sujeto entró maldiciendo por lo bajo mientras arrastraba el balde y un trapo viejo. La oscuridad del lugar ayudaba bastante a no ser descubierta, el hombrecillo se dispuso a recoger algunos pescados pequeños que había tirado al salir de la caja, pasó su trapo húmedo un par de veces y se marchó. Respire profundo de alivio, parecía que había dejado de hacerlo mientras limpiaba todo. Pero tan pronto sentí unas manos tomar mi cintura, quedé paralizada.

- Ladi Stark ¿a que debo su presencia en mis tan humildes bodegas? - me gire inmediatamente -no me sorprende, pero me intriga su osadía Lad...- coloque suavemente mi dedo índice en sus labios

- Sansa- di unos pasos hacia atrás deshaciendo su agarre - ¿Me esperaste aquí todo el tiempo? – sentí como su mirada me recorría por completo, a pesar de yo apenas distinguir su silueta por la luz, ella parecía más acostumbrada.

- En realidad, no fue así, pero sabía que de lograr tu cometido debía facilitarte un poco las cosas, así que ordene que las cajas más grandes quedarán cerca de la salida, no es lo mejor para el barco, pero ya que al fin saliste solo deben moverlas. -

- Parece que te tomaste muchas molestias por un polizón- sonreí- Gracias- dije sinceramente

- No hay de que, ahora si no te molesta puedes darte un baño en mi camarote-

- Dices que ¿apesto? – intente olfatearme un poco pero mi nariz parecía atrofiada después de dormir ahí.

- En lo absoluto, pero creo que estarías más cómoda con ropa menos húmeda y quizá podrías evitar un resfriado. Dejando lo último de lado, no me molesta la presencia de una chica linda con ropa semitransparente. -comenzó a reír cuando instintivamente me tapé el busto- Vamos, sígueme-

No tardamos mucho en llegar a su camarote a pesar de estar en el lado opuesto del barco, no era el barco más grande de los Greyjoy, pero alguna vez había escuchado a mi padre hablar con Rob sobre su estrategia de ataque, "El jefe nunca va en la nave más grande" y al parecer Yara había seguido con la tradición familiar. En el camino dio un par de indicaciones para que la tripulación hiciera la distribución adecuada de las cajas.

El camarote no era muy grande, había una gran cama justo en medio, una tina en una esquina y justo del lado contrario un escritorio y un par de sillas.