Una maldición podría estar disfrazada de dulce encanto, pelo dorado y una nariz rosa, pero nunca dejaría de ser una maldición. John veía rojo. No hay forma de obligar a las parejas destinadas a aceptar compartir una carga tan pesada, teniendo al menos una presentación adorable el peso se convertiría en una mera singularidad, algo extraño aunque manejable. John abrió el hocico, la cabeza del hombre bajo él cabía sin problema alguno. Soportable con un poco de esfuerzo y mucho amor, una visión aceptable al punto de casi ser lo único positivo de la condena. Un par de palabras inocuas, un problema planteado desde la mejor de las perspectivas.
Si tenía suerte, podría superar la etapa luego de ser reclamado y desaparecer la maldición rodeado de problemas tan complicados como aceptar estar en una relación apenas teniendo alguna remota idea del modo en que funciona, o las mil dudas alrededor de un amor arraigado en las venas al haber sido creado específicamente con el propósito de corresponder, tal vez no ir demasiado lejos del obvio conflicto de adaptarse al nuevo entorno humano o romántico.
—¡John, detente! ¡No lo hagas!
Pese a todo, a John se le entregó un hermoso detective cuyo trabajo se entrelazaba directamente a personas peligrosas. Al desear ser de ayuda, esto fue la única cosa que descartó de inmediato. Cuando pensó que todo se resolvería con la simple decisión de aprender y quedarse junto a su Único limitándose a ser un compañero fiel, o quizá aumentar su utilidad una vez aprendiera un oficio o incluso una profesión. La realidad volvía a anunciar su presencia.
Afortunadamente él ya había sido reclamado y en cierto punto aceptado, así que conseguía tener un poco más de control en esa, su verdadera forma. De no ser el caso ni siquiera habría mirado a Holmes antes de arrojarse al humano que lo lastimó en su presencia. Porque, ¿de qué otra forma podría acercarse a su destinado viéndose como recién salido de las entrañas del infierno? Luego, ¿de qué otra forma se aseguraría de mantener con vida a su destinado si carecía de la fuerza suficiente? John no sabía manejar un arma, en cambio él no necesitaba recargar o de alguna fuente de luz para fijar su blanco.
Tampoco necesitaba que su amado lo mirara en esa forma, aunque ya nada podía hacer contra ello.
Desde luego, pensar que conseguiría el menor resultado ladrando o intentando ser atemorizante con su nariz rosa o esponjoso pelo dorado, fue un pensamiento que duró hasta llegar a las escaleras después de escuchar los golpes y los gritos. En definitiva, ese jamás seria el modo en que hubiera preferido que las cosas se desarrollaran, mucho menos al asegurarle su Holmes que, aparte ser un caso rutinario, esa noche se dedicaría únicamente a vigilar. Desde luego que le creyó, sin embargo he ahí el resultado, puede que antes ya hubiera reconocido el trabajo de su pareja estando rodeado de peligros constantes, nada podría hacer en contra con el daño ya hecho, ahora que el problema se cernía bajo sus patas, dejarlo escapar sería imposible. Sus demás opciones fueron desechadas casi del todo, todavía estaba dispuesto a demostrar su valor, su capacidad de proteger.
—¡Alto, John!
Sus colmillos atravesaron la piel de la cabeza del humano antes de detenerse. Su Único dejó las manos en sus costillas y en su cuello, haciendo presión suficiente para no ser ignorado. Logró contener su furia ante el cercano aroma familiar, ciertamente se le antojaba un insulto que su detective intentara mantener con vida al hombre que tanto daño le hizo, ¿cómo John conseguiría mantenerlo a salvo si se permitía dejar vivo a su atacante? ¡Lo hizo sangrar! El humano lastimó a su Único, a su Holmes, a quien el destino se encargó de moldear para él. Entonces, desde luego ignoró la petición, John tenía y debía protegerlo.
Era suyo, su responsabilidad, y nadie a partir de ahora iba a tocarlo de esa forma.
Absolutamente nadie.

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Valor y lealtad
FanfictionEl amor viene en cualquier envase, pero si este cambia, ¿por qué el amor no? Aun si nada es lo que parece, solo una cosa ha de prevalecer. *Elementos sobrenaturales. Cambiaformas. *NSWF. Descripciones gráficas de homicidio.