Una victoria impresionante.

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Dieci:

Una victoria impresionante.

—¿Seguro que no quieres que os llevé? —pregunta Dom, mientras acomoda a mi hermana en su coche, quien esta dormida como piedra

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—¿Seguro que no quieres que os llevé? —pregunta Dom, mientras acomoda a mi hermana en su coche, quien esta dormida como piedra.

Efectos del alcohol.

Mejor ni me lo recuerdes.

—Prefiero que te encargues de Lily y de Jessica —le digo—. Además tomaremos un taxi.

—Como queráis —niega divertido, para luego acomodarse en el asiento del conductor—. ¡Venga Sam! ¡Deja de coquetear y sube al jodido coche! ¡O te dejó aquí! —le grita a nuestro amigo, quien esta besándose con un chico que acaba de conocer.

Sí, el pequeño Sammy batea para el equipo contrario. No pude evitar reír, en cuanto Sam le enseña su dedo corazón a Dom. Quien bufa y hace sonar el claxon, para que se apure. Idiotas.

—Shhh, dejadme dormir en paz —gruñe mi hermana, desde el asiento del copiloto.

Alguien pronto se despertará de  mal humor.

Ni que lo digas, no quiero ser testigo de ello, de verdad. Lily + efectos del alcohol + de mal humor = mala combinación. Y sí, no queréis verlo.

Dom vuelve a hacer sonar el claxon y mi hermana le gruñe algo que ni ella entiende. Niego divertido, sin poder evitarlo. Lía, que esta a mi lado, se encuentra igual que yo.

—Asegúrate que entren en casa, ¿vale? —le pido y asiente.

—Están en buenas manos —me asegura y no puedo negar que no sea cierto, las cuidará como si fueran sus propias hermanas. Sam al fin sube al coche y Dom no demora en regañarlo—. ¡Ya era hora, jodido idiota! —gruñe—, Nos vemos mañana en el gimnasio, Aiden —se despide y enciende el motor, emprendiendo camino calle arriba. Los veo alejarse, para luego voltear en dirección a Lía.

—¿Te apetece una caminata nocturna? —propone con una sonrisa en su rostro y sus manos detrás de su espalda, gesto que se me hace tierno. Bastante tierno.

Te gusssssta, lo sé.

¡Joder, no!

—¿Y porque han discutido Lily y tú? —pregunta, una vez que comenzamos a caminar.

Me rasco la nuca con nerviosismo, no sabía por donde  empezar.

—Digamos que a veces soy algo sobre protector y me comportó como un capullo —me sincero—. El ver a Lily pasada de alcohol, en una fiesta con tipos que se pueden aprovechar de ello me sacó de mis casillas y empecé a soltar todo lo que pensaba, que existen tipos como Marshall y Demetrios o hasta un Nash —continúo con mi diatriba—, Y por supuesto que eso logro que mi hermana llorase y de paso me hizo sentir una completa mierda —no puedo evitar soltar un suspiro cansino, mientras caminamos uno al lado del otro.      

DestrúyemeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora