Zeta ζ

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Tiempo después…

En una sucesión de hechos, momentos compartidos y tiempo, la relación de Derek y Stiles había pasado de ambos ser unos meros desconocidos que tuvieron un mal primer encuentro, a unos apenas conocidos que se toleraban por conveniencia, a ser dos personas que conectaron y se convirtieron en amigos, para en la actualidad ser una pareja de una forma tan natural y perfecta,  como si siembre debiera haber sido así, como si fueran dos partes de un todo, que se había conectado por una magia maravillosa y un destino cómplice, aunque no le hubieran puesto un nombre oficial a lo suyo era más que evidente que eran una pareja en toda regla, la más entrañables y unida del campus universitario.

Era de noche cuando un par de jóvenes volvían de una cita, caminaban muy cerca sujetos de las manos, encantados por lo que sentían al estar juntos, incluso cuando sólo estuvieran caminando de aquel modo o si estuvieran en una misma habitación simplemente, su conexión era más profunda de lo que muchos pensaban.

En ese momento estaban pasando por una de las partes más frondosas del campus, un hermoso claro iluminado por la tenue luz fantasmal de la luna.

“La pase muy bien hoy Der” dice el castaño.

“Me alegra lígo mou” sonríe con cierta picardía el pelinegro.

Stiles rueda los ojos “Jum te he dicho que no me llames así, que mala suerte que se le escapara a la profesora Patrikía en frente de ti”

Derek lo acerca a su costado tomándolo por la cintura “No entiendo porque te molesta, es un apelativo cariñoso” se mueve un poco para quedar de frente con el menor y le acaricia el cuello con la yema de los dedos, sonriendo más ampliamente cuando nota que Stiles se estremece agradablemente bajo su tacto.

“Es que no soy un niño para que me digan así” se queja con un puchero que es besado por el moreno.

Derek sonríe mientras aprovecha que están cerca de unos árboles para acorralar a Stiles contra uno y acariciar los labios ajenos con los suyos en tanto dice “Sé que no lo eres…” pega sus cuerpos haciendo que sus pelvis hagan un delicioso contacto “…Lígo mou” se burla y antes de que el castaño pueda replicar lo calla con un beso.

Cómo se ha vuelvo de lo más normal cuando Derek lo besa, el hilo de pensamientos del castaño se ve interrumpido, así que se entrega a la sensación de sus labios unidos y enseguida sus lenguas se unen a la jugada, Stiles rodea el cuello ajeno con sus brazos y enreda sus dedos en las hebras azabaches.

De un momento a otro, el beso es roto abruptamente y antes de que pueda quejarse ve la espalda Derek como si lo cubriera, Stiles lo sujeto del brazo para increparle “¿Pero qué…?”

“Mantente detrás de mí” manda Derek al castaño.

Las copas de los árboles se movían y de ellas provenían algo muy parecido a los chichidos de las aves, Stiles siente al moreno tenso bajo sus manos y escucha un gruñido amenazador que parece provenir de Derek.

Las copas de los árboles se movieron con mayor fuerza, hasta que seis figuras con apariencia mezclada entre mujeres y aves salieron de entre el follaje y saltaron en frente de ellos.

“¡¿Qué carajos es eso?!” grita Stiles alarmado, al ver aquellas que aprecian peligrosas criaturas en actitud beligerante.

Una risa maliciosa y femenina se hizo escuchar en aquel claro “Me sorprende que el pequeño humano no sepa lo que son mis amigas y eso que supuestamente se especializara en mitología” se mofa “Te presentó a las arpías, arpías el estorbo, estorbo las arpías” estás chillan y con la rubia a la cabeza se acercan más a ellos.

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