No hubo un momento específico cuando esto empezó. Su mirada cada vez perdía más ese brillo que te hace especial aquel que te hace sentir vivo. Todo transcurría lento, sus colores se pagaban de la misma manera, su manera de hablar, su sonrisa, sus expresiones, todo se pagaba dentro de su ser y sin importar que tanto deseaba pedir ayuda no había nadie, no lo podían ayudar. Todos sus amigos lo estaban olvidando creyendo que para lo único que servía era explotar, quemar las cosas y manipularlos para su propio beneficio, creyendo que el solo quería llamar la atención.
Tal vez no se equivocaban y eso era cierto, tal vez solo intentaba llamar la atención…Pero, ¿De quién? ¿De su mejor amigo?, ¿De alguno de sus hermanos oscuros?, ¿De su amigo de la niñez?, ¿De su amigo más cariñoso Luzu?, ¿O tal vez de alguno de sus dos nuevos amigos?...
Pero. Todos eran sus amigos, tenían su propia vida y preocupaciones. Él sólo tenía un bajón... quizás la reciente muerte de su compañero y amigo Mangel le había afectado, aunque ya pasaron meses desde que regresaron del "pasado". O no es eso y es la posible desición de tener que hechar a su hermano Rubius de la hermandad...o la lejanía de su otro hermano al cuál amaba y aún lo hace.
Apretó sus ojos con fuerza tratando de olvidarlo todo y evitar dejar caer las lágrimas. Odiaba mostrarse débil.
- Solo me duele la cabeza - Se miró al espejo de enfrente suyo - Es por el sueño - Tallo sus ojos levantándose de la cama, preparándose para otro día más.-
Desayunó, ordenó su inventario con lo necesario y salió de su casa manteniendo su mirada fija en la nada. Simplemente caminó hasta el pueblo, intentaría mantenerse ocupado ya que estaría solo otra vez, Fargan le había avisado de que tenía una misión secreta, trato de contactar a Rubius esperanzado pero este estaría "ayudando" a Vegetta con algunas cosas, Luzu de seguro estaba con Alexby, Y Auron con Lolito en la mina. Ni la TNT lograba sacarle una sonrisa al verla explotar en casa de Vegetta, tampoco el hacer maldades...Sólo.
Su única diversión era ayudar a los pueblerinos con sus problemas, ¿pero para qué mentir?, Llevaba haciendo eso por dos meses y en los últimos días ya no había nada que hacer.
-¡¡JOVEN WILLYREX!!- Gritó un anciano a lo lejos llamando la atención del albino él cuál se acercó rápido.-
-Buenas, señor, ¿Qué se le ofrece?- Sonrió lo mejor que pudo, evitando verse cansado.-
-Me gustaría darle ésto - extendió su mano para darle un collar con un dije en forma de cruz negra - Es un regalo por estos dos meses en los que a venido diario a ayudar al pueblo ya que su deber es protegerlo mas no hacer todo lo que a estado haciendo estos días - El oji verde sonrió con cariño pero se notaba tristeza en su mirada.-
-No tenía porque, pero gracias - Acepto el regalo colocándolo alrededor de su cuello - Me gusta ayudar en lo que puedo.-
-Oh joven, conozco esa mirada. ¿Sus amigos lo han dejado muy solo?- Willy bajo la mirada lentamente cómo respuesta - Un muchacho tan amable cómo usted no debería sufrir por cosas cómo esas, debería hablar con ellos tal vez lo extrañen.-
-Lo dudo - Susurró con su voz algo rota.-
-Usted nos a ayudado mucho que ya no tiene en que ayudar aquí, será mejor que sea usted el que busqué ayuda de sus amistades - Willy miró de reojo a su alrededor y logro observar a varios pueblerinos asentir con su cabeza.-
-Merlon tenía razón - Suspiró agotado - Este pueblo es increíble al igual que sus pueblerinos.-
-Mejor vayase ya, que a esta hora empiezan a explotar cosas - Señaló a su reloj, era la hora en que Fargan salía de trabajar cómo policía. Él asintió despidiéndose del anciano.-
-Desearia poder hablar con ellos - Miró la entrada de la taberna oscura - Pero ninguno confía en mí.-

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El brillo de tus ojos (Willgan)
Hayran Kurgu¿Qué sucede cuando ya no puedes ser feliz? Las personas dicen que tus ojos se apagan, al igual que tú alma. ¿Sera cierto?