soy tu admirador nro.1° ✦.ꜜ叛逆 yoonseok

偶 ៹ s e i s!

Hoy era Sábado, un soleado sábado que mantenía una temperatura fresca dando la gran bienvenida al día.

Me despedí de mis padres por teléfono agradeciendo nuevamente el envío de su dinero y salí de casa.
Estaba en contra de que siguieran pagando mis clases de danza y las cuentas del hogar que me dejaron a cargo, por no decir que me cedieron la casa. Quería independizarme, pero mamá parecía más ensimismada a que cumpliera mi sueño a que tirara mi vida libre por un tacho.

Papá apoyaba aquéllo, él repetía que estaba orgulloso de mí y que merecía todo lo que tenía, sin duda alguna, no me permitían trabajar; querían que centrara mi objetivo en cumplir mis sueños. Ellos querían el cambio.

—Callense, no sirve de nada.

—¿Por qué no serviría? Ése señor merece un renacimiento.

Las voces de un grupo caminando hacia mi dirección, me sacó de mis pensamientos, logrando escuchar la patética conversación que mantenían.

Renacimiento.

Claro, fanáticos de Agust D y RM, estoy seguro.

Ahora, todos solucionaban sus diferencias con un renacimiento que consistía claramente en llenar tu cabeza de porquería sobre los nuevos líderes y sus ideologías acerca de la vida, en caso de no apoyar sus creencias, te daban la paliza de tu vida.

Asqueroso.

—Lo siento. —Se disculpó uno de los chicos luego de haber chocado conmigo.

El encapuchado y sus demás colegas pasaron por mi lado y siguieron su plática.

Embocé una mueca y caminé la cuadra restante a la Biblioteca.

—Hobi. —Tras oir su suave voz, me giré en la entrada de la puerta y lo ví.

Sabía que era él.

Suga.

A pesar de llevar poco de conocernos, lo sentía más cercano a mí que nunca. Me repetía a mí mismo que se debía a la ausencia de Jungkook, quien nunca volvió a entablar una conversación con nosotros, y que Suga sólo llenaba el espacio vacío que el menor había dejado, pero muy dentro, sabía que se debía a que estaba interesado en él.

Me gustaba.

—Hey, ¿Hoy también me acompañarás? —Pregunté con una sonrisa mientras acomodaba mi gorra.

Con el pasar de los días, mi rostro no pasaba desapercibido entre las calles y mis canciones condujeron un elevado número de fans ganados éstas semanas junto a las promociones que mis fans pagaban para mi reconocimiento artístico.
A pesar de ser feliz por ello, no quería que mis seguidores gastaran de su dinero por mí.

—Sí, pude librarme de mis abuelos por un momento —Comentó ingresando junto a mí a la Biblioteca—, además, jamás perdería la oportunidad de estar cerca de mí idolo.

Ídolo.

Sonreí a medias y me quité la gorra una vez dentro.

—Te dije que no dijeras éso y confío en que no dirás una palabra sobre mí, de lo contrario tendría que lidiar con la prensa o fanáticos. —Dicho ésto suspiré.

Si Suga confesaba sobre mis visitas concurrentes a Dairy King o la Biblioteca, jamás podría volver sin ser descubierto, tendría que evitar ir seguido a tales lugares y éso no era algo que me hacia feliz.

—Prometí que jamás diría una palabra, de cualquier forma, hacer éso significaría no poder reunirnos como lo hacemos ahora ¿No?

Su sonrisa se mostró y mi corazón latió.