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Los ánimos estaban por los suelos y cada vez era más complicado dedicarle todo el tiempo y esfuerzo solo a buscar a Gun pues los agentes debían también atender a los demás ciudadanos y a sus diversos problemas.

Por ello, a Kong y May no les quedó más remedio que contratar detectives privados para seguir al encuentro de su único y amado hijo o jamás lo hallarían.

La verdad era que no tenían sospecha alguna pues no podían imaginarse que cualquiera de sus enemigos tuviese el valor, el dinero y la maldad suficiente como para viajar hasta Seúl, tan solo para secuestrar a Gun.

Más días pasaron, en los que el chico suplicó piedad para ser liberado pero ninguno de los secuestradores estaba por la labor pues obedecían órdenes de su Patrocinador, el cuál estaba lleno de júbilo al ver el caos financiero que estaban padeciendo los Atthaphan, mientras gastaban grandes cantidades de dinero en la búsqueda de su hijo, además de que las acciones de su cadena de centros comerciales iban a la deriva.

La policía estaba un poco desconcertada pues tras una semana del secuestro, ningún rescate había sido exigido, por lo que empezaron a barajar varias hipótesis, como la de que quizás todo había sido una farsa y que Gun se había ido por su propio pie.

Otra era, que tanto Off como este habían montado todo eso para hacer sufrir a sus padres y además justificar su desaparición de dos semanas, por lo que no tardaría en aparecer de un momento a otro, sano y salvo.

Finalmente, la que más fuerza tuvo para ellos fue, la de que quizás ya Gun estaba fallecido y que el propósito de los secuestradores en un principio, había sido el pedir rescate pero que ya no podían pues no tenían moneda de cambio.

Nada de esto le habían dicho a los Atthaphan pues no querían meter la pata pero tanto el comisario, como el negociador y el resto de los agentes que llevaban el caso, cada vez estaban más desalentados en encontrar al chico con vida.

Mientras, los tres hombres encargados del rapto y custodia de este estaban felices pues habían recibido la cantidad acordada cono primer pago.

El malvado empresario de Bangkok se la había girado sin levantar sospechas, aunque esa tan solo era una parte, ya que recibirían el total, cuando el empresario ordenase poner fin al cautiverio del único hijo de sus enemigos, en un mes aproximadamente.

El codicioso empresario tenía pensado hacer caer el imperio de Kong y May obligándoles a mal vender su cadena de centros comerciales para así aprovecharse y hacerse con ella pues quería controlar el total comercio.

Año tras año, Saelim se había hecho con varios comercios y superficies comerciales de la cuidad valiéndose de sus sucias artimañas, aunque era la primera vez que hacía una cosa de tan alto nivel de maldad.

Estaba dispuesto a todo por hacerse con el poder y para ello necesitaba llevar a los Atthaphan al límite para que así ponerlos entre la espada y la pared y obligarles a prescindir de su bienes a cambio de volver a ver a su hijo algún día.

Saelim estaba completamente seguro de que no tardarían mucho en ceder a venderlo todo pues la estancia en Seúl por tanto tiempo sería cara pues además estaban los salarios de los distintos detectives privados y todo el despliegue de helicópteros, perros, bomberos y demás peinando la zona en busca de alguna pista o rastro que les conduzca al paradero de su hijo.

8. Sobrevivir  un amor -Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora