8. Sobrevivir un amor -Offgun Terminada

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James y John consiguieron llegar a la furgoneta y subir.

—Jefe..Pete está tardando mucho.

—Si lo sé...iré en su busca.

El cabecilla regresó a la casa entre la intensa humareda aunque no pudo avanzar mucho pues las llamas le impidieron el paso.

—¡Pete!...¿Pete estás ahí?...¡date prisa!... ¡esto no tardará en volar por los aires!.

Mientras en el sótano, el rubio captor consiguió llegar hasta el chico y soltarle el agarre.

—¡Vamos!, ¡salgamos de aquí muchacho!, ¡las llamas ya están alcanzando el tanque de gasolina!.

Gun asintió y corrió siguiendo al hombre pero cuando estos estaban por subir la escalera de madera, esta se partió y se derrumbó junto con parte del techo el cual los alcanzó.

—¡Pete!... ¡Gun! … ¡noooo!—gritó James al ver que todo se derrumbaba—...¡Joder!...¡Maldita sea!.

De repente hubo una explosión y la onda expansiva hizo volar la otra parte del sótano haciendo que el techo que quedaba se viniese abajo, entonces James echó a correr hacia la furgoneta y tras encender el motor huyó de allí mientras que John no cesaba de gritarle.

—¡Jefe!...¿y Pete y el chico?...¡jefe!...¡jefe!...¿Donde están?...¿están muertos?...¡Jefe!...¡Jefe!....

—¡Si joder!...¡todo se ha venido abajo!...¡Maldita mierda!...¡Están muertos!.

Mientras, Gun que estaba tirado bajo una de las vigas, inconsciente por el golpe de las maderas que le habían caído encima, este abrió los ojos y vio que el fuego seguía avanzando hacia él y al intentar levantarse, no pudo.

—¡Pete!— llamó entre la intensa humareda—... ¡Peter
!... cof cof— tosió a continuación.

Finalmente consiguió salir, entonces lo vio y rápidamente se acercó sorteando el fuego pero cuando llegó a él, el chico comprobó que este ya estaba muerto y que su cara estaba prácticamente calcinada.

—Oh Dios no—se lamentó con lágrimas en los ojos.

De repente las maderas que aún estaban en pie comenzaron a crujir amenazando con caérsele encima, por lo que el chico buscó un hueco en la pared y se dispuso a salir.

De repente hubo una segunda explicación, la cual se hizo tras el fuego alcanzar el resto de la gasolina.

La onda expansiva lanzó fuera a Gun a gran velocidad y este término inconsciente de nuevo, al estamparse contra el tronco de un árbol.

El ruido de las sirenas lo acabó por despertar y muy asustado corrió despavorido entre la maleza y sin mirar atrás.

Cuando la policía y los bomberos llegaron, la casa era ya un amasijo maderas calcinadas y montañas de cenizas.

—¡Rápido!...¡Rápido!...¡Hay que sofocarlo!...¡Puede haber supervivientes!—gritó el jefe de los bomberos a sus muchachos, los cuales corrían manguera en mano mientras que los agentes supervisaban la zona.
 
—¡Señor!..¡aquí hay un cuerpo!— gritó uno de los agentes al encontrarse con el cadáver del detective.

El comisario se acercó y tras mirarle en la chaqueta sacó un puñado de tarjetas de visita.

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NICK HONG

DETECTIVE PRIVADO

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—¿Detective?...¿Qué haría este hombre en este lugar?...y lo qué es más inquietante...¿Quién lo ha matado y por qué?.

Tras avisar al forense, el cuerpo del hombre fue llevado en la ambulancia, mientras que finalmente los bomberos consiguieron apagar el fuego por completo.

—¡Aquí hay otro cuerpo!—gritó uno de los bomberos tras mover unas maderas después de divisar un pie.

Rápidamente bomberos y policías se dispusieron a sacar todas las maderas para liberar el cuerpo, el cual comprobaron con horror que estaba totalmente calcinado e irreconocible.

Otra ambulancia llevó los restos de Pete al depósito de cadáveres para esclarecer los hechos y también su identidad pues de este tan solo se podía distinguir una cadena, el reloj y el sello pertenecientes a Gun y que este le había quitado.

No fue hasta que varias horas después que May y Kong vieron por casualidad los objetivos embolsados en la mano de uno de los agentes, cuando estos entraron en la comisaría tras haber visto las noticias y los identificación.

—Espere...eso es de mi hijo... cariño, mira ...ese es su reloj y su cadena... mira su sello ...¡oh Dios! ...¡nuestro hijo ha aparecido!....¿Dónde esta mi pequeño?...¡Gun!...¡Gun!—llamó la mujer entre lágrimas—….oh dios mío, ¿Dónde está mi hijo?

—Señora...señora ... debe tranquilizarse... les llevaré con el comisario...creo que tiene algo que decirles.

May miró a su marido sin entender pero tras suspirar resignada, siguieron al agente hasta el despacho del comisario.

—Señor...aquí están los señores Atthaphan.

—E-Está bien...hágalos pasar—dijo este resoplando nervioso.

Tras saludarse con la mano, la entusiasmada mujer no le dejó comenzar con su explicación pues estaba muy ansiosa de saber.

—Mi hijo...¿Dónde tienen a Gun?...oh Dios esto es maravilloso...pero porque no nos avisaron...esos objetos son de mi hijo... él está bien, ¿verdad?.... nosotros escuchamos lo del incendio en esa casa solitaria per...

—Señora...señora tranquila...debo decirles algo y deben muy ser fuertes.

—Señor comisario, ¿Qué ocurre?—preguntó entonces el padre del chico.

—Bueno verán...como saben en esa propiedad había dos cadáveres...uno era el del detective Hong.

—Si es lamentable...el trabajaba para nosotros— habló nuevamente la mujer apenada.

—Si lo sé...con respecto al otro cuerpo...bueno...es que...verán...

—Hable, por Dios

—Es que el otro cuerpo que apareció en el suelo del sótano...ese cuerpo está prácticamente irreconocible...de hecho tan solo llevaba encima esas pertenencias...

—¡No!...¡no!...¡nooooo...!...¡no puede ser!...¡Oh Dios mi niño!...¡mi niño no!...¡Mi niño no!—comenzó a gritar la mujer entre lágrimas mientras su marido la sujetaba.

—Lo siento pero todo indica que es su hijo...al parecer los secuestradores huyeron y el detective al sorprenderlos fue eliminado por ellos, antes de que emprendiesen la huída.

—¡No!...¡no!... ¡oh Dios mío!... ¡no!...¡no!...¡mi pobre hijo!...¡mi hermoso niño!...¡mi precioso bebé!.