Capítulo 18: ¿¡Celos!?

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Ulquiorra dio a los subordinados algunas instrucciones, aún estaba algo apenado por el gesto de la chica, aunque el ojiceleste se veía tranquilo, no se porque no se molesto.

- ¡Vamos!, para qué descansen... - dijo alegre la de ojos miel

- Vayan adelante, nosotros necesitamos platicar... ve guiando a Orihime, Neliell... - comentó el ojiceleste

No entendía mucho de lo que decía la entusiasta señorita peliverde, aunque hablaba alemán, era un poco burdo y su tono rápido me resultaba difícil de interpretar, así que discretamente escuchaba algo de la conversación de los dos oficiales.

- ... tú no me dijiste que te habías comprometido, ¿de verdad te vas a casar?, el hombre sin compromiso... - dijo el ojiverde

- ... aunque lo dudes, me encanta esa mujer de pies a cabeza... - exclamó el de cabello azul

- ... ¿acaso ya la mancillaste Grimillow?... - algo molesto preguntó mi esposo

-... la deseo enormemente, pero no, me conformó con tenerla apegada a mí hasta que llegué mi boda... - dijo entusiasta el ojiceleste

-... ya veo, ¿cuándo piensas casarte Grimillow?... - insistió el más pequeño

-... esperaré hasta que acabe la guerra, si salgo vivo de esto, ¡ja, ja, ja!... - dijo el mayor

- ... entonces, ¿por qué no te casas antes?... - sugirió el pelinegro

-... ¿quieres que la deje viuda y cómo muñeca rota?... ¡sería muy egoísta!... - reclamó Jean

- ... ¿¡acaso piensas que iba a dejar a tu esposa desamparada!?, ¿¡entonces si algo me pasaba ibas a olvidarte de mi niña!?... - molesto le dijo mi esposo a su hermano

- ... ¡Noooo!, ¡si algo te hubiera pasado yo me quedó con tu familia!, prefiero ser llamado poligamo... por cuidar a la esposa de mi hermano... - respondió sobre saltado

-... al menos estamos de acuerdo en algo, pero así como tu querías que yo fuera feliz, te deseo lo mismo, me gusta la idea de que te cases tan enamorado como estás ahora... - dijo Ciffer

-... lo hablaré con ella, ahora con respecto a lo que debemos tratar primero, hay que llegar hasta la frontera, allá un ejército pequeño de amateur está esperando nuestro apoyo para avanzar... - dijo serio el ojiceleste

-... perfecto, entre más rápido terminemos mejor... así podremos disfrutar de nuestras vidas simples con nuestras mujeres... - dijo mi señor

Eso me hizo sonreír y olvidarme un poco de mi tensión, yo también añoraba estar a su lado, arribamos a otro vehículo, un par de caballeros, me imagino que soldado subió nuestras maletas, en ese coche nos trasladaron hasta el distrito federal, en una pintoresca casa nos esperaba un inusual par también muy folclórico, Rukia e Ichigo.

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