Capítulo 19: La cruda realidad

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Después de mi tonta escena, salimos para descubrir que la señorita Neliell aceptó casarse con Grimillow, quizá tan apresuradamente como la mía, o tal vez un poco más, aún así estábamos felices por ellos.

Mi esposo le menciono a la pareja su propuesta de hacer la ceremonia en ese lugar al día siguiente, los artistas, amigos de Jean y el ojiverde habían preparado todo para una sencilla ceremonia, con una pequeña fiesta, sólo faltaba que arribaran unos amigos revolucionarios que vivían ahí, en Toluca, la peliverde estaba feliz por todo aquello, se la pasaba revoloteando por todas partes como niña de 5 años, se abrazaba a Jaquen, le daba de besos en la mejilla y corría de aquí para allá, sinceramente, ya nos habíamos acostumbrado a la energía de la chica.

Ese día nos alojamos con otros conocidos de los pintores, era una vivienda mucho más sencilla, pero bastante grande, todos en ese lugar eran amables, ninguno habla alemán o ruso, sólo sabían su lengua natal, para darnos a entender dependíamos de Grimillow, Neliell, Rukia o Ichigo, era una tarde amena llena de alegría, risas, con mucha comida y bebida, mi señor prefirió evitar demasiado alcohol, yo solo tomé agua de frutas, entonces llegaron los últimos invitados y anfitriones de la reunión, la señorita Rangiku Matsumoto y su hermano Kira Iduru.

Era una noche especialmente callada, la penumbra antes del amanecer fue la más oscura que haya vivido, dirían los mexicanos: "la calma antes de la tormenta", la mañana todos corrían con los preparativos, la pareja de pintores compró el traje y el vestido de novia, como padrinos de honor, cerca de las doce del día tenían listos adornos, mesas, manteles y flores, en lo que preparaban la comida el resto de los invitados nos empezamos a cambiar para la ceremonia en el jardín botánico, aunque no sé cómo pasamos de ser unos 15 o 20 invitados a unos 50, mencionó la peliverde, que es algo muy común en México, que a los intrusos no invitados les llaman "gorrones".

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Fue una celebración llena de alegría, tanto que por ese pequeño instante olvidamos la razón por la que estábamos ahí en realidad, su luna de miel tendría que esperar, solo pudieron salvar la noche de bodas en un hostal cerca de la casa del joven K...

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Fue una celebración llena de alegría, tanto que por ese pequeño instante olvidamos la razón por la que estábamos ahí en realidad, su luna de miel tendría que esperar, solo pudieron salvar la noche de bodas en un hostal cerca de la casa del joven Kira, al otro día llegaron autos y vehículos blindados en los que partimos la mayoría de los presentes en la fiesta, solo se quedaron Rukia e Ichigo.

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