·Troublemaker· | Inspirado en los libros de Harry Potter

Capítulo 2 ·Diagon Alley· [Libro 1]

-Estás segura de qué... ¿este es el lugar? -vi a mi madre a fuera de un bar, mire a todos lados intentando buscar algo mínimamente mágico en este lugar, pero la respuesta era que para nada había.

-completamente -dijo ella- aquí vine con mi amiga hace años, su madre me dejó acompañarlas a comprar sus útiles para Hogwarts en varias ocasiones... nos divertimos mucho y siempre entrabamos por aquí

-si tú lo dices -dije muy confundida, ella abrió la puerta y juntas entramos

-el lugar es increíble, ____ -dijo ella- no vas a creer lo que tus ojos ven cuando estemos ahí

Entramos al lugar y era claramente viejo, había unas cuantas personas e incluso volteaban a vernos. Caminamos a la barra y un señor nos vio con una ceja levantada mientras limpiaba un vaso.

-Bienvenidas al caldero chorreante -dijo él- ¿en qué puedo ayudarlas?

-mamá esto es un bar -dije- no creo que este sea el lugar correcto, vámonos...

-hija aquí es -dijo viéndome y luego regresó su mirada al señor- venimos para comprar útiles escolares 

él asintió y salió de la barra

-si me acompañan -nos llevó a la trastienda y luego al patio, frente a una pared de ladrillos.

-¿aquí es? -pregunté viendo a mi madre, quien solo sonreía

-prepárate para ser sorprendida -dijo él viéndome, el señor dio un golpe a la pared con un pequeño palo de madera, tocó la pared tres veces y en segundos los ladrillos empezaron a moverse mostrando una calle detrás de ellos, entonces lo vi: personas, tiendas y un lugar que nunca en mi vida había pensado que existía- bienvenidas al callejón Diagon -ambas cruzamos a la calle y vimos al señor- cuando estén listas para volver regresen aquí y toque la pared, ¡que tengan un buen día! -la puerta volvió a cerrarse hasta que se volvió una pared nuevamente.

-¿qué fue eso? -dije y mi mamá me vio

-tu primer encuentro con la magia -dijo ella- ¿lista?

-claro que si -dije y saqué la lista

-bien cariño -dijo ella- primero voy a ir al banco a cambiar nuestro dinero ¿sabías que ellos usan otro tipo de dinero?

-no -dije- ¿qué hay de malo con el nuestro?

-nada -dijo ella- pero manejan su propia moneda ¡ya regreso! -entró a un edificio muy parecido a un banco y caminé hasta la puerta, a los pocos minutos ella salió con unas pequeñas bolsas, las guardó en su bolso y me vio- bien ¿qué necesitas?

vi la carta en mis manos

-aquí dice que para el uniforme voy a necesitar, tres túnicas sencillas de trabajo de color negro, un sombrero puntiagudo de color negro para uso diario, unos guantes protectores de piel... -vi a mi mamá- ¿piel de dragón? acaso me estás diciendo que... ¿mamá? ¿Existen...?

-sigue leyendo hija -sonrió de costado

-una capa de invierno que sea de color negro con broches plateados y todas las prendas deben llevar mi nombre en una etiqueta

-bien es lo primero que debemos buscar -dijo ella vio todo al rededor- recuerdo que había una tienda...

-¿qué te parece esa? -dije señalando una- dice Madame Malkin, túnicas para toda ocasión

-es el lugar perfecto -dijo ella sonriendo- vamos hija entremos

Nos demoramos quizá una hora en conseguir todo lo necesario y poder salir de la tienda para dirigirnos a otra