Obliviate - MINAYEON (ACTUALIZACIONES MUY LENTAS)

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"Entonces..." Trelawney, pensativa, golpeó con las uñas la superficie de la mesa. "¿Me estás diciendo que viste todo esto en una visión?"

Mina, incómoda, se rascó el cuello.

"Sí."

Trelawney tarareó. Ella, extrañamente, no se sorprendió por la noticia. Tampoco estaba contenta ni disgustada. Su expresión no daba ninguna pista sobre lo que estaba pensando o cómo se sentía.

"Y me estás diciendo esto hasta ahora, ¿por qué?"

"Tenía que, eh..." Mina se rascó la nariz. "Tenía que sacarlo de mi pecho".

"Ya veo." Trelawney murmuró, fijando sus ojos en su estudiante de aspecto miserable en un nivel preocupante.

La japonesa se rascó la palma de la mano izquierda esta vez. Luego comenzó a apretar sus dedos con la mano opuesta, uno por uno. Era incontrolable y vergonzoso.

"Me siento tan culpable. Y me siento estúpida. Debería haberle dicho la verdad acerca de que soy una Vidente. Podría haberlo salvado". Mina siguió divagando, pero Trelawney no dijo nada. Ella la estaba mirando en silencio.

"No-¿No le parece?" Preguntó Mina insegura.

"No cambiaría nada. De hecho, podrías causar algo peor". Trelawney sorprendió a la menor.

"¿Cómo?"

"Te dije esto antes, querida. Somos Videntes. No podemos cambiar lo que ya está escrito. Vemos e interpretamos. Eso es todo. Si le hubieses contado al señor Choi sobre su posible muerte, no cambiaría nada. Pero si intentaras alterar el futuro, podrías preparar el terreno para algo aún peor. Quizás él viviría para morir más tarde..."

Mina se estremeció. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

"Pensarías que lo salvaste, pero ¿y si también causaste la muerte de otra persona? ¿Vale la pena apostar por los posibles resultados del futuro?"

Mina frunció los labios con enojo. Quería venir aquí porque pensó que Trelawney la consolaría.

"Por supuesto que vale la pena". Mina respondió sin pensar. "Es su vida".

Trelawney suspiró y se reclinó.

"Tienes que ver el panorama general. Aún no entiendes cuál es tu don".

La japonesa se secó las manos en la falda por última vez antes de levantar una mano para frotarse la frente. Otro dolor de cabeza comenzaba a aflorar, aprovechando su estrés.

"No quiero faltarle el respeto, profesora, pero no está ayudando". Dijo y empujó su silla hacia atrás para levantarse.

"Estás de duelo y eso es comprensible, pero deberías darte un tiempo antes de sumergirte en este tema de nuevo" Trelawney dejó de hablar cuando se dio cuenta de que Mina no estaba escuchando. Alzando las cejas con sorpresa, vio a su estudiante caminar hacia la puerta del aula y salir sin pronunciar una palabra más.

"¿Fue algo que dije?" Se preguntó a sí misma. Nadie le dio una respuesta excepto su gato, que ronroneaba suavemente a sus pies, ajeno al aire lúgubre alrededor del castillo.

***

El camino hacia el Gran Comedor fue silencioso y solitario. Todos estaban allí ya. El sol se había puesto, las luces que creaban sombras oscuras alrededor de los pasillos estaban encendidas. Y Mina estaba sola, aislada. Ni siquiera estaba segura de si iba en la dirección correcta, considerando su paseo sin rumbo por la escuela durante... ¿cuánto tiempo? Ella tampoco estaba segura de eso.